Del sugestivo tratado filosófico de Martín Heidegger sobre El Ser y El Tiempo,- invito a su lectura-, compendio unos pasajes que trata sobre “la pregunta que interroga por el ser”, que expone: “Como un buscar que es, ha menester el preguntar de una dirección previa que le venga de lo buscado”. “El preguntar tiene, en cuanto preguntar por. . . , su aquello de que se pregunta. Todo preguntar por. . ., es de algún modo preguntar a . . . “. “El preguntar puede llevarse a cabo como un no más que preguntar o como un verdadero preguntar”.
Enfoco lo anterior al hemisferio que me ocupa y me adentro en un “claro del bosque” donde, idílico ámbito natural, la esencia, existencia, empatía, ética y la razón, moran. Al irrumpir en el ágora que aflora, sueño que expongo, que transcribo y, que alguien con atención “no pierde ripio”.
¡Preguntar por lo que importa! Hacer la pregunta que indaga en los por qué de las vicisitudes y asuntos que nos conciernen. Explorar por qué determinadas cuestiones que tan directamente nos atañen y perturban, que damnifica nuestra entidad, no se preguntan, menos se debaten.
Por qué se evitan, soslayan, esquivan, eluden, cuando es evidente que están a flor de piel de los que desean, deseamos una mayor excelencia en la sociedad. Es, debería ser ineludible, no sólo por ética, obligado, que los periodistas, tertulianos, no den paso, pábulo, a una falsa o mendaz información. Y, hagan la pregunta que investiga cómo lo preguntado podría quedar, si no zanjado, sí esclarecido.
Que la respuesta a cada especifica pregunta sea tal, que no precise volverla enunciar, porque a los que les importa actuar, -la respuesta les apremia o les debe, por coherencia con su profesión, corresponder a ello-, despliegan las artes que crean y reforman normas que ofrecen explicación y colofón a lo que la respuesta encara, si con lealtad para con los ciudadanos, gestionan.
Con la serenidad que da la atenta reflexión a lo que ante nuestra cautelosa mirada acontece, y más si es ¿sueño?, el desasosiego, la aflicción, se asienta cuando constatamos cómo demasiados periodistas no se enfrentan, menos plantean, preguntas sobre temas que conciernen y, que enquistadas ante la falta de arresto de los pacatos, retrasan, aplazan medidas, reformas, leyes cardinales para toda sociedad que se enorgullezca de su trascendencia, no sólo ética. Preguntas, que bien salpimentadas, mejor objetadas, pongan, sin ambigüedad, sin fácil subterfugio, escaqueo, para el que lo ensaye, las respuestas sobre el plano de la actualidad que inquieta a los ciudadanos; temas que interesan, que perturban y son de obligada atención para los gestores nominados a lograr reformas eficaces para el conjunto de la ciudadanía. Y, ergo, la pesadilla no asalta el reposo.
Aunque asistimos a una reacción de laborosos periodistas contra la desinformación calculada, con más énfasis, como corresponde a un ente de todos, TVE, ninguno de los que dirigen el, los, programas, menos los tertulianos, han preguntado, hasta la fecha, (corríjanme si mi apunte es incorrecto), en modo alguno, por confinadas cuestiones que son elementales, básicas, que desvirtúa, enmarañando lo que concebimos como democracia.
Tenemos en el horizonte fallas, que ya la segunda república había afianzado, como la laicidad de nuestras escuelas. La separación iglesia estado. Y otras, que en la actualidad se han enquistado, enfermando nuestra comunidad rústicas voluntades avariciosamente caciquiles.
Y voy a ello. Y, pregunto por lo que no se pregunta:
-¿Por qué no paga impuestos la iglesia? ¿Por qué no pagan el IBI, se le va a exigir su abono, cuándo? ¿Van a continuar las iglesias, parasitando el ámbito escolar? ¿Se va a derogar eso de la inmatriculación, que no es otra cosa que una argucia que otorga permiso para robar? ¿Se les va a exigir devolver los terrenos, pisos, infraestructuras, patrimonio de todos, que nos ha desvalijado, expoliado, saqueado? ¿Cuándo?
¿Se va a requerir por ley, como han hecho en otros muchos, muchos, países, se indemnice a los violados, violadas, por esta ¿secta? con sede en el Vaticano?
Recordemos a Sinead O'Connor, por su música y por su valiente activismo social. Logró, entre otras conquistas, poner el foco a nivel planetario, en la pederastia de la iglesia, que pocos, o nadie, ninguno, se atrevía. El inquebrantable tesón de Sinead O´Connor abrió el camino que libró a muchos miles de adolescentes de ser violados por los que se proclaman representantes de dios. No la olvidemos. Fue una gran y empática mujer, que poniendo el dedo en la llaga de muchos incongruentes e injustos actos sin corazón, mejoró un poco, nuestra humanidad.
-La banca: ¿Va a restituir el dinero que le prestamos? ¿Por qué no lo devuelve? ¿Por qué nadie, ni siquiera el Banco de España, que digo yo, sería su obligación, denuncia lo que hasta la fecha, -entre sus incontables desmanes-, es la mayor estafa a los ciudadanos jamás cometida?
El llamado rescate, fue más "el gran sablazo". Les resultó orondo y hasta el presente perseveran en no soltar el botín. Sienten como suyo lo que no es, sin turbarles el sueño. Nos estafaron y ellos, los auxiliados, ladinos, campan por la vida sin afectarles su carencia de escrúpulos, cabeza en alto, con el empaque que da una faena, bien estofada.
