En la localidad de mi residencia - La Garriga (Barcelona) - se edita una revista semanal donde colaboro. Algunas veces los lectores de la misma se me dirigen haciéndome comentarios de mis escritos cosa que, naturalmente, agradezco muy sinceramente. En ocasiones me sugieren temas de que hablar según sus preferencias (Recogida domiciliaria de basura, Impuestos y tasas municipales, pero ahora, de forma sorprendente, de la situación de la vieja Europa).
Lo que significa que la gente sigue, con mucha más atención que antes, los telediarios desde que Donald Trump es ahora el presidente de los USA y, una de las noticias de estos días es la posible finalización de la guerra de Ucrania, pero tal como expresa el mandatario norteamericano, de acuerdo con el ruso Putin y despreciando, ignorando y casi humillando a Europa.
La Europa imperial desapareció a finales del siglo XlX con la práctica liquidación de los antiguos imperios que, durante muchos siglos, habían dominado casi todo el planeta. Inglaterra, España, Francia y Portugal perdieron una gran cantidad de colonias, las pocas que conservaban quedaron libres después de la segunda guerra mundial.
Sin ningún tipo de duda las dos guerras mundiales debilitaron enormemente el poder de la vieja Europa que ya no fue la misma de antes. En la edad media, y parte de la moderna, Europa tuvo un gran desarrollo en todos los aspectos, cultural, musical, arquitectónico, lingüístico, pero también en el político y militar que después se convirtió en económico gracias al expolio practicado de las colonias conquistadas.
Ahora el poder ha ido cambiando de manos, el petróleo y ahora la energía nuclear se encuentran en muy pocas manos y son las que deciden cómo funciona el mundo. Ante China, Rusia y USA la vieja Europa no tiene el coraje ni la fuerza suficiente para hacer frente a estas potencias, y es así por mucho que el francés Macron haya convocado una conferencia motivada por la reunión Putin/Trump, por la paz de Ucrania, ninguneando a Europa.
Hace pocos días, en este mismo medio, publiqué un artículo titulado: El Planeta Tierra está en grave peligro. En el comentaba las representaciones de Trump y Musk en el despacho oval de la Casa Blanca, este último con su hijo de cuatro años en brazos. Llegue a preguntarme ¿Quién es el que manda realmente? Y sigo teniendo mis dudas
Hoy no mandan la razón ni el sentido común, hoy los que mandan y toman decisiones son unos descerebrados cargados de recursos económicos y. hoy por hoy, no veo la forma de que cambie a mejor en un próximo futuro.
He hecho caso a una de las sugerencias recibidas de mis lectores y, aunque seguro que no les agradará, lo he hecho expresando mi opinión sincera tal como lo pienso y con total objetividad. Reconozco que, nunca como ahora, desearía estar equivocado.