Según la RAE, una de las acepciones de este término, hito, es “persona, cosa o hecho clave y fundamental dentro de un ámbito o contexto”. Esto sin duda es lo que ha sucedido este 23 de enero de 2021 con la celebración del I Congreso Estatal de Educación de Personas adultas. Un acontecimiento que ha pasado bastante desapercibido en general, y del que no se han hecho eco los principales medios de comunicación, a pesar de que han participado en él mil profesores de todo el Estado español.
Constituye un hito este Congreso entre otras cosas porque no ha sido organizado por las administraciones públicas, a pesar de que el medio millón de alumnos que cursan sus estudios en algún Centro Enseñanza de Adultos de este país lo hacen en centros públicos. A pesar de que el Aprendizaje a lo largo de la Vida aparece contemplado como una de las enseñanzas de nuestro sistema educativo y organismos internacionales como la UNESCO lleva años insistiendo en su importancia dentro de las sociedades actuales. En realidad, y esto hay que destacarlo, ha surgido a partir de las redes sociales, y sobre todo, del enorme esfuerzo realizado por cuatro profesores: Diego Redondo, Maximiliano Alcañiz, Ramón Paraíso y Josep Miguel Arroyo. Ellos han organizado el Congreso sin apoyo institucional, aunque el propio Secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, haya sido el encargado de su apertura. Han conseguido este enorme éxito gracias a lo que llaman la #ComunidadEPA, es decir, los grupos que se han ido tejiendo en los últimos años tanto en las redes como en los Encuentros de Buenas Prácticas desarrollados en algunas comunidades autónomas.
El Congreso, y esto también hay que destacarlo, ha sido virtual gracias a la plataforma CISCO que abrió sus recursos para que se pudieran simultanear las ponencias desarrolladas en 12 salas diferentes, con seis en cada una de las franjas horarias tanto de la mañana como de la tarde. Moderadores como Frederic Johnson, Gonzalo Toraño o Graciela Álvarez han abierto coloquios y sobre todo experiencias didácticas procedentes de CEPA repartidos por todo el país que han seguido con avidez cientos de profesores. Su repercusión nos la indica el hecho de que fue uno de los temas más seguidos en Twitter durante esa jornada.
Se ha hablado de la urgencia de visibilizar la Enseñanza de Adultos, de la digitalización, de la importancia de crear redes, de los nuevos espacios didácticos, de metodologías, de la necesidad de recursos, de reconocimiento, del Artículo 5 bis de la LOMLOE, de la Enseñanzas de carácter no formal. Se ha debatido, se ha informado, se ha compartido y sobre todo se ha transmitido ilusión, vocación docente, interés. Y se ha mostrado trabajo, una cantidad ingente de trabajo por parte de los organizadores, mediadores, ponentes y participantes. Realizado, por cierto, en su tiempo libre y sin ningún tipo de compensación material ni remuneración económica. Hay que decirlo.
Un hito, en definitiva, porque este I Congreso Estatal de Educación de Personas Adultas constituye, sin duda, un momento clave en nuestro ámbito educativo. Eso es algo que se percibe en los comentarios y aportaciones de los participantes.
En palabras del encargado de la clausura, Fernando Trujillo, “la Educación de Personas Adultas es un bien común absolutamente necesario para el bienestar y el progreso de un país: su aportación es decisiva para hacer realidad el objetivo de una sociedad que aprende a lo largo de todo el río de la vida. ¿Seguiremos manteniendo a la Educación de Personas Adultas en el “Mundo al revés” o estamos dispuestos a ponerla en el centro del sistema educativo? De la respuesta que demos a esta pregunta depende, en buena medida, el tipo de sociedad que somos; de la respuesta que demos a partir de ahora dependerá el tipo de sociedad que tendremos en el futuro”.