06 de Marzo de 2024
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Feijoo Corrupcion

Tirar por elevación es el último recurso que queda cuando los tiros cortos —la desfachatez, el insulto, la tergiversación y la mentira—pierden eficaciapor reiterativos y vacuos de argumentos en el ataque, sin fin, al que se considera enemigo político: nunca oponente. O cuando hay que soslayar la realidad cotidiana que te contraviene y desmiente, como un tiro en el pie, cada vez que lanzas un dardo envenenado y olvidas que, al final, todo se sabe, y más cuando eres tú quien lo cuenta (Feijóo, magister dixit).

Tiro en el pie es descubrir que mientras expandías el mensaje de oposición radical a la amnistía, tus huestes exploraban con los independentistas la posibilidad de hacerte Presidente, que te llevó a confirmar que durante un día entero pensaste en serio avalar la amnistía. O, cuando pides a la Comisión de Venecia —órgano consultivo del Consejo de Europa—un informe sobre la Ley de Amnistía, y ésta informa favorablemente la necesidad de una Ley de esas características, dejándote a los pies de los caballos. O, por no abundar más, cuando solicitas la mediación de la UE para desbloquear la renovación del CGPJ, fiado en que avalará tu tesis de que primero se apruebe una nueva Ley de elección de sus miembros y luego la renovación, y te encuentras con la firme posición del Comisario de Justicia, Reynders, de primero renovar y después negociar un nuevo sistema.

Tropiezos continuos que no dejan más opción al líder de la derecha que tirar por elevación contra Presidente PS, acusándole de todo con presunciones y sin datos. Lo último: de ser el máximo responsable del caso Koldo. Pero, otra vez, la realidad se vuelve en contra cuando en los datos conocidos del sumario que instruye el juez de la AN, Ismael Moreno, aparece el nombre de Miguel Tellado —y de un tal Alberto—, con el que el aizcolari habría negociado para que el Gobierno Balear —ahora del PP—, aparque la indemnización de 2,6 millones de euros demandados a la trama por el Gobierno anterior de Francina Armengol, por incumplimiento del contrato de compra de mascarillas durante la pandemia; después de buscar la mediación, fracasada, de Ábalos con Armengol con el mismo fin. De momento, el actual Gobierno Balear ha parado la reclamación; pero el PP se olvida de ello y pide la dimisión de la Presidenta de Congreso, Armengol, que fue la que denunció la estafa. ¡De aurora boreal!

Cuando se tira por elevación hay que amarrarse bien los machos y tener datos fidedignos, para que la parábola del tiro dé en la diana que se busca. Y no tirar a bulto mediante la vieja técnica de esparcir la duda y enfangar a toda persona que tenga relación, incluso indirecta, en el caso. Como meter en el saco a la compañera del Presidente, Begoña Gómez, con la falacia de que el Gobierno concedió una inyección de 475millonesa Air Europa, cuando estaba al borde de la quiebra, solo para salvar el puesto de trabajo de su pareja. Tergiversación de la verdad, pues Begoña Gómez nunca trabajó para Air Europa, sino que Globalia, una ramificación de la compañía aérea, impulsó un convenio con el África Center —dependiente el Instituto de Empresa— del que fue Presidenta, para crear una categoría específica para los emprendedores africanos en los premios a las mejores startups turísticas. Hoy, Begoña Gómez dirige un máster en la UCM, sobre Transformación Social Competitiva: ODS como estrategia.

Así, arropado por los corifeos mediáticos de siempre, y por la tendencia del ciudadano medio a juzgar de manera superficial los acontecimientos y a sus protagonistas, Feijóo sigue su viaje a ninguna parte, como los boxeadores sonados que se mueven por el cuadrilátero dando golpes al aire, sin darse cuenta de que a la postre, se los da a sí mismo.

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