Esta semana le tocó al Estado de Los Ángeles. Esto es como una siniestra ruleta, que tarde o temprano afectará a todos. Y nadie escapará a medio plazo.
¿Por qué arrestan a los inmigrantes? Por no tener documentación legal y por ser criminales. Da igual si llevan 30 años en Estados Unidos, si tienen un trabajo digno, si sus hijos asisten a la escuela allá o si poseen nacionalidad estadounidense.
Es un caos total. Las fuerzas del orden detienen a quien encuentren en las calles, en sus lugares de trabajo o en cualquier sitio donde busquen protección.
Los manifestantes responden lanzándoles huevos, bloqueando el paso de las camionetas y patrullas blindadas. Utilizan cargas, balas de goma y de todo para contenerlos.
A veces, el padre es deportado y dejado en su país de origen, mientras dejan a la madre con hijos en el país. Esa es la política.
Si de algo estamos seguros con Trump, es que no pasa día sin que algo nuevo nos sorprenda. No se puede estar quieto, porque le atormentan las negras ideas que fluyen en su cerebro derretido y que le hacen enloquecer más cada día. Merece la pena analizarlas.
Los inmigrantes, procedentes de África, Asia y América del Sur, están "envenenando la sangre de nuestro país”, como si ellos mismos no hubieran sido emigrantes pistoleros, que se apoderaron de todo lo que pudieron y más. Incluso pelearon entre sí unos contra otros. La expresión procede de “Mein Kampf”, de Hitler: Los judíos estaban “envenenando” la sangre alemana.
Llama "plaga" a sus rivales políticos Trump. La palabra también la usaron los nazis contra los judíos. Son prejuicios raciales capaces de encender a la derecha, qué es lo que busca.
¿Qué es Estados Unidos ahora para los inmigrantes? Un “refugio para criminales sedientos de sangre”. Por eso hay que expulsarlos del país Así liberará a la nación que no es libre. Tal sistema político es “podredumbre”. Él ha llegado para cumplir un designio divino. Su alternativa es la expulsión de la inmigración. No se le ocurre legalizarla, ya que, además, la necesita.
Las elecciones de 2020 no las perdió él, se convirtieron en una “gran mentira” (expresión que también sale en “Mein Kampf”), como puede verse. Pocas son las novedades de las ideas de Trump. Lo que nadie le discute es ser el dueño del poder, que utiliza contra todo el que no sigue su ideología MEGA.
Lo tiene fácil, dado que solo hay dos líderes internacionales que no se dejan pisar: la Rusia de Putin y la China de Xi Jinping. De Putin se considera amigo. Y a Xi le teme, por eso negocia con él.
Ahora está dedicado plenamente a las redadas. Para ello, emplea los agentes de ICE, que se encargan de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos. Sus funciones son identificar actividades criminales y eliminar amenazas a la seguridad pública y de las fronteras. Al recibir la orden de actuar, no se detienen ante nada.
En el momento están limpiando distintas zonas de Los Ángeles. Nada los detiene, ya que los inmigrantes no tienen derechos humanos ni acceso a un abogado. Emplean todos los medios para hacerlos actuar y firmar cualquier documento. Dentro de las camionetas blancas, que es donde los introducen esposados, ya tendrán tiempo pensárselo.
Los Ángeles es un lugar santuario. Las autoridades están muy irritadas, pero los agentes ICE, armados con equipos antidisturbios, siguen a lo suyo. En un restaurante de San Diego se presentaron para detener a empleados de cocina. Comensales y vecinos les obligaron a recular y a abandonar, de momento.
En todos los sitios a los que llegan, generan caos y pánico. Los migrantes se ocultan para no ser capturados, porque esto se ha convertido en una cacería. Los paraliza la angustia.
En cambio, Trump no cesa en su postura; en el país, se producen protestas y enfrentamientos con los agentes. Como respuesta, envía 2.000 soldados de la Guardia Nacional para sofocar las manifestaciones.
Las tensiones aumentan, proclama el gobernador de California, mientras Trump se queja del poco apoyo de las autoridades locales, llegando a calificar a los responsables de la policía migratoria como "villanos y demonios".
En Los Ángeles la situación se complica. Se acusa a Trump de no respetar la autoridad ejecutiva del gobernador. Se considera un "alarmante uso de poder". Los legisladores republicanos confrontan a los demócratas y el presidente insiste en la necesidad establecer la "legalidad y el orden".
Los disturbios se tornan cada vez más violentos. Hay policías por todas partes. Se espera que machaquen a quienes protestan a favor de los derechos civiles. Esto nunca había sucedido antes. Marines en activo llegan al lugar. Tom Homan amenaza con arrestar a la alcaldesa de Los Ángeles y al gobernador de California, si se excedieran en sus competencias. La desescalada no cede y la situación se vuelve peligrosa. California denuncia una "violación de la soberanía" en el Estado. ¿En qué acabará todo esto?