No voy a opinar sobre el debate en sí porque para mí está claro que “es más fácil convencer a un necio que una mente retorcida” como es la de ese Feijoo del Partido Popular. Esa estrategia del GISH GALLOP (pueden leer en Facebook en que consiste en el artículo de Eva Maldonado), también llamada “ametralladora de falacias”, es una táctica “perrera” de debate que el “facha” utilizó para que la gente le vote sin saber nada de lo que pretende para la ciudadanía de este país, lo clásico de cualquier Dictador que quiere gobernar, simplemente, por su cara “bonita” (con perdón por lo de “bonita” en el caso que nos ocupa). Antes de decir lo que quiero decir fundamentalmente, les recomiendo que lean el artículo de José Amestoy Alonso recogido por mí en Facebook. Y claro, me trae sin cuidado quien ganara el debate manipulado por los moderadores de Atresmedia, mi voto no lo va a cambiar ningún debate por mucho que la “intelectualidad” se empeñe en decir que ha ganado éste o aquel político. Leo cada día lo suficiente para saber a qué atenerme a la hora de votar, y la campaña, se desarrolle como se desarrolle, sencillamente, me resbala, porque, como dijo Ramón Pérez de Ayala, “cuando la estafa es enorme ya forma un nombre decente”.
Pero, por supuesto, si me preocupa, lógicamente, la opinión y los exabruptos de ciertos políticos cuando de calificar al de otro partido se trata. Y en este caso, en este debate, resulta más que preocupante como se expresa sobre el mismo un “líder” de un partido que no debería existir si en este país hubiera una Democracia real y no una vulgar Plutocracia y una Justicia (sin Justicia no hay Democracia), según parece, totalmente corrompida que ha abrazado el Neoliberalismo y a la que La Constitución Española importa, sencillamente, eso que llaman “un carajillo”, que todo el mundo sabe lo que significa, y por no decir “un carajo” que ya es otra cosa muy diferente y más de aborrecer para no entrar quizás en el insulto o en el tono despectivo. Vamos, que la Justicia y el Neoliberalismo se han pensado que los españoles somos el “hijo tonto de Robín Hood” que robaba a los pobres para dárselo a los ricos, y eso no es admisible, aunque lo quiera a ciegas el Partido Popular.
No es de recibo que el Sr. Abascal de VOX (esa cloaca de partido político neonazi financiada por, entre otros, el Sha de Persia y su familia que creen que Irán volverá a ser su reino y que a España volverá la Dictadura) se exprese -sin que nadie lo denuncie- diciendo que el Presidente del Gobierno de su país es un hombre narcisista, agresivo y perturbado.
Menos mal que hay poca gente que va a hacer caso a un individuo de esta “perruna” calaña que no ha trabajado en su vida y que vive como un rajá a base de mantener teorías falsas y mentiras sin que se le haga añicos la jeta al pronunciarse. Un iluso que piensa que será el próximo Dictador de esa España de toros, fiestas y maleantes viviendo de los demás y de la pobreza de su gente. Un individuo al que, paradójicamente, de vivir Franco, habría encarcelado aplicándole su famosa ley de “vagos y maleantes”. Un “pajarraco”, una “víbora”, un “alacrán muy venenoso” que nos quiere llevar de nuevo a los tiempos del hambre y de la podredumbre de 1939 y años siguientes como si el mundo y este país no hubiera evolucionado y ahora todo fuera como fue entonces: Fiestas, Bailes, Toros, Furbo, y pistoleros y caciques en los pueblos y ciudades al servicio del Régimen mientras el pueblo llano se consumía con las cartillas de racionamiento y nadie podía abrir la boca porque su destino era, en la mayoría de los casos, dormir para siempre en una “cuneta” o en uno de eso famosos “campos de concentración” fusilado. Un individuo que quiere, por encima de todo, destrozar nuestra sanidad, nuestra educación, nuestros servicios sociales, nuestros avances en el mundo del trabajo, nuestros patrimonios (para quedárselos ellos), y, como no, la Justicia y la forma de elegir nuestras Instituciones y nuestros derechos más básicos conseguidos a base de luchar en la calle a sangre, sudor y lágrimas por nuestros padres y abuelos. En definitiva, una auténtica “escoria” de la sociedad promocionado por cuatro gilipollas, paradójicamente, trabajadores que apenas tienen nada de nada de nada y que, con él, previsiblemente, se quedarán sin trabajo y sin pensión y sin el más elemental, reitero, de los derechos humanos, como es, por ejemplo, el nacimiento con una u otra forma de sentir sus necesidades biológicas y poderlas vivir decentemente.
En fin, volviendo al debate, es increíble que quienes han votado en el Parlamento siempre en contra de cualquier mejora de alguna medida social sean los que, según las encuestas, sus encuestas, van a ganar las Elecciones.
¡Hay que presentar cara a la mentira y votar por la razón! Ahora que con un gobierno de coalición (y algunos ministros muy de izquierda, afortunadamente) nos hemos “enderezado” un poquito, no podemos caer en las trampas de unos mentirosos de mentes retorcidas que sólo vienen a por el dinero que nunca han sido capaces de ganar honradamente y a vivir a costa de la gente decente que cada día suda lo suyo y lo del otro para poder sacar adelante su familia o su porvenir.