Keir Starmer va pasito a pasito acercándose a la UE como era de esperar. Por mucho que siga gritando a los cuatro vientos que Reino Unido nunca volverá a la Unión Europea, poco a poco van pasando por el aro…
Estos pasitos continuos y agachando la cabeza por parte de los británicos a buen seguro le está dando grandes alegrías a los “malvados burócratas de Bruselas”, término con el que los populistas rellenaban su discurso de habladuría antieuropeísta, que ven como la arrogancia con la que salieron de la UE en 2020 se va disolviendo como un azucarillo.
Cada varios meses revisito la situación de Reino Unido respecto al Brexit y el camino sigue claramente hacia un paso hacia atrás en el proceso de salida de la UE y cada vez que hay reuniones con los dirigentes del bloque se pueden ver cómo se va cediendo más y más. Yo como residente en Reino Unido desde 1998 tengo un interés en que la situación llegue a reconducirse y me alegrará enormemente el decirle a todos los que votaron por salir de la Unión Europea ese “I told you so” (ya te lo dije) una vez se vuelva al sentido común y al redil de un bloque del que jamás debimos salir.
Trump está de vuelta y Reino Unido no va a ser socio prioritario de unos EE. UU. que van a aplicar una política comercial proteccionista y que va a suponer otro puñetazo a las exportaciones de Reino Unido que cayeron tras el Brexit.
Con EE. UU. alejándose y dejando de ser un posible salvavidas en la situación económica británica la opción más cercana y que daría más beneficio inmediato a Reino Unido es tratar de lograr mejores condiciones para sus empresas respecto con los miembros de la UE.
Los voceros de Keir Starmer se guardan de usar el termino Brexit y siguen empeñados en decirnos que no hay intención en retroceder en el Brexit. Se nos vende la idea de que están siendo pragmáticos y trabaja por una mejora en las relaciones con la Unión Europea a través de un cambio de enfoque y táctica en su renegociación.
Se nos repite en Reino Unido que se están puliendo detalles para renegociar nuevas condiciones en aspectos muy concretos como la seguridad nacional, las relaciones comerciales y el abordaje conjunto de retos como el cambio climático y la migración irregular, pero sin negociar entrar en el mercado único o el movimiento de personas…eso dicen con la boca pequeña.
Este sábado 14 de diciembre se han reunido el primer ministro británico con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en Bruselas.
Estas reuniones cada vez son más frecuentes y muestran un cambio de actitud de un país que parecía que en 2020 no necesitaba ni iba a necesitar a la UE para nada y nos decían aquellos lemas vacíos de “Brexit es Brexit” y repetían aquel “más tienen que perder ellos que nosotros” con una arrogancia muy propia del Reino Unido bajo el gobierno conservador.
Este encuentro es parte de un esfuerzo más amplio para "reiniciar" las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea después del Brexit.
Mientras que Reino Unido sigue intentando mejores condiciones para sus exportaciones, la Unión Europea va trayendo más cromos para intercambiar en estas reuniones y la posibilidad de que barcos europeos pesquen en aguas británicas está de nuevo encima de la mesa.
Ursula Von der Leyen sabe cómo jugar las cartas europeas ante un ex socio que reconoce el impacto de su decisión de dejar el bloque económico y comercial europeo y que ha sentido los efectos mucho más que cualquiera de los miembros de la Unión.
Tras estas reuniones Starmer se apresura en subrayar que no habrá regreso al mercado único, a la unión aduanera ni a la libre circulación de personas, pero destacó la necesidad de mejorar las relaciones…no entiende que para mejorar condiciones hay que ceder en algunos aspectos y aparte de la pesca también está empezando a notar la presión europea para poner encima de la mesa futuros acuerdos enfocados a retomar un programa de movilidad juvenil y que hasta hace unos meses parecía absolutamente imposible. Esta demanda central de la UE se ha denominado ‘Programa de Experiencia Juvenil’ y buscaría proporcionar visas para que personas de entre 18 y 30 años vivan y trabajen en el Reino Unido y tengan acceso a atención sanitaria gratuita y educación subvencionada. Este programa podría ser una solución parcial a los problemas que el sector educativo británico está sufriendo, así como a la falta de mano de obra en el sector servicios y que antes del Brexit utilizaba muchas trabajadores y trabajadores europeos y que desde 2020 tiene dificultades en rellenar cientos de miles de puestos de trabajo.
La reunión de esta semana sucede a la habida recientemente con la Canciller Rachel Reeves, que asistió a una reunión de ministros de finanzas de la UE o a la de David Lammy con los ministros de exteriores en octubre.
La guerra dialéctica y el uso de la retórica está llevando a algunos medios y al partido conservador a acuñar nuevos términos como el de "escuadrón de rendición del Brexit".
Se está empezando a usar este nombre para describir los esfuerzos por mejorar las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea. Este apodo refleja la percepción de que Starmer está retrocediendo en los principios del Brexit al buscar acuerdos más estrechos con la UE, y da igual si él insiste en que no hay intención de revertir el Brexit ni de reincorporarse al mercado único, la unión aduanera o permitir la libre circulación de personas.
Da igual lo que se diga por parte de los gobiernos y en la era del “todo vale” hay medios que harán uso de su poder para implantar en el pensamiento colectivo ciertas ideas y si además logran incendiar a sus lectores con retorica belicista y revanchista y empiezan a dejar correr ríos de tinta hablando de “rendiciones” pues mucho mejor…para los populismos y la ultra derecha.