La primera semana de junio de cada año se celebra el denominado “Día D” para recordar y conmemorar el desembarco de los Aliados en Normandía, Francia, en el 6 de junio de 1944 y durante la Segunda Guerra Mundial.
El recuerdo de las guerras mundiales sigue al orden del día en Reino Unido y junto a esta conmemoración también celebran todos los 11 de noviembres, un día de recuerdo de aquellos que murieron, principalmente, en la I Guerra Mundial.
El desembarco de Normadia es para muchos el punto de inflexión crucial en la guerra, marcando el inicio de la liberación de Europa Occidental de la ocupación nazi.
Para el Reino Unido, el Día D tiene un significado especial, ya que fue una victoria crucial para los Aliados, en la que participaron más de 150.000 soldados británicos.
La invasión marcó un cambio de rumbo en la guerra y dio esperanza a los pueblos ocupados de Europa.
El Día D también se recuerda como un día de gran sacrificio, ya que más de 4.400 soldados británicos perdieron la vida en la invasión y su valentía y sacrificio ayudaron a asegurar la libertad para Europa y el mundo.
En el Reino Unido, el Día D se conmemora de diversas maneras. Se celebran ceremonias de recuerdo en todo el país, y la BBC suele emitir documentales y programas especiales sobre la invasión. Muchos veteranos y sus familias también asisten a estos eventos para recordar a los que perdieron la vida.
El Día D es un día importante para recordar el costo de la guerra y la importancia de la libertad y en Reino Unido este día sirve para honrar a los que lucharon y dieron su vida por un futuro que esperaban pudiera ser mejor.
En los colegios e institutos se suelen organizar actividades, llegando a organizar visitas y excursiones a la zona y para los que venimos de otras culturas puede chocar el continuo recuerdo de las guerras mundiales cuando quizás se les pudiera recordar que en este momento hay otras guerras que no parece que les afecten demasiado y en las que siguen sin posicionarse, a diferencia de la valiente postura mostrada por nuestro gobierno.
Al recuerdo de héroes pasados esta semana se ha sumado un nuevo héroe nacional que en este caso se le suma el hecho de ser un héroe de la ciudad en la que llevo viviendo más de un cuarto de siglo.
Rob Burrow jugó profesionalmente al rugby league en Inglaterra como scrum-half o hooker y sin duda alguna es una leyenda del equipo de los Leeds Rhinos donde llevó a cabo toda su carrera profesional con más de 500 partidos.
Falleció el fin de semana pasado, 2 de junio de 2024 a los 41 años.
Su palmarés deportivo es importante pero donde ha transcendido aún más ha sido en el ámbito extradeportivo y por razones que él no eligió.
Rob Burrow fue diagnosticado con enfermedad de la neurona motora (EMN), también conocida como esclerosis lateral amiotrófica (ELA), en diciembre de 2019.
Burrow anunció públicamente su diagnóstico poco antes de la Navidad y desde un principio este diagnóstico y su valiente batalla posterior lo convirtieron en una figura inspiradora para muchos. Junto a su amigo y excompañero Kevin Sinfield, recaudó más de 15 millones de libras para organizaciones benéficas de investigación de la EMN.
Los ocho campeonatos de la Super League, las dos Challenge Cups o el ser nombrado en el Dream Team de la Super League en tres ocasiones no llegan a superar el impacto como luchador incansable y junto a Sinfield pasará a la historia y en especial alguna imágen como la que protagonizaron en el primer maratón que se celebró en su nombre en Leeds, y en la que Kevin Sinfield, tras empujar la silla de ruedas que transportaba a Rob durante la carrera decidió cruzar la línea de meta llevando a Burrow en sus brazos.
A escasos centenares de metros de mi casa, a las 7 horas y 7 minutos de la tarde del día 7 de junio, se han corrido 7 millas por la ciudad de Leeds para celebrar la vida de Rob Burrow y el numero que siempre llevo en su camiseta de los Leeds Rhinos.
La ruta por calles y barrios de Leeds, dibujaba un rinoceronte como guiño a la mascota del equipo de Burrow.
…y mientras nos despedimos de un héroe de verdad en Reino Unido, durante la misma semana somos sorprendidos por la vuelta del antihéroe mayor que ha dado el país en muchos lustros y que hace palidecer a Boris Johnson, Priti Patel o Dominic Cummings.
El ultra liberal y xenófobo Nigel Farage, líder del partido que inicio la pelea por salir de la Unión Europea y culpable del Brexit, con todo lo malo que conlleva, ha decidido volver a la vida política como candidato del partido Reform. No ha habido ningún aviso previo y lo hace con el único fin de lograr restar escaños a un partido conservador que está en caída libre y a más de 25 puntos en los sondeos de un Keir Starmer que va a ganar sin ningún esfuerzo.
La perdida de referentes como Rob Burrow llegan en la misma semana de la vuelta de un villano que ya dejó patente su mal hacer tanto en Reino Unido como en el Parlamento de la UE, donde ocupó un escaño con el único fin de dinamitar el proyecto europeo.
Nigel Farage ha vuelto a recibir ataques tras el anuncio de su candidatura y los batidos de McDonald’s vuelven a ser el arma elegido para los ataques al líder de ultra derecha como ya lo fueron en 2019 cuando se presentó por ultima vez para ocupar cargos públicos.
Las celebraciones patrióticas de esta semana se han juntado a las celebraciones para recordar a Rob Burrow y solo queda esperar que Farage no vuelva jamás a tener ninguna relevancia política…bastante sufrimiento ha causado.