Lo que mal empieza acaba todavía peor. Los problemas del Sáhara empezaron con la denominada Marcha Verde, en 1975. Consistió en la invasión de la provincia española del Sáhara por parte de Marruecos. 350.000 civiles con militares camuflados consumaron el traspaso de lo que consideraban su propio territorio. A esta invasión no respondió entonces España, sino que se retiró, abandonando el territorio a favor del rey Hasán II. Llevaban libros del Corán con tapas verdes. Solo el Frente Polisario proclamó la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en Tinduf (Argelia). El entonces príncipe Juan Carlos ocupaba en funciones la Jefatura del Estado, estando Franco ya muy enfermo. España era administradora de ese territorio.
La invasión marroquí se produjo en el momento más oportuno. Además, no podía acabar mal, porque Hasán II pactó con Juan Carlos, quien declaró solemne y con toda la pompa posible: “Se hará cuanto sea necesario para que nuestro Ejército conserve intacto su prestigio y honor”. Al fin y al cabo, los dos monarcas eran muy amigos. No fue prestigio, sino pura humillación. Tampoco hubo ningún honor, porque nuestro ejército se retiró, dejándolo todo en manos del ocupante. Esto ya lo hemos olvidado, nadie lo recuerda, pero fue así. Esta vez Juan Carlos I no paró el golpe, que nos cubrió de vergüenza. Nadie se ha atrevido nunca a hacer frente a la monarquía de Marruecos.
No se trata de que la monarquía marroquí cuente con una diplomacia de siglos y que sepa esperar con paciencia exquisita, como ha manifestado un escritor español importante, no. Es que son unos cerriles, que solo saben repetir siempre lo mismo: el Sáhara es territorio marroquí. Esto no ha sido nunca verdad, solo lo han conseguido por vía de los hechos, saltándose los convenios internacionales y sometiendo a extorsiones a los diversos gobiernos españoles. En esto sí que son maestros consumados.
Marruecos solo aceptaba la autonomía del Sáhara bajo su soberanía. Esto cuestionaba la autodeterminación, que podía acabar en la independencia. Pero la aceptó Estados Unidos e Israel y ahora la Unión Europea, cuestionando el Derecho Internacional solo por una razón: por sus propios intereses y por tener la fuerza de sus ejércitos. Sánchez, el Presidente del Gobierno de España actual, también acaba de reconocer la propuesta de autonomía de manera unilateral, pero en base a que la política exterior la lleva el Presidente y, por lo tanto, actúa en esto como considera conveniente.
¿Por qué se ha hecho esto? Solo lo sabemos por la carta que Sánchez ha enviado al rey Mohamed VI y que este ha desvelado en parte. Sabemos que la propuesta marroquí es “sería, realista y creíble”, según nuestro presidente. Estoy en desacuerdo. Es ‘sería’ en la medida que lo es la monarquía marroquí. Para esto hay que remitirse a los hechos, a partir de la citada marcha verde, de quien nos metió el mayor de los engaños, utilizando a sus súbditos, el Corán y la debilidad política del Estado Español.
‘Realista’ es quien presenta la realidad como es. El territorio saharaui fue siempre territorio español y no marroquí, pero se lanzaron con agresividad y temerariamente a robar y a ocupar terrenos que tenían a España como administradora. Esto fue una invasión en toda regla.
Lo de ‘creíble’ tiene todavía más guasa. ¿Cómo se puede creer a quien lleva medio siglo haciendo trampas y juega permanentemente con el terrorismo y la política de inmigración? Cuando se enfadan, ponen a los emigrantes de su territorio en la frontera para que puedan saltar. Con la Unión Europea llevan años jugando con la política pesquera. Si no les dan lo que piden, las relaciones se enconan, solo valen sus intereses propios. Rompen los acuerdos cuando les conviene. Su prestigio internacional es muy poco valioso. A Sánchez le habrán prometido todo, así como el incremento de las exportaciones en las que España está muy por encima. ¿Dónde puede acabar una promesa, que procede de la pura extorsión?
Es cierto que España ha incumplido sus compromisos internacionales, pero dicen que a cambio ha conseguido normalizar las relaciones con el país vecino, al que necesitan. El derecho a la libre determinación del pueblo saharaui está vigente desde 1960, pero nunca se ha cumplido. Los miembros de la ONU firmaron esta decisión en 1966. La debilidad del Gobierno de España ha sido manifiesta, especialmente, si ya se contemplaba la autonomía en 2008, según declara el presidente Zapatero. En ese momento no se pudo hacer, porque no lo aceptó la oposición, por eso ahora se hace sin ella. Claro que a quién van a acudir, si todavía Casado es el presidente del Partido Popular. Todas las izquierdas del Parlamento están en contra y también la coalición con la que gobiernan.
¿Tan insoportable era ya la extorsión, que no se ha podido soportar? Se ha abierto de nuevo una brecha traumática, que tendremos que pagar. Argelia nos pasará muy pronto factura con el gas. ¿Es necesario actuar así? Lo que es seguro ya es que el Polisario ha perdido la batalla. Ahora el ejército marroquí no tardará en controlar el Sáhara Occidental y a todas las personas que viven allí. ¿Qué garantías les darán? Lo veremos muy pronto.