Para algunos que argumentan sobre el conflicto de la Franja de Gaza, un supuesto odio antisemita de los occidentales favorables a la causa palestina, les dejo una serie de aclaraciones:
1. *Incompatibilidad entre apoyar a Palestina y ser antisemita*: Es incompatible, en este conflicto, tomar partido por alguno de los bandos y ser antisemita, ya que el concepto "semita" se refiere a una etnia determinada por la zona geográfica, y tanto palestinos como israelíes, en su inmensa mayoría de población, son ambos semitas.
2. *Diferencia entre sionismo y judaísmo*: Otra cosa diferente es el sionismo o anti-sionismo. Para empezar, es importante definir el "sionismo": ideología que defiende un estado judío y su extensión a lo que esta religión entiende como "tierra prometida". En este sentido, creo que es muy importante destacar:
- *Postura de calidad democrática*: En el Estado de Israel, como en todos los estados, no existe una uniformidad social en materia religiosa. Hay judíos, ateos, incluso población árabe cristiana, etc. Es decir, hay una variedad diversa en cuestión de materia religiosa. Por simple calidad democrática, tiene la obligación de ser imparcial y, por tanto, la obligación democrática (como cualquier estado democrático) de no procesar religión oficial (ninguna).
- *Ser judío*: No es una cuestión nacionalista, sino de comunidad religiosa. Ser judío es profesar la fe judía y ser bautizado en ella, y esto se puede hacer o no, desde cualquier parte del planeta, tengas el origen que tengas (al igual que ser católico, protestante, testigo de Jehová, budista, etc.).
3. *Reconocimiento de estados*: Reconocer el Estado de Palestina no significa no reconocer el derecho a existir del estado de Israel.
4. *Expansión territorial*: No reconocer a Israel el derecho a la expansión imperialista militar en busca ideológica de la ocupación de lo llamado "tierra prometida" no significa desear la destrucción de Israel. Tan solo significa estar a favor de la declaración de 1948 de Naciones Unidas, donde se limita su extensión.
*Conclusiones*
A) *Apoyo a Palestina y antisemitismo*: Estar a favor de Palestina no es ser antisemita (la mayoría de los palestinos son semitas).
B) *No reconocimiento de la religión como base del estado*: No reconocer, por exigencia de calidad democrática, a ninguna religión la capacidad de tener en propiedad un estado (habría que revisar el estatus de la Ciudad del Vaticano también) no significa ser anti-judío (pues no es negar a nadie el derecho a seguir esta doctrina ni perseguirlo por hacerlo), pero sí significa ser anti-sionista, porque niega (por exigencia democrática y no por odio) la capacidad de una religión de tener en propiedad un estado, o dicho de otra manera, se niega la pertenencia nacionalista a un territorio por el hecho de tener un sentimiento religioso, y eso no es malo, es exigencia democrática.
C) *Ideología sionista*: Es importante destacar que la ideología sionista (una ideología dentro del judaísmo y no el judaísmo en sí mismo) es el causante ideológico de esta guerra en su afán imperialista por ocupar la totalidad de lo que entiende por "tierra prometida". Y por tanto, soy anti-sionista, pero no anti-judío, porque no reconozco a ninguna religión el derecho de tener un estado y porque estoy en contra de esa interpretación de "tierra prometida".
*La otra parte: Hamás*
Hay que tener claro que Hamás es una creación israelí, y que hoy en día su acción política (de alto nivel) está basada en las órdenes de la inteligencia israelí, pese a que su crecimiento y bases de apoyo social estén fundadas en el extremismo palestino llevado por el odio y la desesperación de la acción militar israelí, completamente engañados, pensando que apoyan algo autónomo, cuando en realidad, la maldad de Netanyahu y su gobierno (cercando suministros de alimentos y agua para no matar a niños con bombas solo, sino por desnutrición e inanición) no tiene límite ni con los suyos, siendo capaz de tolerar e instar acciones terroristas crueles pero controladas en su dimensión, para justificar su acción ideológica de expansión territorial a tierras que no le pertenecen, y su odio (no de limpieza étnica, ya que los suyos son también semitas) sino de imposición de moral ideológica, en una exterminación religiosa de la comunidad religiosa árabe, al menos en lo que considera "tierra prometida", y si en un futuro se ve con fuerza militar para poder llevarlo a cabo, en un avance militar exterminando a todo árabe de la misma manera que Hitler extermino a los Judíos.
Por todo ello, URGE:
1. *Reconocimiento internacional sin fisuras de ambos estados*: Es fundamental que la comunidad internacional reconozca sin ambigüedades el derecho a existir de ambos estados, Israel y Palestina.
2. *Búsqueda y captura de Netanyahu y su gobierno como criminales de lesa humanidad*: Es necesario que se tomen medidas para hacer responsables a los líderes israelíes por sus acciones, que se consideran crímenes de lesa humanidad.
3. *Acción militar terrestre internacional de desmantelamiento de Hamás*: Es importante que se tomen medidas para desmantelar a Hamás, pero de manera que se evite el sufrimiento de la población civil.
4. *Obligación a Israel de replegamiento a los límites marcados en 1948*: Es fundamental que Israel se retire a los límites establecidos en 1948, para permitir la creación de un estado palestino viable.
5. *Acciones sociales de alianzas internacionales que refuercen la convivencia social entre árabes y judíos*: Es importante que se promueva la convivencia y la cooperación entre árabes y judíos, para construir una paz duradera.
6. *Obligación internacional impuesta a ambos estados como condición para ser reconocidos del no procesamiento de religión oficial*: Es fundamental que ambos estados se comprometan a no procesar religión oficial, para garantizar la igualdad y la libertad de todos los ciudadanos.
*Revisión del estatus de la Ciudad del Vaticano*
Cosa aparte, pues no lo quiero dejar en el aire, cuando aludo a la revisión de los términos jurídicos de la Ciudad del Vaticano, por las mismas razones de no compartir el sionismo, no me refiero a una destrucción de ellos o una pérdida de su propiedad en sí, pero hay fórmulas intermedias, por ejemplo, el cambio de régimen jurídico, dejando de ser estado, para ser una especie de capital del catolicismo mundial, para los asuntos de las Diócesis con autonomía propia en el territorio sin capacidad internacional de estado, en régimen por ejemplo de abadía. Así, no tendría capacidad oficial de diplomacia más allá de la influencia de ser una fe con millones de seguidores en todo el globo (pero sin la capacidad legal de estado), tendrían autogobernanza y sitio físico de su sede, pero sin tener en propiedad ni capacidad de nación, dedicándose exclusivamente a las cuestiones de su fe y influyendo como fe en sí misma y nada más.