No hace falta que les diga que será por culpa de Donald Trump y sus sueños imperialistas y alocados. Quiere que el Canadá sea el estado 51 de los EEUU... Quiere también Groenlandia y el canal de Panamá. Ahora quiere fastidiar a los palestinos expulsándolos fuera de Gaza y colocarlos en Cisjordania y Egipto. Una vez disponga del terreno quiere hacer un tipo de una Riviera mediterránea y una sucursal de las Vegas.
Fijémonos en otras de sus decisiones: Abandono del acuerdo de París sobre el cambio climático que niega por supuesto su existencia. También ha abandonado la Organización mundial del comercio y la Organización mundial de la Salud y, probablemente, otras que ahora mismo no recuerdo.
Se pasa el día en el despacho oval firmando decretos que, posteriormente enseña a los medios de comunicación, a los que invita solo si son de su cuerda. La última escena ha dado la vuelta al mundo, ¿Se imaginan a un presidente europeo con uno de sus ministros acompañado de su hijo en brazos?
Me viene una pregunta a la cabeza. ¿Quién manda realmente en este país? Personalmente tengo mis serias dudas.
También me gustaría saber su opinión sobre el proyecto de México de un nuevo canal que podría superar al de Panamá que ahora tanto reclama. Para su conocimiento incluyo el proyecto de dicho canal.
Pondrá aranceles para proteger la economía y controlará las fronteras de México y Canadá. La figura de Trump merece un capítulo más amplio, hoy, pero, permítanme que haga mención y dé a conocer la carta publicada que la presidenta mexicana hizo llegar al impresentable mandatario norteamericano, no pierdan detalle y a continuación la pueden leer, tal cual y con su castellano.
Cómo se suele decir con estos casos, la presidenta de México los tiene muy puestos.
Así que votaron para construir un muro... pues bien, mis queridos norteamericanos, aunque ustedes no entienden mucho de geografía, ya que para ustedes América es su país y no un continente, es importante que antes de poner los primeros ladrillos, se enteren de lo que están dejando fuera de ese muro.
Afuera hay 7000 mil millones de personas; pero como a ustedes tampoco les suena mucho eso de personas, los llamaremos consumidores. Hay 7000 millones de consumidores dispuestos a reemplazar el iPhone por el Samsung o el Huawei en poco menos de 42 horas. Además, pueden reemplazar el Levi's por Zara o Massimo Dutti. Tranquilamente, en menos de medio año, podemos dejar de comprar vehículos Ford o Chevrolet y reemplazarlos por un Toyota, KIA, Mazda, Honda, Hyundai, Volvo, Subaru, Renault o BMW, que técnicamente superan por mucho a los autos que ustedes producen.
Esos 7000 millones también podemos dejar de suscribirnos a Direct TV y no nos gustaría, pero podemos dejar de ver películas de Hollywood y empezar a ver más producciones latinoamericanas o europeas que tienen superior calidad, mensaje, técnicas cinematográficas y contenido. Aunque les parezca increíble, podemos dejar de ir a Disney y acudir al parque Xcaret en Cancún, México, a Canadá o a Europa: hay otros excelentes destinos en Suramérica, el Oriente y Europa. Y aunque no lo crean, incluso en México hay hamburguesas mejores que las de McDonald’s y con un mejor contenido nutricional.
¿Alguien ha visto alguna pirámide en Estados Unidos? En Egipto, México, Perú, Guatemala, Sudán y otros países hay pirámides con unas increíbles culturas. Busquen donde están las maravillas del mundo antiguo y moderno...
Ninguna está en Estados Unidos... ¡qué pena para Trump, pues, la hubiera comprado y revendido!
Sabemos que existe Adidas y no sólo Nike y podemos bien comenzar a consumir tenis mexicanos como los Panam. Sabemos mucho más de lo que ustedes creen; sabemos, por ejemplo, que, si esos 7000 millones de consumidores no compran sus productos, habrá desempleo y su economía (dentro del muro racista) colapsará al punto que nos rogarán derrumbar el fatídico muro.
Cordially,
CLAUDIA SHEINBAUM
Presidenta de México