Mientras en España se dirime el descomunal delito de un alto dignatario futbolístico consistente en un beso frente a muchos millones de televidentes, un cruel duelo tiene lugar en el resto del mundo que se ha visto inundado por una nueva versión de las películas del " salvaje Oeste americano". Me refiero por supuesto a los constantes tiroteos arancelarios que día si y día también abren nuestros siempre estimulantes telediarios. Son enfrentamientos sin piedad, como los del viejo Oeste solo que en este caso el característico revólver Colt de los pistoleros es sustituido por algún paquete de siniestros e intimidantes aranceles. Los distintos contendientes se miran, se estudian y valoran quien desenfundará más rápido, como en la películas de Sergio Leone.
Por ahora el papel de sheriff tipo Wyatt Earp lo desempeña Donal Trump a la perfección. Duro, rápido, seguro de sí mismo y sin compasión con el enemigo. Implacable desenfundando el arancel. Es capaz de dejar tieso al imprudente contrincante que se atreva a desafiarle.. Es el triste destino que le tocó en suerte al pobre Gustavo Petro que mordió el polvo perdiendo hasta la dignidad. En destacada interpretación de primera actriz tenemos a Claudia Sheinbaum en el papel de ranchera sensata sabedora de su impotencia frente al despiadado pistolero, que pretende negociar lo mejor que pueda un trato de seguro desfavorable para ella. Minimizar daños se llama eso. Tiene su chiste que la presidenta mexicana exigiera una culposa disculpa de los reyes de España frente al glorioso pasado azteca del que ella no es heredera ni en pintura y se le olvidase hacer lo mismo con los EEUU que le arrebataron la mitad de su territorio en la guerra de 1848. ¿ Se imaginan a México hoy en día con los territorios de California, Arizona, Nuevo México, Colorado, Utah y Texas? El ejército mexicano tendría que marchar bastante más al norte para evitar el paso de emigrantes ilegales. Pero en fin, cualquiera le tose a Trump "tiro rápido". Le podría colocar aranceles hasta en los frijoles.
Desempeñando con dedicación el papel de pueblo atemorizado tipo " Infierno de cobardes", la famosa película de Clint Eastwood, tenemos a los botarates líderes de la Unión Europea que corren, se reúnen, cacarean y amenazan como pollos sin cabeza. Están que no les llega la camisa al cuerpo solo de pensar en las armas del Sheriff norteamericano. Sudando solo de imaginar un auténtico averno arancelario. Como única e insuficiente protección cuentan con sus paneles solares y sus legislaciones verdes. No aguantarán ni el primer disparo de Trump. Me pregunto cómo van a explicar que el amigo inquebrantable en el enconado enfrentamiento con el amenazante Putin que iba a invadir Europa para probar el marisco gallego ( otro interés, francamente, no imagino), y con el cual cortaron todo lazo energético y comercial ( o eso dicen), el amigo inquebrantable, digo, en defensa de la libertad y la democracia se ha transformado, de la noche a la mañana en el peligroso rival capaz de volarles los sesos con un certero arancel. Vamos, como en " El hombre de las pistolas de oro" película en la cual, los sufridos habitantes de un pueblillo se dan cuenta de que el sheriff que han contratado ( Henry Fonda, un antiguo pistolero) para que les libre de unos maleantes se ha convertido en el amo tiránico de todo el cotarro, un tipo, el representante de la ley, al que todos temen. ¿ Todos temen a Trump? En realidad no. Queda uno que se mantiene firme. Ese es Pedro Sánchez, impasible el ademán progresista, dispuesto con la cartuchera sostenible que contiene sus balas verdes, rosas y moradas de ideales feministas e inclusivos para derribar la internacional ultraderechista encabezada por el temible Trump y su acólito Milei, un Lee Van Cleef de libro. Ese es nuestro Pedro Sánchez en modo " Solo ante el peligro". Gary Cooper no le llega ni a la suela de los zapatos, aunque francamente no veo a Yolanda Díaz haciendo de Grace Kelly.
Dios nos coja confesados. Y por cierto...¿ Dios pone aranceles para entrar en el Cielo? Creo que seguro que sí, que nos estamos portando muy mal.