¿Quién deseduca a quién?

Carles Batalla
01 de Diciembre de 2020
Actualizado el 18 de octubre de 2024
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quién educa a quién

“Cuando critican que el catalán comience a adquirir predominio en ciertos ámbitos, lo hacen porque eso conlleva la pérdida del predominio absoluto del castellano. No temen que el castellano desaparezca de Cataluña, es una estupidez pensar eso, lo que temen es que el castellano pierda el predominio absoluto en Cataluña. Los catalanes no pretenden que se hable catalán en Málaga o Castilla-La Mancha. No sé de ningún catalanista que defienda eso. En cambio, los castellanistas sí que defienden que el castellano sea dominante en Cataluña, que sea su lengua principal. Aunque lo disfrazan al hablar de lengua de comunicación o de encuentro”. Lo dijo en una entrevista en 2008 Juan Carlos Moreno Cabrera, Doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Autónoma de Madrid de la que es catedrático de Lingüística General, tan madrileño como Espe o Ayuso y cuya credibilidad es inversamente proporcional a su protagonismo en los medios con sede en Madrid.

Sus teorías hubieran sido el contrapunto perfecto para el aquelarre españolista en el que se convirtió el programa ‘Quién educa a quién’ de TVE1. Y eso que la cosa prometía con el actor Daniel Grao, profesor en la serie ‘Hit’, que empezó eligiendo el plurilingüismo aunque lo estropeó con una experiencia personal sobre asesores lingüísticos de TV3 que pulían su catalán, como si en cualquier otra cadena no se preocuparan de una dicción impoluta en castellano. Otra pobre víctima de la immersión que tuvo que irse a ganar la vida a la capital…

La cosa se puso fea con los tertulianos: Isabel San Sebastián, que lleva tiempo esparciendo naftalina y clasismo, se obcecó en llamar “vascuence” al euskera pocos días después de que en Twitter Rosa Montero calificara de “artificial” la lengua propia de Euskadi; un profesor con un lazo naranja en la solapa (¿si no son amarillos ya no violan la neutralidad del espacio público, ni adoctrinan, ni son supremacistas o lazis?) recitó los artículos de la Constitución favoritos de los unionistas (olvidó mencionar que en uno de ellos se establece la imposición del castellano) y Anna Grau, que en el rol del converso estilo Tamayo difundió las mismas patrañas de Jiménez Losantos que Vox ha normalizado: la Generalitat es hispanófoba, odia el castellano y controla la lengua de los niños en el recreo… Mentalidad madridista lobotomizada al calor de puntopelotas y chiringuitos (si no se les beneficia lo suficiente, creen que les están robando). “Hablar de marginación del castellano es añadir a los odiosos trucos del genocidio franquista un plus de ignominia”, dijo el escritor Joan Fuster.

Pero faltaba la puntilla del espontáneo que proclamó que en los establecimientos comerciales de Cataluña no te atienden en castellano. Nadie le retó a entrar en un local catalán a comprobar la falsedad de su dogma. Este ‘cayetano’ con look Montesinos milita en las Nuevas Generaciones del PP y se ha fotografiado con Cayetana Álvarez de Toledo junto a otros borjamaris, ansiosos de predicar las pestes de todo nacionalismo distinto al español. Puso el broche de oro con la muletilla de España como “Estado de derecho democrático” en una noche de amnesia generalizada: se le olvidó mencionar que esa misma semana el TC avaló la ley mordaza y las devoluciones en caliente de inmigrantes y el hecho de que quemar la bandera española será un delito de ultraje a la nación. Y que el autor de la matanza de Atocha salía anticipadamente de la prisión donde en cualquier momento puede entrar Pablo Hasel por cantar que Juan Carlos I es un ladrón. El mismo rey emérito que vive refugiado en un resort de lujo en Abu Dhabi a razón de 11.500 euros la noche pagados por todos los contribuyentes. Y podríamos seguir hasta el infinito con atropellos que encajan mejor con un régimen autoritario: Cassandra Vera y sus tuits sobre Carrero Blanco, tirititeros, Alsasu, CDR, Tamara Carrasco o las recientes multas a Teresa Rodríguez, por decir que Utrera Molina participó en la ejecución de Puig Antich, y a la activista del Coño Insumiso por ofender los sentimientos religiosos. Nacionalcatolicismo y nacionaljudicialismo.

Al periodista Miquel Ramos apenas le dieron dos turnos de palabra, que aprovechó para decir que en el País Valencià todavía no puede verse TV3. Antes de que un joven políglota le pidiera no ser interrumpido, San Sebastián presumió de los 400 millones de castellanoparlantes (¿cómo puede estar en peligro entonces?) conseguidos, en buena parte, gracias a la colonización violenta de América celebrada cada 12-O, y para invocar el mantra del requisito en los funcionarios. Como si después de aprenderse de memoria miles de artículos fuera tan difícil aprender otra lengua románica, olvidando que lo relevante es garantizar al administrado el derecho a ser atendido en su lengua materna, sea castellano, catalán, euskera o gallego.

Curiosamente nadie recordó que las notas en lengua castellana de los alumnos catalanes en Selectividad acostumbra a situarse por encima de la media española, casualmente nadie hizo alusión a que en octubre el Supremo prohibió el uso exclusivo del catalán en las comunicaciones entre las administraciones catalana, valenciana y balear. Debió ser mala suerte que nadie se acordara que en 2019 el dinero público destinado al Instituto Cervantes se incrementó un 4,3% hasta los 129 millones o que nadie explicara por qué el catalán, el euskera y el gallego están prohibidos en un Senado que es una cámara de representación territorial. Y sería interesante ver cuántos escritores gallegos, catalanes o vascos figuran en los planes de estudio de Castilla León, Extremadura o Cantabria. Si alguien tiene interés en conocer las discriminaciones que sufre la lengua catalana, que entre en la web de Plataforma per la Llengua y conocerá casos reales con nombres y apellidos.

En conclusión, un sesgo ideológico que se pareció demasiado al de la época Urdaci, pero que no es de extrañar viendo quien maneja los hilos de la televisión pública. Es Enric Hernàndez, que al frente de El Periódico publicó como exclusiva una falsa nota de la CIA con tachones, faltas ortográficas y fechas no coincidentes tras los atentados yihadistas en las Ramblas de Barcelona. Hace dos semanas el Consejo de Informativos de TVE catalogó de “más sombras que luces” su primer año al frente del nuevo cargo de Información y Actualidad y recordó que el 65% de la plantilla rechazó en referéndum su nombramiento. Ahora se rumorea que quiere fichar a la pepera Norma Duval para el programa matutino...

En el país donde se llevan 39 ediciones del concurso escolar ‘¿Qué es un rey para ti?’, en el que Celia Villalobos cocinaba en Masterchef poco después de asegurar que “Franco hizo un país socialdemócrata”, en el que el 20-N volvieron a celebrarse misas franquistas y en el que la Asociación de Prensa de Madrid despacha con silencio cobarde y cómplice las actitudes indignas de sus medios de derecha, sigue vigente la frase de Ovidi Montllor: “Hay gente a la que no le gusta que se habla, se escriba o piense en catalán, es la misma gente a la que le molesta que se hable, se escriba o se piense”.

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