Lo primero, felicitarnos porque ya tenemos nuevo presidente del Mundo Libre. Un hombre que baila con las balas. Como reconoció la comunidad internacional al salir en tromba a dar la cara por Trump, dicen que hasta China mandó su mensaje. El chorreo de representantes europeos es comprensible, porque es EEUU quien nos protege con su ejército. Gracias.
De hecho, una semana antes, en la cumbre de la OTAN, en previsión de que Biden perdiera la Casa Blanca, se sellaron acuerdos para mantener abierta la tienda de armamento ucraniana, necesaria para la primera industria mundial. Gaza es insignificante, más chicha hay en las silenciadas guerras civiles en África, que nos dan igual.
Cumbre, donde el todavía presidente de Estados Unidos de Norte América, volvió a mostrar su incompetencia al confundir a ¡Putin con Zelenski! A la par que demostrar, que no gobierna. Sería curioso ver su día a día, y cómo le sirven los potitos de geoestrategia. Cómo MAR cocina a Ayuso.
Quedan 4 meses para las elecciones en USA, tras un año de campaña electoral, con un Biden aguantando el personaje, cual Fantasma de la Ópera. Debido a que, su vicepresidenta Kamala Harris ha sido incapaz de tomar el relevo del liderazgo demócrata, como habían pactado en 2019. Una pena como la otrora rigurosa fiscal de California, se ha disuelto como un azucarillo al disfrazarse de café woke en la Casa Blanca.
Por cierto, a pesar del miedo que nos metieron, cuando Trump fue presidente, el mundo (en general) no se fue a la mierda. Lo único que se rompió fue la globalización, dejando huecos para que China los rellene como es su influencia en África, Sudamérica y Asia. En geoestrategia, Europa ni está, ni se la espera. ¡Qué bastante tenemos con nuestro barroquismo!
El domingo 14 de julio, amanecimos con la foto del premio Pullitzer Evan Vucci, mostrando al sonriente Trump, en una postura que imita al cuadro “La libertad guiando al pueblo” del pintor francés Delacroix. Un Trump sabedor que ya había ganado la inminente convención republicana, y convencido a la opinión pública, Independiente de la sentencia de uno de sus innumerables juicios de esta semana. Era el momento, en la previa a la conjunción Marte Urano.
¿Para qué uno de los grupos de francotiradores del servicio secreto de Trump con una posición más elevada que la de Thomas, al ver que se eregia al tejado, en plena trayectoria entre ellos y Trump, le dejaron disparar? ¿Para qué la policía no desalojó a Trump del escenario tras recibir un aviso de un testigo diciendo que un hombre con un rifle de asalto se había subido a un tejado a un centenar de metros de Trump? ¿Para qué espero Trump a que la segunda rafaga de balas le hiriera para agacharse? ¿Para qué abatieron al francotirador? Por cierto, ¿alguien temió por la vida de Donald Trump? ¿En qué país está Hollywood? ¿Conoces la película Cortina de humo?
¿Por qué el francotirador era un votante republicano? Quizás, solo quería hacerle el mayor favor del mundo, convertirle en un héroe, y blanquearle si cabe aún más. Sabedor (ganó un premio nacional de matemáticas), que las decisiones son emocionales, empezando por las de voto, seguidas de las de compra y pertenencia.
¡Felicidades Donald Trump!, ¡Felicidades presidente! Sí, no te puedo elegir, pero tampoco, puedo votar directamente a quien preside la Comisión Europea, y bien que me mandan sus directivas.
GO!