No puedo decir que estos dos personajes merezcan mis simpatías, más bien pertenecen a un elenco de seres despreciables entre los que ocupa un lugar destacado, Netanhayu, el “carnicero de los palestinos”, y otros/as como Milei, Bolsonaro, Orban, Vance, Musk, Isabel Díaz Ayuso, Abascal, y otros pertenecientes a la extrema derecha europea y a algunos sectores de la derecha.
Pero vamos al grano, Donald Trump es un personaje perverso, fanfarrón y prepotente, que se siente muy cómodo acogotando al débil de Zelenski, pero que se baja los pantalones ante el poderoso Putin. Lo típico de gente de esta calaña: fuerte con el débil pero débil con el fuerte.
Entre las muchas promesas de Trump, que no cumplirá, es la que hizo en referencia a la guerra Rusia-Ucrania que terminaría en “tueni for aurs” (24 horas). ¡Mentira!
Por supuesto que su interés mediador no está orientado a hacer el bien, porque de paso se llevará una “mísera” comisión consistente en el 50% de los minerales de tierras raras, ucranios, también llamados lantánidos que, como sabemos, tendrán una gran importancia tecnológica de cara al futuro.
Pero como decimos por aquí, “van pasando las semanas y no nos comemos el arroz con conejo y con serranas”, porque como hay negociaciones no hay guerra, aunque Putin se la pasa por el arco y Europa y EEUU, otrora socios de Ucrania, han suspendido en gran parte las ayudas pero, sin embargo, Putin está aprovechando que existe una Ucrania débil, para seguir su avance conquistador.
¿Alguien piensa que cuando se hable de paz en serio, Putin va a renunciar a un solo centímetro de territorios conquistados? Por supuesto que no, las contrapartidas ucranias habrá que buscarlas en una vinculación a la Unión Europea pero sin acercarse a la OTAN que está prohibido. Mientras tanto, Rusia, que no se resigna a recuperar lo que fue la antigua URSS, seguirá ejerciendo su presión en busca de conseguir “Bielorrusias”, siendo las débiles Moldavia, Azerbaiyán y Armenia unos blancos muy apetitosos para ser subsumidos por Putin, sin descartar a Polonia que, como se dice vulgarmente, aunque mejor armada, tiene sus partes nobles en el galillo, porque no es nada para el gigante ruso armado hasta los dientes de misiles nucleares.
Sigamos con el relato, Trump, cegado por su soberbia y la fuerza rusa, va viendo pasar las semanas sin que se avance en su promesa de lograr la paz en 24 horas, ya prescritas, por lo que va perdiendo al no cobrar su deuda en forma de minerales de tierras raras. Mientras tanto, Ucrania sigue perdiendo territorios, que día sí y otro también son anexionados por el bando ruso que, en estos momentos, se presenta como el único vencedor claro, ¿se habrá dado cuenta Trump de que se la están dando con queso?
Conclusión, la entrada de Trump como mediador en el conflicto bélico Rusia-Ucrania, no ha traído la solución pero sí un fiasco negativo, principalmente, para los intereses ucranios.
¿Qué pasará a partir de ahora?, ¿”chi lo sa”? Estamos en un avispero, otro más si lo unimos al genocidio palestino que al menos le va a servir a Trump para hacerse un resort en el que colocar a la gente guapa de EEUU, y amigos de Israel y el resto del mundo mundial.
Veremos que ocurre en las elecciones de medio mandato porque la historia de Trump habrá que verla y juzgarla al final.
Y espero y deseo que no le vaya bien para que el pueblo de los EEUU no cometa de nuevo un error como la elección de semejante rufián.