Llevamos ya tiempo sometidos a una constante propaganda bélica auspiciada por nuestros valerosos y concienciados dirigentes de la UE siempre dispuestos a defendernos del malvado Putin hasta el 2030 y más allá. En los últimos días y además de insistir en que nos protejamos con un kit de supervivencia para 72 horas corren rumores de un imprescindible regreso del Servicio Militar Obligatorio. Lo del kit es sencillo, lo de una nueva "mili" ya lo veo más complicado. En España en concreto, va a ser difícil tras décadas de machacona propaganda antimilitarista que los jóvenes acepten de buen grado volver a vestir el uniforme especialmente si son de izquierdas y más todavía si son oriundos de algunas de las autonomías mas concienciadas de que son cualquier cosa menos españoles. Aún contando con la extraordinaria habilidad de Pedro Sánchez para retorcer el lenguaje y utilizar eufemismos y circunloquios mientras pone cara de trascendencia, aún contando con eso, digo, un volantazo semejante se me antoja imposible. Tal vez pudiese enardecer a los de "Podemos" con una propaganda adecuada y decirles no se, que Abascal tiene antepasados rusos y que VOX es una formación criptoputinista, aunque para mi modesto entender, no creo que colase.
Y todavía temo dificultades más graves. ¿Se imaginan un ejército español compuesto de jóvenes de leva? Sería una pesadilla logística para cualquier Estado Mayor y Servicio de Intendencia considerado. Para empezar el equipo básico: un diccionario de lenguaje inclusivo, instrucciones para dietas sin lactosa y libres de gluten, ropa adecuada para todos aquellos de género fluido, un psicólogo de cabecera que les ayudase a superar el estrés de las ordenanzas y las exigencias de los mandos que lo mismo les mandan disparar que "cuerpo a tierra". Piensen simplemente en un sargento ordenando a los soldados, las soldadas y les soldades realizar un rápido ataque. Solo para terminar de dar la orden pasaría un buen rato con tanto cambio de artículos y sufijos de género y además con la preocupación de no ofender a nadie. El ejército enemigo, pongamos el ruso, podría tomarse varios copazos de vodka y unos cuantos canapés de salmón mientras tanto, por lo cual lo único esperable es que se muriesen solos de aburrimiento o de risa, no se. Y queda el espinoso tema de la moral y la motivación guerrera. Pensar que nuestros jóvenes iban a batirse en defensa de las políticas verdes, los coches eléctricos, los paneles solares, la fiesta del orgullo gay, las autonomías y el Parlamento de Bruselas me parece estratosférico. No son causas muy movilizadoras, la verdad.
Pero existe una alternativa. La gente mayor. Como yo. Ya hace 38 años que cumplí en Ceuta mi Servicio Militar y de algo me acuerdo. Aunque era un pésimo tirador, he de reconocerlo. Dirán que somos viejos. Puede. Pero recuerden como en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, Hitler y Goebbels crearon la " Volkssturm", los fusileros del pueblo, una especie de milicia compuesta de ancianos y adolescentes que, armados con un "panzerfaust" ( una especie de bazooka de único disparo) y montados en bicicletas ( obsérvese que ya entonces eran los alemanes muy ecológicos) iban a enfrentarse con los blindados aliados. Cayeron a miles pero con un extraordinario espíritu combativo.
Reconozco que reclutar a gente mayor también plantea dificultades, pero dada la situación de extrema urgencia en la que se encuentra Europa, según nos advierte doña Úrsula von der Leyen, siempre tan preocupada por nosotros, ningún obstáculo es insalvable. Para empezar nos tendrían que proporcionar un suministro ininterrumpido de analgésicos para la artrosis y pastillas para la tensión alta, junto con unas buenas gafas para la presbicia y cremas para las hemorroides si alguien las precisa. Andadores y bastones pueden ser igualmente complementos necesarios. La calva no nos causa problema cubierta como se encuentra por el casco militar. Todo ello complicaría la logística y podría ocasionar que nuestras ofensivas adoleciesen de la velocidad necesaria, pero a cambio las ordenanzas no estarían tan condicionadas por la ideología " woke" y quieras que no, disponemos ya de una formación militar básica, cuyo recuerdo perdura todavía, solo empañado por las lagunas de memoria propias de la edad. También realizamos en su día la jura de bandera y toda una serie de formalidades necesarias para la vida castrense de las que carecen los jóvenes hoy en día y que forjaron nuestro viejo espíritu militar, bastante aletargado durante años en algunos de nosotros, pero sin duda todavía presente. Ya se sabe, "quien tuvo retuvo" y que el lumbago no nos haga desistir.
Si. Creo que somos los mayores los que podemos solucionarle la papeleta a Pedro Sánchez que ignoro cómo se las va a ingeniar para cumplir con el nuevo ardor guerrero que inunda la UE mas allá de abrazar efusivamente a Zelenski cada vez que tiene ocasión. Y dicho sea de paso, el uniforme le sentaría como un guante a nuestro presidente feminista y sostenible. Mucho mejor que a Macron o a Starmer, donde va a parar. Ya veo a mi pareja despidiéndome con lágrimas en los ojos y agitando un pañuelo mientras parte el tren rumbo al frente a la vez que grita que se me han olvidado las pastillas de la tensión. Todo muy hermoso. ¡ Presenten armas!