El pensamiento mágico es una distorsión cognitiva. Tal conocimiento distorsionado ocurre al atribuir relaciones causales sin fundamento científico. Se trata de un trastorno mental que no tiene ninguna lógica. Se da cuando hay continuidad entre varios acontecimientos. Es frecuente entre los niños, que pretenden modificar el cosmos con su pensamiento. Nos hace gracia en su caso, porque, al tener mucha imaginación, se les ocurren cosas sin ningún sentido. Por ejemplo, pedir un deseo, al apagar las velas del cumpleaños, creyendo que se cumplirá mágicamente.
Cuando esto se hace intenso, se puede convertir en obsesión y comienzan los problemas. Decir que mi destino está escrito en las estrellas tiene su gracia, pero nadie se lo cree. Es propio de épocas muy antiguas, cuando se recurría a la magia, porque todavía no estaba ciencia.
Actualmente, tal pensamiento se encuentra en pleno vigor. ¿Quién no ha soñado alguna vez en un número lotería, en el que va a caer el premio gordo? Lo malo es que se lo crea y compre décimos en cantidad. Hay quien lleva siempre el amuleto de la suerte, sin quitárselo jamás. Creer que la superposición de los planetas traerá un peligro. Hacer magia para modificar lo que no me gusta. Soñar con un fantasma que nos persigue. Esoterismo, supersticiones tienen componentes mágicos.
Recientemente nos hemos encontrado con esto en X y nos ha dejado perplejos. Una Presidenta de Comunidad Autónoma ha escrito esto. He aquí sus palabras. “Tras el cierre de las plazas de toros ha llegado la sequía y el control político”. Se está refiriendo a la sequía en Cataluña, claro está. Desde luego, es una bromista con cara de cemento armado, pero sabe dar donde más duele, burlándose de la sequía que azota a los catalanes.
¿Qué relación puede haber entre el suceso A = cierre de las plazas de toros y B = sequía? Lógicamente ninguna. Solo hay continuidad entre A y B, es decir entre dos fenómenos. Primero sucedió A y después B. Parece que conectándolos se quiere hacer creer que la sequía es consecuencia de haber quitado los toros y que se alegra de ese justo castigo.
En cambio, otras ciudades siguen festejando a los toros y tampoco llueve. Este no es un castigo. Se trata de un acontecimiento atmosférico.
Luego se queja de cómo la interpretan, porque dice que su padre murió de una enfermedad mental y a ella le duele mucho, cuando la tratan de loca o de IDA. No diré que esta relación entre los dos acontecimientos tenga que ver algo más, Dios me libre, pero es que ella misma se lo busca con sus provocaciones.
La última se refiere a un enfermo que murió hace unos días por falta de médico en el Centro de Salud en Majadahonda, según comentan. Las enfermeras no podían usar fármacos sin presencia médica. Esto sí parece estar relacionado, caramba, y podría hacer pensar que hay que solucionar lo de las urgencias sin médico. Pues parece que no moverán un dedo. Además, ya han encontrado la solución. Resulta que sufrió un “infarto irreversible” en la misma puerta de las urgencias.
Es decir, diseñan la realidad de algo y, si luego no sucede así, entonces peor para la realidad. No cuenta la experiencia, de esta no se puede aprender nada. Anda y corre que vienen dando.
Es una persona tan indiscreta que no puede vivir sin estar todos los días en el candelero, pero para criticarla y corregirla, no por hacer cosas útiles y de interés para los ciudadanos. Siempre quiere sobresalir y triunfar. Cuando intuye que en algún sitio la van a recibir mal, por allí no aparece, en lugar de presentarse y pedir que le digan lo que se ha hecho mal para corregirlo.
Para ella solo existe Madrid, todo el mundo tendría que reconocerlo. España es mucho más que la capital. En lugar de tratar de arrebatárselo todo a los demás, habría que contribuir con las mayores capacidades que tienen los otros sitios y permitir que jueguen su papel. Pero no, lo que busca es que se establezcan todos y con todas sus empresas aquí. Este lugar es el único que les asegurará el éxito. Qué arrogante es.
Nadie puede competir, porque Madrid es España. Como si no lo supiéramos todos. No vale ser tan corto de miras, todas las ciudades de provincia son España. No podemos dejar ninguna fuera, es decir, debemos apoyarlas para que puedan extraer todas sus posibilidades.
Deberíamos trabajar para la conexión de muchas y hacer de todas ellas una. La unidad no puede conseguirse a base de rechazos, ni ridiculizándolas, sino resaltando lo que tienen de mejor como su propia identidad y riqueza histórica, turística, económica y demás. Hay que visualizar los valores de cada uno que no los tienen los demás. Esto nos hará cada vez más grandes.