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¿Quién mantiene a Le Senne presidiendo el Parlament Balear?

25 de Febrero de 2025
Actualizado a las 9:00h
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Le Senne

Aunque ocurrió en junio de 2024, la mayoría recuerda que el de Vox rompió una foto de tres mujeres de las muchas que asesinaron los franquistas tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936. Fue durante una sesión plenaria y dos días después reconoció en público que había "perdido los estribos", por lo que debo pedir disculpas a todos los caballos del mundo al mencionar algo que ellos sí saben llevar con una decencia que jamás pierden, y porque también me recuerdan a mi único dios, el "alazán" de Yupanqui.

De regreso a la especie humana deduzco que si el Reglamento del Parlament Balear no permite que su presidente pueda apropiarse de algo que pertenezca a otro parlamentario, como la foto de papel que Mercedes Garrido tenía en su ordenador, y mucho menos destruirlo, es de suponer que a Le Senne se le podría acusar de algún otro delito además del de odio, y no me refiero solo al de abuso de autoridad. Quizás se ha hecho, pero pienso que la sentencia le podría condenar, además, a devolver la misma foto que destruyó, pero bien enmarcada, para colocarla en todos los despachos y otras dependencias del Parlament como lección viva y para siempre de lo que nunca deberá repetirse.

Hablando de Le Senne, resulta que el juez que instruye las querellas por delito de odio acaba de declarar, a expensas de lo que decida la Audiencia, la apertura de juicio oral, aunque, y como otras veces en según qué casos, contra el criterio del fiscal, una anomalía que nos remite a la numantina defensa de la infanta Cristina que el fiscal Horrach protagonizó durante la instrucción del Caso Noos para intentar que el juez Castro no pudiera sentarla en el banquillo. Y también a la resolución de marzo de 2022 del fiscal general anticorrupción, Alejandro Luzón, para impedir que el hoy residente en Abu Dabi fuera juzgado por delitos que el propio fiscal sostenía en su escrito que habría cometido.

Para encontrar la respuesta a los "casos" que se producen "según", nunca debe descartarse la pista de quien o quienes se benefician.

Pero usted ha leído "¿Quién mantiene a Le Senne...?" en el título porque no estoy de acuerdo con que desde el Cuatro Poder que vive de la libertad de información se practique masivamente la autocensura cuando contar la verdad deja con las vergüenzas al aire a quien, como si no fuera suficiente privilegio, disfruta además de algo tan despreciable como poder delinquir sin miedo a la justicia porque le da la real gana a él en persona y así lo hizo constar. Y si no, que se lo pregunten a la misma Carmen Calvo a quien el 9 de mayo de 2022 aún no le habían tapado la boca con la presidencia del Consejo de Estado.

Le Senne sabe, como todo el mundo, que "quien a buen árbol se arrima..." y, ni corto ni perezoso, cuando un mes después de lo del odio en el Parlament tuvo que acudir a la reunión protocolaria que, como todos los veranos, convoca en el Palacio de Marivent de Palma quien reside en el Palacio de la Zarzuela de Madrid, decidió implicarlo, pues al finalizar informó a la prensa que "Ha entendido perfectamente lo que ocurrió y lo que todo el mundo sabe, que fue accidental".

La categoría de la "sombra" elegida por Le Senne para, más que cobijarse, blindarse, se comprende mejor recordando que el "implicado", además de cometer delitos impunemente, es también el MASUFA, acrónimo del Mando Supremo de las Fuerzas Armadas que le adjudica el artículo 62.h de la Constitución y que supone una amenaza constante para la democracia.
Porque, aunque Le Senne le comentara algo en privado durante la audiencia veraniega, si no hubiera informado a la prensa nunca lo habría colocado ante la tesitura de hacer salir al jefe de su Casa Real para, por ejemplo, desautorizar la información del presidente de un Parlamento autonómico, incluso sin necesidad de desmentirla porque, ¿a qué viene arrogarse el privilegio de informar sobre las opiniones del jefe del Estado?

Resumiendo, lo de menos es que la destitución de Le Senne dependa solo de un PP cuyos portavoces aumentan el tamaño del ridículo que hacen cada vez que les preguntan, pues ya no les quedan balones para tirar fuera cada vez que se atreven a balbucear una respuesta.

Por su parte, la aparente debilidad del jefe de un Estado cuyo modelo no elegible nunca debería haber sido restaurado permite al presidente del Gobierno imaginar que puede manejarlo a su antojo, pero oculta el peligro que significa su complicidad con posiciones contrarias a la democracia, que fue lo que significó su inacción ante las declaraciones de Le Senne y que, a la postre, contribuye decisivamente a mantenerlo en su puesto.

Además, lo que decía: todos los medios informando de que Le Senne será juzgado, pero ninguno, salvo error u omisión por mi parte, recordando que se había blindado con Felipe VI al revelar su respuesta.

Y, por último, si la ley del más fuerte que avanza imparable en las relaciones internacionales se termina importando como fórmula para "resolver" también los conflictos internos en las democracias, podemos comenzar a buscar otros nombres para calificar unos sistemas políticos que creíamos conocer.  

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