Suenan vientos de cambio en la Policía Nacional
17
de Junio
de
2019
Actualizado
el
02
de julio
de
2024
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Ha llegado la hora del cambio que tanto se estaba esperando en el colectivo policial. El próximo miércoles 19 de junio se vota en toda España la nueva configuración del Consejo de Policía en cuanto órgano cuyas organizaciones sindicales partícipes adquieren la condición de representativas. Su inclusión les permite tener acceso legal a una serie de derechos, entre ellos tener tablones informativos y dependencias propias en las comisarías, además de poder participar al más alto nivel en las negociaciones que afectan a los y las policías.Nunca en la historia de estas elecciones se había creado la expectación y el escenario necesario para una auténtica renovación de dicho Consejo y de paso una auténtica revolución en el sindicalismo policial tradicional. Y no nos engañemos, actualmente sólo hay dos opciones realmente renovadoras, una monotemática y absolutista basada esencialmente en el atractivo de la promesa de mejora del aspecto crematístico. Que es además la filial que nunca iba a existir de una exitosa plataforma policial demasiado definida políticamente, con fuerte componente populista y emocional por exaltación y premeditada utilización de los símbolos Patria, Bandera, Terrorismo e Independentismo, y con ello canalizadora del interés de un importante sector conservador de policías españoles.La otra opción es la Agrupación Reformista de Policías (ARP), sindicato progresista, reformista y defensor de los Derechos Humanos, respetuosa con todas las sensibilidades existentes dentro de la Policía, pero sin hacer uso de estrategias de marketing sindical para conseguir adhesiones y aun siendo sabedores de que así el camino del éxito es más largo y complejo. Con apenas tres años de vida ARP tiene un currículo muy digno a pesar de la falta de medios y los obstáculos de la Administración y sindicatos tradicionales. Desde su fundación ha peleado por la equiparación salarial real con las policías autonómicas que más cobran, además de apoyar desde sus inicios en Palencia el movimiento de reivindicación salarial con el cual hubo traspaso recíproco de representantes hasta su cambio de rumbo y estrategia, pero centrando actualmente su pelea en conseguir que en los tribunales se considere retributivamente en igualdad de condiciones a los policías en segunda actividad sin destino que al resto. Todo ello lo ha realizado con la total congruencia de respetar sus principios fundacionales y propuestas de modelo policial y sindical, consiguiendo ser respetada por su contrastable y excelente trabajo en materias como prevención del suicidio, denuncia de irregularidades administrativas de todo tipo a través de su experimentado órgano de coordinación legal junto al efectivo gabinete jurídico, ser pioneros en tener un código de honestidad del representante y la lucha contra la corrupción. Y valientemente defender a ultranza los derechos de los policías ante los malos mandos, a pie de calle, sufriendo represalias profesionales por ello.Hay un nuevo modelo de sindicalismo policial que estas elecciones tiene que acceder al Consejo, en igualdad de condiciones que los sindicatos tradicionales para que demuestre que sí hay otra forma de defender los derechos del colectivo. Es muy importante que se castigue a las organizaciones de siempre no votándoles, no perpetuando una forma de entender el sindicalismo obsoleta y muy alejada de los intereses de su afiliación, y trasvasando dichos votos a las únicas opciones que hay de voto realmente alternativo a lo existente. Hay que ir a votar en masa, para demostrar que sin regalos de por medio, somos auténticos demócratas y defensores de nuestros propios derechos. Y hay que castigar en las “urnas”, en este caso electrónicas, a los que aún hacen regalos, insultando con altavoces de todo a cien la inteligencia de todos y todas. Repartamos el voto para las organizaciones del cambio, no lo centralicemos todo, y obviemos a los que venden el humo de siempre o van de reconversión con demasiada mugre debajo de las alfombras de sus cúpulas para poder creernos que lo van a conseguir ahora, en el último momento y con elecciones de por medio. Lo de antes ya lo hemos visto, lo de ahora merece su oportunidad. Unos provistos de mucha publicidad y mercadotecnia, otros con más humildad, pero con honestidad, compromiso y mucho trabajo. Unos reivindicando y trabajando en sintonía real con la ciudadanía, otros utilizándola para sus intereses pero no representando un verdadero cambio en cuanto al respeto a los derechos reales de la sociedad a la que se sirve, al querer perpetuar con disfraz de cambio lo anterior. Un modelo es corporativista, agresivo en sus formas y continuista, el otro representa una auténtica oportunidad de provocar cambios ciertos.Este 19 de junio se votará sin haber tenido la oportunidad de disfrutar de un debate entre los líderes de los sindicatos candidatos, sin haberse profundizado en los distintos modelos planteados, y sin haberse podido presenciar y conocer de primera mano la defensa de sus propuestas y trabajo realizado. Pero este miércoles ya señalado por la historia, pase lo que pase, se confirmen los vaticinios o haya sorpresas de última hora, es importantísimo que haya mucha participación, que se vote cambio mayoritariamente y que entre esas opciones de auténtica renovación, se deriven los votos suficientes para el honesto, humilde e innovador sindicato que es pieza imprescindible para una verdadera reforma en la Policía. Y este sindicato no es otro que la Agrupación Reformista de Policías (ARP).
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