Me decido a escribir este artículo tal vez en mitad de todo lo que le rodea a Pedro Sánchez y a España porque aún esto no ha acabado afortunadamente para los socialistas y sobre todo (y eso es lo más importante) para todos los españoles puesto que en junio de 2023, nuestro país tendrá la Presidencia de turno de la Unión Europea celebrándose diversos actos en muchas ciudades de España, siendo nuestro país durante seis meses el lugar donde se tomen las decisiones más importantes para Europa y los europeos y las europeas.
La segunda razón es que me parece fundamental escribir y opinar sobre ello, dada la escasa repercusión mediática que está teniendo todo lo que está haciendo de manera positiva el Presidente del Gobierno tanto como jefe del Ejecutivo así como dirigente político en general culminando con la reciente designación como Presidente de la Internacional Socialista, siendo el primer dirigente socialista español de la Historia en conseguirlo.
Y creo que es necesario hablar de ello puesto que desde Felipe González, España no había tenido un papel tan trascendental en el mundo y eso debería ser motivo de alegría para todos pero no. Parece que aquí lo importante para la Derecha es que España se hunda para ver si con suerte, les cae la presidencia del Gobierno casi por arte de magia o ahora que se va acercando el sorteo más esperado del año, a ver si les cae como a quien le toca la lotería. Eso es lo mucho que le importa España a la Derecha.
No olvidemos que gracias a Antonio Costa, Primer Ministro de Portugal y a nuestro presidente, estos dos países consiguieron la llamada “excepción ibérica” que repercute muy positivamente en la factura de la luz provocando que no paguemos tanto dinero como así sucedería si este mecanismo no estuviera puesto en marcha aunque tuviera que conseguirse eso incluso yéndose el madrileño a “airearse un rato”. Medida que no será tan mala como intenta hacernos ver la Derecha cuando ya hay otros países de la Unión Europea que lo están pidiendo para ellos también.
Recuerdo también aquella situación en la que uno de los colaboradores del Presidente le preguntó si había acuerdo en una de las reuniones con los altos representantes europeos y el jefe del Ejecutivo le dijo: “No. No hay acuerdo”, dando a entender que habría acuerdo pero así no. Ese tipo de acuerdo, no de ninguna de las maneras demostrando una cintura política digna de elogio cuyo secreto radica en uno de los consejos que recibió hace años Pedro Sánchez de Carlos Westendorp el cual le dijo: “Hay que negociar con culo de hierro. Pedrito, sentados hasta el final” tal y como lo expresó en una entrevista para el periódico EL ESPAÑOL el que fuera Ministro de Asuntos Exteriores en tiempos de Felipe González.
Hablando del papel internacional de Pedro Sánchez hemos de destacar la reciente cumbre de la OTAN en Madrid donde en aquellos días los máximos mandatarios del mundo pasaron por la capital de España para debatir asuntos de Defensa y Seguridad Nacional de los distintos países en un momento crucial como este, donde la amenaza de Vladimir Putin está ahí y sin visos desgraciadamente de que pueda acabar en un futuro inmediato (aunque ojalá que me equivoque).
Hilando esta última idea, es importante destacar que tras la grave crisis generada por el COVID, no olvidemos que en una de sus múltiples comparecencias en el Palacio de la Moncloa, el máximo mandatario español lanzó la propuesta firme de llegar a un acuerdo a nivel europeo al estilo “Plan Marshall” queriendo ser el agente que liderase esa agenda de medidas puesto que España estaba siendo uno de los países europeos que más estaba sufriendo las consecuencias de la COVID, insuflando en cada comparecencia ánimos a toda la nación manteniendo siempre al ciudadano con “moral de victoria” como haría un general a su tropa declarando abiertamente la guerra a ese enemigo por entonces desconocido y que había que combatir con todo aquello que tuviéramos a nuestro alcance, demostrando una entereza propia de alguien que sabía que en ese momento debía ser capaz de mostrar el liderazgo y la contundencia suficiente como para dirigir a la nación en una empresa tan complicada como triste poniendo en jaque a todos los gobiernos del mundo.
