Antonio Aguado Sánchez

Por la regeneración democrática (1)

28 de Julio de 2024
Guardar
Por la regeneración democrática (1)

Si España como ha expuesto Pedro Sánchez en varias ocasiones, fuera realmente una democracia plena, no haría falta que se lleve a efecto su anunciada regeneración democrática. Sin embargo, como consecuencia de la campaña detractora a la que está siendo sometida su mujer Begoña Gómez, ha reaccionado para hacer frente a esa situación personal, relacionándola con el gran déficit democrático que padecemos.

En este sentido, podía haber reaccionado anteriormente cuando, dirigentes de otros partidos y fundamentalmente de Podemos, fueron sometidos a campañas de acoso y desprestigio con falsas acusaciones, durante el gobierno de Mariano Rajoy, por mediación de las cloacas del Estado, con la participación de grupos policiales que, al respecto, se prestaron a realizar actuaciones ilícitas con total impunidad.

Cuesta mucho creer a Pedro Sánchez en su compromiso para regenerar la democracia, pues por donde primero tendría que empezar es por el propio PSOE, que como organización política tiene muchas (demasiadas) carencias democráticas. Prometió empoderar a la militancia y ha venido haciendo justo lo contrario, hasta el extremo de que actualmente las afiliadas y afiliados, no cuentan para absolutamente nada. Ha jerarquizado al Partido Socialista a niveles insospechados.

Los dos últimos congresos federales el 39 celebrado en Madrid entre los días 16 al 18 de junio de 2017 y el 40 en Valencia durante las fechas del 15 al 17 de octubre de 2021, se organizaron y llevaron a efecto para rendirle pleitesía a Pedro Sánchez, sobre todo en éste último pues su diseño, tuvo de todo menos democrático, hasta el punto de configurarse por cabezas de delegación que, evidentemente fueron los respectivos dirigentes territoriales quienes se autoeligieron, y después éstos eligieron a los delegados acólitos suyos y el colmo fue que entre ellos, hicieron cribas a las enmiendas a la ponencia marco presentadas por las afiliadas y afiliados en sus respectivas agrupaciones.

No hubo debate sobre la gestión de la ejecutiva y menos aún, se votó su aprobación o rechazo como siempre ha sido preceptivo. Se retiró la palabra a los jóvenes de Juventudes Socialistas y miembros de Izquierda Socialista, cuando pretendieron debatir sobre el modelo de Estado, para tratar de defender el republicano, que en el transcurso de la Historia del PSOE ha sido una de sus principales señas de identidad.

En el 39 congreso federal Pedro Sánchez se encontró con una ejecutiva heredada con 38 miembros, la mayoría impuestos por Susana Díaz y él expresó que, para hacerla más ágil y eficaz rebajaría su composición. Sin embargo, hizo justo lo contrario y la elevó a 49 componentes. La rebajó algo a 42 personas en el 40 congreso. Ha configurado un PSOE hiper jerarquizado, llevando este modelo al conjunto de los territorios.

Eso en lo que respecta a nivel interno, pero ya externamente ha configurado un gobierno excesivo de 23 personas, cuando Alemania con 83,8 millones de habitantes la composición de su gobierno es de 16 miembros. De entre los miembros del gobierno de nuestro país, Pedro Sánchez incluyo a dos ministros: Oscar Puente y Ángel Víctor Torres, que en las pasadas elecciones municipales y autonómicas se habían presentado para revalidar sus cargos de alcalde de Valladolid y presidente del Gobierno de Canarias respectivamente y Mónica García, igualmente para continuar como portavoz en la oposición por Mas Madrid en la Comunidad de Madrid.

Ha sido evidente, la falta de consideración y de respeto al electorado que, les votó para ejercer la oposición en sus respectivas instituciones. Ocurre lo mismo con Francina Armengol, que al no revalidar el cargo de presidenta del Gobierno de las Islas Baleares,  pasó a ocupar la presidencia del Congreso de los Diputados. Este tipo de actuaciones, dejan huellas con decepciones en la ciudadanía y no es de extrañar que, provoque en las elecciones un mayor incremento de la abstención.

Si de verdad Pedro Sánchez desea regenerar la democracia, debe demostrarlo con hechos y no retóricamente a través de palabras. De lo primero que, tendría que acometer es una ley de partidos políticos para desarrollar el articulo 6 de la Constitución: “los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”.

Pero por encima de todo está abordar el modelo de Estado, el actual representado por la Monarquía, fue impuesto mediante el referéndum constitucional celebrado el 6 de diciembre de 1978 y en su titulo preliminar, articulo 1 apartado 3 se contempla: la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.

En el título II de la corona y en su artículo 56 apartado 3 contempla el anacronismo de la inviolabilidad del rey: “la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad. Sus actos estarán siempre refrendados en la forma establecida en el artículo 64, careciendo de validez sin dicho refrendo, salvo lo dispuesto en el artículo 65.2”.

Ha transcurrido mucho tiempo desde la aprobación de la Constitución con el voto de personas en la actualidad mayores de 64 años (9.587.776 el 21% de la población), o sea, la cantidad de personas menores de esa edad es considerablemente superior y se les está imponiendo una Constitución que no votaron. En consecuencia, debería abrirse un nuevo proceso constituyente o hacer cambios profundos en la Constitución, para que a las generaciones que por motivo de edad no la pudieron votar, se les dé la oportunidad de participar en las reformas, que se estimen oportunas y convenientes.

Lo + leído