José Luis Escañuela Roman

El suicidio de dos mochilas en Barcelona

07 de Julio de 2024
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El suicidio de dos mochilas en Barcelona

El pasado Lunes, dos hermanas en Barcelona, decidieron arrojarse al patio interior de un edificio en el que se supone transcurren infancias felices.

Que habían decidido marcharse lo demuestra que habían preparado dos mochilas, en las que guardaron apenas unas fotos de recuerdo y no sé si alguna gota de perfume de imitación que alguna vez inhalaron del cuello de sus padres.

Esas dos “niñas”, solo merecieron la protesta de alrededor de trescientas personas. No hubo concentraciones en las puertas del Ayuntamiento, y nadie hablará de ellas cuando hayan muerto.

En las Asociaciones de padres, no hay día que no se reciba una comunicación de la autolisis de alguno de nuestros hermanos.

Hace una semana, recibimos una comunicación que decía así:

...” Buenas tardes,
Mi nombre es xxxx. El padre de mi hijo fue denunciado por su exmujer por malos tratos. No pudo soportar la situación y hace unos días se suicidó. Creo que era socio o colaboraba con vosotros. Siempre me hablaba de ti. Me gustaría que su muerte no quedase en nada. En ningún sitio se publican los suicidios por culpa de esta injusta Ley.

.../...

La situación es tan dramática, que España está entre los países lideres en suicidios de la Unión Europea.  En su inmensa mayoría hombres. Da igual, seres humanos todos.

Ni siquiera aparecen en las estadísticas sus estados civiles.

Pero prefiero no adentrarme en el laberinto del fauno, que en estos fangos nunca se sabe...

Basta recorrer alguna residencia de ancianos, para descubrir que solo sonrien , cuando son aliviados por la irrupción de la muerte.

Pero quiero acabar recordando a esas dos hermanas, que tuvieron la valentía y el arrojo, no ya de vivir (que también tiene su mérito), sino de morir juntas. Cuánto me hubiera gustado indagar qué pertenencias quedaron en aquellas dos mochilas. Cuáles los retratos que aliviaban su dolor en sus noches de insomnio y qué objetos a los que dedicaron su último pensamiento.

La lección consiste en que lo único valioso de nuestras existencias reposa en apenas un recipiente y de cómo tenemos la obligación de llenarlo, antes de la caída de la noche. 

Miro en mi derredor y pienso qué acumulariamos en la mochila de nuestras existencias. Y apenas me quedo en gestos tan sencillos como un bocata envuelto en papel de plata en una playa o un gol de ricitos en Chipiona.

Me asustan los gritos ininteligibles  y acumulo en mi pecho alguna foto que va deshaciéndose al tiempo que los sudores nocturnos de fantasmas reales o imaginarios.

Creo que esas dos hermanas eran inmensamente ricas y que mienten quienes dicen que encontraron dos mochilas, cuando se fueron con ellas para siempre.

Mientras una mosca me espía, la única solución que ofrece nuestro sistema que dicen pleno de oportunidades, es el teléfono 024. Pero detrás de cada cola del hambre o cada mendigo durmiendo junto a una litrona en un cajero automático hay un drama que nadie quiere escuchar.

Y sí amigo Federico, claro que la libertad es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos, pero por la honra se puede y debe aventurar la vida.

Ambas fueron un día dos chiquillas que seguro un día nadaron bajo el mar y lloraron juntas como el hierro cuando aprieta el viento de Levante.

Hoy bailan junto a sus recuerdos y ese viejo perfume que no se quebró al estrellarse contra el hormigón, como el peligro de vivir de nuevo.

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