Tras al menos un par de generaciones sosteniendo un paradigma de poder obsoleto que le ha costado al mundo mas de un millón de muertos, el Presidente de los EEUU, Donald Trump ha tirado por la calle de en medio y nos ha dado la razón a los críticos del mundo: Jeffrey Sachs, John Mearsheimer, el Coronel MacGregor et al. Y en España a todos aquellos a quienes Julio Valdeón, desde las páginas de El Mundo, nos acusó de cobrar de Putin por Bizum. El mayor damnificado fue el Coronel Baños, sin otro pecado que su patriotismo. Iba a ser el Director del Departamento de Seguridad en Moncloa y una maniobra del Mi6 le costó el cargo. Otro fue Rubén Gisbert que acabó ante los tribunales por odio al pueblo ucraniano, extraño tipo penal que le hizo tener que contratar abogado y procurador y someterse a un procedimiento incomprensible. Por el contrario, los colaboracionistas habituales eran llamados a tertulias y telediarios, y hasta el propio hemiciclo del Congreso y allí explicaban lo malo que era Putin, invasor de ese pobre país que era Ucrania.
Se acabó. Lo ha dicho el Presidente de los EEUU en lo que se puede considerar una confesión de parte. El Maidan fue un golpe de Estado pagado por la CIA y el USAID y sigue la misma pauta que las revoluciones mal llamadas de colores, todas en las fronteras de Rusia, y que en puridad de principios no son sino golpes de Estadosin otro propósito que desestabilizar a Rusia. La confesión es de excepcional alcance porque va seguida de una serie de iniciativas conexas que desarrollan ese principio y que se resumen en:
1.- Rusia no es el enemigo de nadie. Se le ha atacado al intentar poner la OTAN en sus fronteras, algo que los EEUU jamás consentirían en las suyas. Ofreció retirarse del Donbass si Ucrania renunciaba a entrar en la OTAN e incluso firmó un acuerdo de paz en Estambul en este sentido. Biden lo rechazó pues la OTAN era el objeto del debate. Y lo hizo, según la revista Time, sin esperanza de que Ucrania pudiese ganar la guerra.
2.- El frente principal no es Europa ni Eurasia sino China y el Mar de la China.
3.- Rusia es bienvenida al común de las grandes potencias y merece un lugar en el G7.
4.- Europa es no solo irrelevante al estar rota en pequeños estaditos sino también por haber participado activamente en los preparativos bélicos via acuerdos de Minsk, cuyo propósito era engañar a Rusia y dar a Ucrania tiempo a armarse.
5.- Ucrania también es culpable por haber escuchado los cantos de sirena de la administración Biden y se espera de ella que devuelva todos los millones que se le dieron para hacer una guerra sin sentido que ha supuesto el sacrificio de toda una generación. Este apartado es de excepcional importancia pues no respeta el principio de sucesión de los Estados. Trump niega legitimidad a la iniciativa USA que hizo arrancar la guerra y considera culpable a Ucrania de su desarrollo por haber escuchado esos cantos de sirena.
6.- Se abre camino a una relación de amistad entre los dos hegemones, Rusia y los USA, no basada en los criterios hasta ahora dominantes de Eurasia, herederos de la hostilidad del imperialismo británico, sino en la colaboración basada en intereses. Por fin Bismarck vence a Mackinder. Vuelve a imperar la razón en nuestro continente y lo hace de la mano de Alemania.
¿Dónde deja esto a nuestra clase política? Pues a los pies de los caballos. Tras años de decir que los vestidos del Rey son sedas y alamares, holandas y blondas, es el propio Rey el que se enfrenta a los cortesanos y les llama idiotas porque va por palacio en purititoscueros. Dejando aparte la satisfacción que eso pueda producirnos a los que durante años hemos aguantado carros y carretas, está ahora el problema de como reconducimos esta situación.
¿Cómo van a recibir en Moscú a Kallas si acaba de decir que sería una gran cosa ver perder a Putin porque así se rompería Rusia en muchos pequeños estados? ¿O a Francia y Alemania, campeonas de la falsedad de Minsk, incluso contra legem porque se hizo intervenir nada menos que al Consejo de Seguridad en aquel engaño? La verdad no lo se. Se que todo ese conjunto de personas ha quedado desautorizado.
Yo recomendaría nuevas eleccionespero se que eso no va a suceder. En fin, por pedir, yo pediría empezar a templar gaitas aunque solo sea de hecho. Eliminar las banderas de Blut und Boden nazi que ensucian el aire de Madrid cerca de la Embajada de Rusia, admitir que esa misma Embajada pueda tener cuenta corriente en un banco español, abrir el grifo de los visados turísticos por la via del Consulado..algo de ese porte. Lo que sería suicida es negarnos al restablecimiento de la normalidad con Rusia mientras que ese país y los EEUU inician un deshielo prometedor.
La UE se equivocó y cuanto mas tarde en admitirlo, peor. Es posible incluso agravar nuestra situación. Ahora nos llevamos mal con Rusia y relativamente bien/mal con los EEUU. Solo faltaría que pasásemos a llevarnos mal tanto con Rusia como con los USA. Es lo que parecen sugerir estos cónclaves en Paris, convocados por un Presidente agonizante y un mayordomo en paro, Starmer, que si no despertasen alarma despertarían hilaridad.
En lo referente a los hasta ahora críticos hemos dejado de ser súcubos del mal para pasar a ser simplemente incómodos. Tuvimos razón antes de tiempo. Y eso molesta. Veremos si finalmente el velo se levanta y acabamos en tertulias de TVE y programas de radio para que los españoles se vayan enterando de lo que de verdad ha pasado en Ucrania o si nuestros jefecillos prefieren sostenerla y no enmendarla. Porque la completa reparación de las ofensas y agravios con que se nos ha fustigado es ya imposible. En fin, terminar citando a Churchill se convierte en indispensable. "Los americanos terminan por hacer las cosas bien después de haberintentado todo lo demás."