Me encontraba redactando la presente Columna y de "música de fondo" T.V Estatal 24 Horas, porque nunca se sabe......
Del visionado de escenas, eran "auténtica explosiones de ira" junto a insultos a Sánchez y a Mozón, en presencia del Rey", el cual se interesaba por las múltiples desgracias de las zonas dañadas.
A los gritos de todo tipo que no reproducimos contra los políticos de la Comitiva,
afrontamos hoy, 3 noviembre, la quinta jornada sobre un supuesto plazo semanal, el cual, al menos debería orientar hacia unas conclusiones preliminares, sobre todo, relativas al lugar parecido a un limbo/infierno, espacio, donde se encuentran los damnificados, y, como ciudadanos-contribuyentes, qué les va a tocar afrontar.
A las autoridades, sean las que se les puede tolerar provisionalmente ante un fenómeno recurrente de gota fría un mínimo de tiempo en reaccionar ante eventos meteorológicos.
Pero lo que resultaría inadmisible es la falta de educación pública expresada en términos de preparación, identificación, información y respuesta ante una Dana de esta envergadura.
Supuesta ineducación pública a través de lo manifestado a diario por los damnificados, basada en su lógico desconocimiento de las competencias repartidas entre el gobierno central, comunidades autónomas y municipios.
Suelen ser conocidos sus serios problemas de coordinación convirtiéndose en respuestas tardías o insuficientes, ya que cada administración responde de acuerdo con sus propios criterios y recursos, ofreciendo en ocasiones para la población sensaciones de amargos antagonismos.
La burocracia y los trámites ralentizan el proceso, haciendo que muchas personas no reciban las ayudas hasta meses después del desastre, cuando los daños ya son irrecuperables.
Es aquí donde las autoridades en conjunto, de forma cuasi inmediata, sin oposiciones ni aversiones deben instrumentar las ayudas económicas y los fondos de emergencia a los damnificados, no dejando a agricultores, pequeños empresarios y familias en situación precaria.
En mi anterior artículo les refería mi asistencia a la Conferencia Mundial del Clima celebrada en Madrid, diciembre 2019, acreditado por Naciones Unidas, me ha ayudado a comprender mejor los mensajes de los científicos durante estos últimos años.
A tenor que el cambio climático intensifica los fenómenos meteorológicos extremos, éstos se vuelven más frecuentes y virulentos.
Sin embargo, las autoridades no conducen con suficiencia, una estrategia de adaptación climática garante para mitigar estos efectos a largo plazo, tanto la gestión de infraestructuras como programas de reforestación, ordenación del territorio y medidas de mitigación.
Finalizo esta especie de Columna de urgencia, manifestando a nuestro Presidente y socios de Gobierno, su dimisión ante quién ha dado nuevamente la cara con riesgos físicos asumidos sin salir huyendo.
Continuaremos comentando.