Tras esa llamada de atención a todos los países de Europa, se produjo tras la pandemia la aprobación de los planes de recuperación económica que aprobó el conjunto de la Unión Europea cuyos fondos hicieron posible la aprobación de los ERTEs y demás medidas que han hecho que la vida de los españoles fuera lo más llevadera posible dentro de la enorme complejidad que entrañaba la situación tanto a nivel de salud como a nivel político, económico y social. Y sinceramente creo que esto salió relativamente bien gracias a que tuvimos un gobierno de Izquierdas al frente. Mejor no me quiero ni imaginar qué habría pasado si en vez de los actuales dirigentes, hubiesen estado la Derecha en el poder, esa que se encargó de poner una y mil zancadillas al Gobierno y también a los españoles para ver si así caía el Ejecutivo y podían tomar ellos el poder sugiriendo durante unas cuantas ocasiones que lo mejor sería la convocatoria de elecciones generales (de nuevo recurriendo a la teoría de la lotería).
Y además de todo esto, tenemos a la prensa día sí y día también organizando corrillos y chascarrillos más propios de un programa de corazón que de periodismo de temática política seria incluso creando bulos y manipulando noticias a fin de poder apoderarse del imaginario colectivo para ver si por casualidad, la Derecha se hace con el poder. Y es que, no se equivoque nadie. La Derecha no quiere el poder para poder cambiar y mejorar las cosas, no. Quiere el poder por el poder teniendo una falsa idea y a veces, como si fuera divina, de que el poder les es dado por obra y gracia de los designios de Dios recordando los más oscuros momentos de nuestra más reciente Historia.
Digamos la verdad aunque sea incómoda. Lo que realmente no soportan es que de nuevo haya sido un socialista el que haya puesto a España en el centro del mundo y es que claro, no es lo mismo suscitar el apoyo de todos los países que de unos pocos y todo sin necesitar poner los zapatos encima de ninguna mesa como hacía Aznar en el rancho de Busch hijo cuando estaban a carcajada limpia tramando una de las mayores atrocidades de la Historia de la Humanidad como fue la ilegal invasión de Irak.
Tampoco soportan ver a Úrsula Von der Leyen sonreír al lado de Pedro Sánchez en Bruselas e incluso aquí en España para presentar el plan de los fondos Next Generation y es que hemos pasado de tener un líder sentado en Bruselas sin hablarse con nadie a tener otro que no sólo domina idiomas sino que lo hace para sacar adelante proyectos que favorecen no sólo a España sino a todo el continente y el mundo. Y como no saben qué inventarse, salen con que Joe Biden habló un minuto con Pedro Sánchez en una cumbre como si eso fuera una nimiedad o una birria ocultando que hasta ese minuto lleva detrás un trabajo de negociación de los equipos de los respectivos presidentes imponente y exigente pero lo ocultan a sabiendas (no crea el lector que lo hacen a lo tonto sino de forma bien pensada y preparada). Lo preocupante de todo esto para mí, es el terrible daño que hace esto a España y que además, tomen por tontos a sus propios votantes a los que me gustaría preguntarles uno a uno si de verdad creen que es positivo tener a los partidos de la Oposición siendo obstáculo más que puentes abiertos al diálogo, al pacto y al avance poniendo encima de la mesa el interés general de todos los españoles. Y es que conviene recordar que el sentido de Oposición útil ha sabido representarlo muy bien el Partido Socialista Obrero Español en varios momentos de la etapa democrática y es que sin esa labor, no habría habido Pactos de la Moncloa, Constitución Española o un Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo que fue clave para acabar con la banda terrorista E.T.A. Sí, señores de la Derecha, E.T.A. terminó y lo grave es que no escuchan ni a los suyos como García Margallo que les dijo una vez eso de que “desde que E.T.A. no nos mata, nos hemos quedado sin discurso” frase tan cierta como triste porque es muy lamentable seguir con un discurso que abre frentes, separa, rompe y divide cuando afortunadamente, estamos en un momento donde necesitamos avanzar como país todos juntos y lo hacemos en paz porque aquella atrocidad y acabó y la Izquierda Abertzale está haciendo lo que debía haber hecho siempre que no es otra cosa que Política mediante el diálogo y la negociación llegando a más acuerdos que la Derecha y es que hay que decir otra verdad: Bildu está haciendo más por España que ellos y eso lo digo a sabiendas que es una verdad cierta y que sé que les duele de verdad, pero menos mal que nos queda Pedro Sánchez, el presidente que ha devuelto a España al lugar que le corresponde: el de actor principal y dinamizador de ese gran motor llamado Europa poniendo a su vez a nuestro continente en el foco del mundo.
Gracias y enhorabuena, presidente.