Esta mañana (26 de febrero), el Papa Francisco ha tenido que recordar a su iglesia, que la muerte es su hermana. Porque de momento, y hasta que los amigos de José Cordeiro no encuentren la piedra filosofal de dar muerte a la muerte, todo humano nace para morir, como bien nos recordó con sorna Isabel Díaz Ayuso.
Resulta incoherente ver a los pastores pedir a sus feligreses que recen por la recuperación de la buena salud del papa, cuando desde hace 2.000 años la iglesia nos ha confiscado nuestro presente, en base a unas expectativas futuras tras la muerte. ¿El alma del papa Francisco no ha cumplido los objetivos de bondad cristiana para ir al cielo? Si a priori los ha cumplido, ¿por qué la iglesia no anhela que su alma siga su camino, y pase a una dimensión etérea?
Quizá, se constate que cuando el Papa Francisco fallezca, queden ( aún más), las vergüenzas de la lobbista y patriarcal iglesia cristiana, apostólica y romana, más centrada en hacernos creer que somos teneres humanos, que seres humanos, cuál energías vibrantes y cambiantes, basadas en el amor incondicional por el prójimo, que el pecado que somos cuando nuestra alma se materializa. Una pena, que los aglutinadores de textos, dejaran fuera los evangelios de María Magdalena, la esposa de Jesus, para pastorearnos desde el miedo, en vez de dejarnos la libertad del amor, del amor por Dios, que percibía en su interior Juana de Arco.
No sé Francisco, si tu alma decidirá seguir su camino de ida y vuelta, antes de la celebración de los Oscars, pero bien sabes, para qué se produjo la película “Cónclave”.
Escribo viaje de ida y vuelta, porque ambos sabemos que tu alma volverá a reencarnarse, sin que sea milagroso, porque lo hacen todas las almas de los seres que vivimos la presente vida, cual regalo que es.
Puede que en estado etéreo, tu alma recapacite y solvente tu atávico y quijotesco comportamiento de llevar el amor de Jesús y de su esposa María al Vaticano. Muy loable, pero como has comprobado. Hace falta un tsunami energético para sacar las rémoras no solo del vaticano, si no de cada templo democrático y palacio de justicia.
La próxima vez que tu alma se reencarne, será muchas décadas lineales tras el crack de 2027, no siendo necesaria tu quijotesca misión de hackear el vaticano. Donde poco a poco, cada ser decodificará, quién fue en anteriores vidas, sin necesidad que lo pastoreen y le modelen según la “cultura” del lugar, de la familia donde decida reencarnarse.
Fue un honor defender el sitio de Acre contigo. Aunque cayéramos, y allá, se separaron nuestras visiones.
GO!