Vivimos tiempos revueltos, tiempos fascinantes en los queel mundo cambia a ojos vista y en los que a diferencia de otras épocas nuestropensamiento puede ser útil, escuchado y quizás activar resortes insospechados.
A caballo entre un mundo que muere y otro que bosteza,desde este espacio Pensar en tiemposrevueltos, y con la libertad e independencia que me otorga Diario 16, yo volcaré mis pensamientos ydefenderé mi particular ideología. Buena o mala…pero mía.
Dejemos esto claropara empezar. Pensar no es fácil. Y mucha gente trabaja denodadamente parahacérnoslo más difícil.
Nunca lo ha sido.Cada generación creemos que estamos inventando la rueda, y que nuestrosproblemas son relucientes y nuevos a estrenar. Y yo pienso, porque intento pensaraunque me salga mal, que no es así. Los problemas de fondo son los mismos,comparten la misma raíz. En cada época se manifiestan de diferentes formas,pero es más de lo mismo, siempre es lo mismo.
En los días que noshan tocado, muchos dirán –no sin razón- “¡Quéimportante es pensar un poco en tiempos de Fake News y de redes sociales! Másde lo que nunca lo ha sido”. Y no puedo estar más de acuerdo con la primeraproposición… y menos con la segunda. Alguien lanza noticias, las inventa, laspatrocina, paga a quienes la difunden en extensas redes. Y así hasta que nosllegan. Siempre con visos de realidad, siempre plausibles, siempre apeteciblementeescandalosas. Y es extraordinariamente difícil en la maraña inmensa deinformación que nos llega dilucidar entre el grano y la paja.
Es un escenariodifícil, es cierto.
¿Pensamos que esmenos difícil vivir en un país sometido a una dictadura en tiempos en los queexistía UNA cadena de televisión, y UNA única prensa que lanzaba UNA únicaverdad? ¿Pensamos acaso que nunca había noticias interesada y escandalosamentefalsas? Si pensamos eso, pensamos mal. Aunque al menos pensamos.
¿Creemos acaso quecuando la palabra era silenciada, de forma legal, con penas de todo tipo,incluida la capital, era más fácil dilucidar la verdad? Si alguien estádispuesto a acabar con la vida de seres humanos por atreverse a decir laverdad… es obvio que está lanzando alguna mentira. Si no cree que esto es así,no sé si piensa bien o mal, pero piensa diferente a mí desde luego.
En otros tiempos, unasélites eran las únicas depositarias de la palabra escrita, las únicasautorizadas a escribir y copiar. No solo autorizados, prácticamente los únicosque sabían. Y solo podía uno enterarse de la verdad, o de algunas pequeñasverdades, con el boca a boca de quienes se jugaban el tipo para contarlas. Siempreha habido héroes anónimos… y también cotillas. Esto en una época en la que ademásno existía la movilidad geográfica y lo más usual era nacer y morir en tu mismopueblo.
Claro, en elsupuesto además de que fueras uno de los afortunados que saben leer y escribir.En este mismo país, en esta España mía y esta España nuestra, hace apenas cienaños (sí, aún hay personas vivas. Sí, nuestros abuelos y abuelas nacieron enesa España) la mitad de la población era analfabeta funcional. Si quierenremontarse algo más en el tiempo, háganse una idea.
Ninguna generación,en ninguna época, ha tenido fácil pensar. Quienes han ostentado en cada épocael poder, tanto político, económico, militar, como religioso…da igual…nuncadesean por definición que nadie piense en el estado y el porqué de las cosas, sopena de que se desee cambiar.
Y ahora dejemosesto claro para terminar. Pensar no es fácil. Y mucha gente trabajadenodadamente para hacérnoslo más difícil.
Vivimos tiemposrevueltos, tiempos fascinantes en los que el mundo cambia a ojos vista y en losque a diferencia de otras épocas más inmovilistas… Nuestro pensamiento puedeser útil y escuchado por múltiples canales y quizás, activar resortesinsospechados.
Claro que aún sesilencia, normalmente sepultado entre otros millones de informaciones, o através de altavoces mediáticos autorizados, o de mil una maneras como siempre.Pero también es cierto a que negarlo, que los métodos de silenciamientoactuales aun siendo por lo general tan efectivos como los antiguos, son eso síbastante más amables hoy en día y de consecuencias menos “definitivas”
Así que hagamos usode este momento especial que nos ha tocado vivir, a caballo entre un mundo quemuere y otro que nace, entre (Siempre es igual) una España que muere y otra quebosteza.
Desde este espacio,Pensar en tiempos revueltos, y con lalibertad e independencia que me otorga Diario16 yo volcaré mis pensamientos. Correctos, incorrectos…pero míos. Ydefenderé mi particular ideología. Buena o mala, pero mía.