-¿Cuándo se va a incluir en la Constitución que la sanidad pública sea un derecho, que nunca se privatizará? ¿Cuándo?
-¿Por qué el partido político, heredero del franquismo, declarado en varias sentencias como banda criminal organizada, por robar y malversar nuestros recursos, pendiente de más procesos y sentencias, más las que se están sabiendo y las que vendrán por su praxis mafiosa cometiendo? , con la ley en la mano, recrimino, ¿por qué esta banda de cuatreros, por méritos propios, no ha sido ya ilegalizada?
-¿Por qué se consiente que jueces y fiscales, aprendices de dictador, puedan asaltar nuestras reglas democráticas, intentando conseguir lo que el descerebrado golpista Tejero no pudo? ¿Por qué a los que tan palmariamente delinquen, no se les sienta en el banquillo de los facinerosos y se les juzga?
Tras el golpe del sanguinario Franco contra la legítima república, se nos impuso la monarquía.
-¿Por qué no se consulta en referéndum a nivel estatal si queremos monarquía o república, sí o sí, ya?
Que resulta república, Felipe VI tiene la opción si le agrada participar en la vida pública, de comparecer a las elecciones por algún partido o crearlo, e incluso optar a la presidencia de la república. Empero, en todo caso, los ciudadanos tendrán la última palabra.
Pongamos sobre el tapete la inoperancia, ineficacia, ¿cercana a la prevaricación?, del Tribunal de Cuentos, digo, de Cuentas. Su parálisis ante tantos casos de corrupción, ¿interesada?, ¿negligente?, favorece que el expolio de nuestros recursos, continúe e incluso se acreciente.
-¿Se va acometer una investigación en el Tribunal de Cuentas, para desentrañar por qué les resulta tan viable a esos depredadores representantes públicos trincar, malversar con tanta facilidad las arcas de todos, con, en incontables casos, total impunidad?
Tengo, tenemos más preguntas que buscan ilustración.
El periodista, insisto, debe, es su función, abrir debate, investigar sobre temas que los políticos, por falta de arrestos, intereses obscuros, soslayan y, reclamar respuestas a situaciones injustas, mejorables, o y turbias, como, entre muchas, más las anteriormente referidas, a la facilidad e impunidad que tienen nuestros representantes en ponerse el sueldo que rastreramente codician.
-¿Por qué, lo que resulta un lascivo expolio a las arcas, no se regula por ley, el salario de alcaldes, presidentes de comunidad, consejeros…, como así ocurre con el resto de trabajadores públicos?
El derecho a información veraz está blindado en la Constitución.
Sabemos de lo nefasto, preocupante y, de la conmoción que crean los manipuladores en el relato de las noticias. Estamos al tanto de cómo la sucia tinta y pérfidas lenguas, justifican, blanquean a los que expolian nuestras arcas, deterioran nuestra democracia, convivencia y dignidad. Sabemos que forjan conflictos ficticios, que se incrustan en las relaciones interpersonales, insertando discordia, confusión, odio. La constitución recoge el derecho a una información veraz. Con lo que, estos, a la postre, avarientos pícaros, que enlodan los vínculos sociales, deberían pagarlo con sanción o y rejas.
Falla la educación en los ámbitos escolares que no consiguen, menos se esmeran en desarrollar la capacidad de pensar, cuestionar, reflexionar, lo que favorece que la desinformación campe a sus anchas. Y los enredadores y fangosos medios, entusiasmados. Si nuestra facultad, inteligencia analítica, de razonamiento no es más objetiva y, no nos preocupamos por obtenerla, ni de facilitarla, a los malvados, con notorias patologías varias y muchos recursos arramplados, les estamos poniendo la alfombra roja.
El adoctrinamiento durante la genocida dictadura fue muy eficaz Anestesió la capacidad de reflexión. Es la obligación de toda democracia continuar investigando, estudiando, cómo se puede lograr que los ciudadanos, a nivel planetario, desarrollen un pensamiento crítico, donde la lógica, la razón y la ética prevalezcan. Pero mientras tanto, sí sabemos que si incluyéramos de una vez, más solemnemente, con pedagogía actualizada, el estudio de la filosofía y de nuestra historia, en nuestras aulas, la capacidad de razonar y reflexionar se amplificaría hasta el punto de colegir con meridiana claridad, sin posible autoengaño, si lo que pienso es fruto de mi reflexión o reflejo de lo adoctrinado. Si filosofo yo o soy el médium del pensamiento de otros.
Concluyo. Resulta estéril, desasosegante, pedir, exigir a los medios, -hay que continuar haciéndolo con firmeza - honestidad; que la empatía, la ética, brille por encima de sus faltriqueras. Tenemos, no obstante, algo es algo, a la televisión pública que, debiendo ser más incisiva, le corresponde, es su función, abordar estos y muchas temáticas más, que preocupan y retardan avances necesarios, convoquen a la tertulia a interlocutores que tengan potestad de gestión, sobre lo cuestionable, lo mejorable, preguntado, debatiendo, sin dejar que los argumentos, disecciones, conclusiones, campen por los riscos del tío cacique, trepen por peteneras, o y dejen revueltas las churras con las merinas en el chiquero de la argucia.