El mayor accidente aéreo hasta la actualidad, ocurrió en el Aeropuerto de Los Rodeos en Tenerife el 27 de marzo de 1977, fue una colisión entre dos aviones Boeing 747, con el resultado del fallecimiento de 583 personas. Se produjo debido a la explosión de una bomba en la terminal de pasajeros que ocasionó heridas a siete personas. En vista de producirse la amenaza de un nuevo atentado. Se decidió cerrar el Aeropuerto de Gran Canaria a todos los vuelos que tenían su destino y derivarlos al referido de Los Rodeos. En consecuencia, se produjo en éste una sobresaturación de aviones, y con el agravante de las inclemencias meteorológicas que, con mucha niebla imposibilitaba la normal visibilidad, entre la torre de control, las pistas de rodaduras y la del despegue de los aviones, esto hizo muy difícil el desarrollo de las operaciones del aeropuerto.
La responsabilidad indirecta de este muy trágico accidente se le atribuyó al MPAIAC (Movimiento por la Autodeterminación e Independencia del Archipiélago Canario), organización que, para tratar de lograr ese propósito, se constituyó en octubre de 1964. Propugnaba la creación de una "República Guanche Socialista" en las Islas Canarias integrada en el contexto de África. Su Primer atentado se produjo en noviembre de 1976 y, hasta su disolución como banda armada en 1979 protagonizó varios más.
Aquel horrible accidente creó una gran conmoción, incertidumbre y mucha preocupación en la sociedad canaria. Para que se visibilizara la unidad y solidaridad del conjunto del PSOE con los socialistas canarios, tuve la idea de que se celebrara una reunión conjunta de la Ejecutiva Federal, con la Regional de Canarias y que se llevará a efecto en Gran Canaria. Se lo sugerí a Jerónimo Saavedra como secretario general de los socialistas canarios y le pareció bien la idea, encargándome realizara las gestiones oportunas para que se hiciera realidad.
Con los medios de comunicación que disponíamos en aquel entonces, se hacía prácticamente imposible contactar con ningún miembro de la Ejecutiva Federal y menos aún con Felipe González. Afortunadamente contaba con el teléfono particular de éste y le llamé a su domicilio. Me contestó su mujer Carmen Romero, persona agradable y muy sensible, como lo pude comprobar en otras ocasiones en las que tuve que recurrir a ella por otros temas. Le comuniqué el motivo de mi llamada y me dijo que le parecía interesante y que se lo comunicaría a Felipe González y en cuanto tuviera su contestación me la facilitaría.
Esto lo hizo sobre la marcha al día siguiente, y me expuso que la contestación había sido positiva y que le comunicara nuestra propuesta desde Canarias, para llevar a efecto la mencionada reunión. Decidimos que para prepararla tendríamos que contar con el tiempo suficiente y así poder facilitar toda la información oportuna. En ese sentido, acordamos realizarla un fin de semana de septiembre. Tuvo lugar en la Sala Europa del Hotel Iberia de Las Palmas de Gran Canaria.
Nuestro portavoz lógicamente era Jerónimo Saavedra como secretario general de los socialistas canarios. Él abrió la reunión haciendo una valoración sobre cómo se encontraba la sociedad canaria, con las secuelas del accidente aéreo en el Aeropuerto de Los Rodeos y la situación del independentismo, con su expansión mediante el MPAIAC, que contaba con entre otros medios, la emisora de radio La Voz de Canarias Libre que, comenzó a emitir desde Argel en 1975 para el Archipiélago Canario. De esta forma, se convirtió en el principal medio de difusión, en un programa nocturno de una hora de la referida organización independentista. El temor era que se pudiera extrapolar a Canarias lo que estaba sucediendo en el País Vasco con ETA.
Sin embargo, cuando Felipe González tomó la palabra, ese temor se disipó y es que, hizo un análisis muy amplio y valoración global, pronosticando la disolución del MPAIAC a medio plazo, algo que ocurrió en 1979 con su renuncia a la lucha armada y la expulsión de su fundador y hasta ese entonces secretario general Antonio Cubillo. También expuso Felipe González que lo más probable se constituirían partidos políticos independentistas para concurrir a las diversas elecciones.
Eso ocurrió en las elecciones municipales del mencionado año 1979 con la reciente creada organización política UPC (Unión del Pueblo Canario) que, con Manuel Bermejo logró la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria. Y en las generales Fernando Sagaseta fue elegido diputado por la provincia de Las Palmas. La UPC llegó a convertirse en la tercera fuerza política de Canarias, después de la UCD y el PSOE. Pero su tiempo fue bastante efímero, pues se disolvió en 1984.
Su composición era de muchas organizaciones políticas de izquierda y nacionalistas y por ese motivo era muy difícil mantener su unidad y cohesión. Con la disolución igualmente de la UCD, afloraron otras siglas seudo o hipócritamente llamadas “nacionalistas”, como fue el CDS (Centro Canario Nacionalista) de Lorenzo Olarte, y en Tenerife en 1983 se constituyó ATI (Agrupación Tinerfeña Independiente) y desde esta isla, se extrapoló su proyecto sucedáneo al resto de las demás islas, dando origen al nefasto insularismo practicado para lograr sus intereses por las oligarquías insularistas, sobre todo las de Tenerife y Gran Canaria, que dividiéndonos y enfrentándonos tanto daño nos ha venido causando.
Siguiendo al frente ATI, en 1985 su fundó las AIC (Agrupaciones Independientes de Canarias), y para crear la actual Coalición Canaria, se produjo su disolución el 28 de mayo de 1993. Estuvo formando parte del Gobierno de Canarias ininterrumpidamente desde 1991 hasta el 2019. Durante éstos 28 años ostentó la vicepresidencia del Gobierno los dos primeros años y la presidencia los 26 años restantes, con el agravante, de volver en esta legislatura por otros cuatro años más, a la Presidencia en coalición con el Partido Popular (también lo ha sido con el PSOE). El caso es que, Canarias teniendo todas las condiciones, para estar a la cabeza de todo lo bueno del país, estamos lamentablemente pero en lo malo.