Francisco Silvera

Ruina industrial

06 de Junio de 2019
Actualizado el 02 de julio de 2024
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revolución
El formato de artículo me obliga, por usted lectora primeriza o renovado lector, a repetir ideas. He aquí mi teoría: el Estado no existe en ningún lugar sin el ejercicio de la libertad ciudadana para participar en la labor de gobernanza, incluida la posibilidad de poder enjuiciarla en algún sentido. O sea que España y los hermosos países viejos que nos rodean: como Estados no tienen ni un siglo en la mayor parte de los casos, y lo de antes es un despertar truculento en la libertad para el que unos cuantos usaban el concepto con una acepción radicalmente diferente a la actual. Vamos que la Historia de España es una trola gigante para justificar los crímenes de individuos (casi siempre tíos) dominantes muy bien localizados.A lo mejor si fuéramos más conscientes de que hasta la aparición de los derechos universales de ciudadanía no hemos sido más que una propiedad en uso para un puñado de timócratas, estas ideas narcotizantes de Catalunya o España, todo ese patrioterismo con ínfulas intelectualoides gualdrapeando en nuestras mentes no nos impedirían ver lo que está pasando. Conviene pensar la Historia; porque estudiársela es lo propio de las dictaduras; aquí cada vez hay más interés en controlar la Enseñanza para ello, para que la sepamos... pero no la pensemos.Yo tengo la impresión de que España es una enormísima industria en decadencia que por dentro se está vaciando, probablemente intentando parecer lo que ya no es por estrategia pura, para conseguir socios, préstamos o persuadir a los usuarios de que sigue mereciendo la pena trabajar en ella. Las fábricas obsoletas tienen esa impronta que sólo los operarios avezados y viejos conocen, preguntándose entre maravillados y preocupados cómo es posible que funcionen.El Estado español se vacía por fisuras de tuberías podridas en inversiones fuera de toda lógica, pagamos ahora la falta de planificación y la supuesta neutralidad ideológica de nuestros responsables gobiernos del PPSOE. Como en lugar de un diseño económico de prioridades y estructuración del Estado (esto es: del dinero al hecho), hemos tenido a gerifaltes ingeniosos y economistas-juristas buscando justificar a posteriori sus desmanes (esto es: del hecho al dinero), nos encontramos con la obligación de sostener, con los impuestos que deberían servir para equilibrar las diferencias y vivir con dignidad, grandes monstruos inútiles generadores de déficit y poca enjundia de retorno.¿Un ejemplo? La mastodóntica Universidad española, que absorbe presupuestos como si fuera más que una comunidad autónoma y jamás tiene lo suficiente para dedicarse a lo importante, a la investigación; es una escuela de formación para entrar en política con un supuesto prestigio, toda rectora que se precie o todo rector que se lo crea termina de Consejero, alcaldesa o ministrable. No me extraña, gestionar una universidad por modesta que luzca es como hacerse cargo de una gran ciudad, una región, apenas tiene que ver con lo académico. ¿Cómo dar marcha atrás a este diplodocus? Ningún gestor quiere ni puede...El puñetero desastre del transporte público, que en vez de mantener el diálogo necesario entre la centralización y descentralización, entre un puñado de líneas rápidas radiales necesarias y una capilarización que permitiera moverse por todo el país con una accesibilidad aceptable, ha primado la estupidez del AVE o los aeropuertos inútiles construidos sólo a mayor gloria propagandística además de las comisiones adorables y fáciles de los presupuestos gigantes. ¿Quién corta el deseo de AVE en estas politiquillas sin mirada?Y digo ¿no hay un sólo cargo público que se haya dado cuenta de que las carreteras secundarias están absolutamente abandonadas, que son un peligro y una vergüenza? Lavan la cara a las autopistas, debaten sobre quién debe pagarlas y dan a entender que se puede ir por cualquier parte de España... mentira, y se lo digo yo que paso a diario por algunas de ellas y cualquier día se me desarman los tornillos del coche o me pego un hostión... Como con toda la red vial, el interés empresarial ha primado sobre la necesidad de la ciudadanía en todos los sentidos, en el fondo se nos vende como “mejora” una forma de presión más para incrementar la velocidad de la mercancía (incluidas las personas)... ¡beneficios!Casi todo lo Público está sobredimensionado, hipertrofiado, gobernar se ha convertido en gestionar esta industria-nación desproporcionada y con menos capacidad operativa progresivamente, y quienes la trincan son como esos gestores ratas que sólo vienen a ver qué sacan en una quiebra. España, Europa, el mundo, necesitaban una redefinición del capitalismo, de las fronteras, de los derechos humanos, de la globalización, de los movimientos migratorios, de... casi todo, la Caída del Muro y la Crisis de la economía especulativa exigían ideas políticas de verdad, alternativas, una reestructuración del sistema pragmática que atendiera a prioridades como la dignidad humana y la sostenibilidad: a cambio tenemos a Trump, Putin, China y otros saltimbancos...Acabamos de ver un primer tiento: la Primavera Árabe, los movimientos sudamericanos emancipatorios de las políticas USA, el 15M... todo fracasado y decantado en nuevas dictaduras o estados fallidos, sátrapas bananeros de nuevo cuño y una izquierda europea que se ha devorado a sí misma incapaz de sustraerse a los discursos tradicionalistas de los partidos clásicos, cuando no han alimentado a la bestia del populismo fascista.Sólo “no”, sólo necesitamos a una alcaldesa, verbigracia, que diga “no” a las fiestas, a la religión y sus vejatorios rituales, a la intervención económica, al control de la cultura, a esa mierda disfrazada de sanidad que llaman deporte; un alcalde que decida dedicar los presupuestos a mantener limpia la ciudad, a dar servicios sin fallos, a transportar a la gente con dignidad, a garantizar seguridad mientras hace un trabajo verdadero y a la larga en las zonas desfavorecidas, a vincular los permisos municipales a códigos éticos y que no venda los centros de las ciudades a esa miseria del turismo que ingresa la mayor parte de los beneficios en la buchaca privada sin que haya una repercusión real en el 60% de la población que no tiene otra salida laboral y que atiende al “tourista” por la manutención-miseria de temporada, que prefiera habitabilidad a diseño paisajístico... no sea que se estén creyendo contemporáneos nuestros y sólo alcance a ser un remedo ridículo, una migaja del mejor Alcalde Carlos III, ni siquiera ilustrados déspotas.Sólo hace falta alguien, el primero, la primera que vuelva a una política de verdad, que comience el desguace de esta ruina evidente... Ahí comenzará la revolución del siglo XXI.
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