Hace unos días, saltaba la noticia en Medios mundiales respecto a que Israel declaraba «persona non grata» a Guterres, Secretario General de la ONU, así como prohibía la entrada a su País.
Al parecer, por haber realizado una declaración política sin condenar explícitamente el ataque iraní contra Tel Aviv y Jerusalén, la noche del uno de octubre, sin efectuar una declaración condenatoria
En Nueva York se desataron las especulaciones ante tal hecho, ya que aparentemente no gozaba, o ¿sí?, tal actitud de la aprobación de Washington.
En la alta política, o en esta ocasión no se suele dejar al azar la atipicidad de determinadas declaraciones, sobre todo, si quien las realiza, todo un Secretario General de la ONU, goza de determinado estatus, por lo que resulta difícil aceptar una supuesta descoordinación, o bien, ¿por qué no?, la vigencia de una máxima que proclama: “casi nunca sucede nada por casualidad”.
Bajo una concepción simplista, el asunto no pasaría de aquella famosa frase de Abrahan Lincoln, allá por 1800.1865. “Hay momentos en la vida de todo político en que lo mejor que puede hacerse es no despegar los labios”.
Pero apuntan algunas fuentes, que las ideas iniciales de Bidden y su anterior equipo se conformaban con “la victoria en Gaza”, dejando en manos del nuevo equipo demócrata, las nuevas operaciones en el Líbano.
Sobre lo anterior cabría la siguiente pregunta: ¿Se deshilachan las costuras entre los equipos de Bidden y Harris a raíz de lo que viene sucediendo en dicho país?
Dados los intereses existentes, y una posible fragilidad subyacente sobre acciones. emprendidas, tampoco se podía soslayar que una actitud silenciosa, avizora, y si se quiere política de esta índole, como la de un Secretario General, pudiera encerrar supuestas intenciones ocultas.
Es decir, ¿se describiría una posible actitud modificativa sutil, pero a la vez efectiva, en la condición que otorga la figura con tal representación.
Las suspicacias, se encuentran el aire, y, como Analista, resulta en ocasiones sustancial, valorar o interpretar para mis lectores, conclusiones o posibles ficciones ambientadas en actos oficiales tanto presentes como en pasado reciente, dentro del axioma: “casi nunca sucede nada por casualidad”.
En el supuesto de aproximarnos a tal supuesto. deberíamos tener en cuenta a medio plazo:
1.- EE. UU. se encuentra a menos de un mes de Elecciones.
Ante un triunfo de Trump, las horas de Guterres posiblemente estarían contadas. Tampoco parece que, con Kamala Harris, las cosas fueran a ser distintas. Manifiesta, Fernando M Gracia Climent, que como cualquier organización de gran envergadura, enfrenta tanto éxitos como desafíos, bajo el concepto de “Luces y Sombras” como tal Institución.
2.- Según UN News, dicho país, sigue siendo el mayor donante colectivo de Naciones Unidas.
También resulta el principal deudor tanto en su financiación como Organización de las Naciones Unidas (ONU), como en sus operaciones de mantenimiento de la paz de la Organización Universal.
Las cantidades aportadas por EE. UU. oscilan entre el 22% del Presupuesto ONU en comparación con otros presupuestos del el 0,001%, pagado por los países menos desarrollados, según UN News, a 04.01.2024. Tampoco hay que olvidar que lo es de la OTAN.
3.- El segundo mandato del actual secretario general finaliza en Diciembre 2026., y no estaría de más que EE. UU. abandonara las ideas de que los partidos socialdemócratas en Europa se les tenga por filocomunistas.
Está visto que aún tienen en la memoria la ofensa de Zapatero a la bandera USA en 2009 y las veleidades recientes de Sánchez.