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Un sindicato real para necesidades reales

04 de Diciembre de 2020
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Planificación del acto Presentación del Proyecto Víctor Villar Epifanio Secretario General de la UPADD.

Vivimos en un tiempo de cambios y dicen en mi tierra que a río revuelto, ganancia de pescadores. En tiempos de grandes tragedias mundiales, surgen proyectos novedosos que cambian, mucho o poco,  la forma de ver el mundo. Estos cambios pueden ser buenos o malos, así, tras la crisis del 29 surgieron los totalitarismos, mientras que tras la Segunda Guerra Mundial nació la ONU y la Declaración de los. Derechos Humanos. Tras esta última crisis sanitaria, económica y de valores nos han llegado populismos de derechas y de “izquierdas” o postmodernos. El “no a las etiquetas” y el “todo vale” ha invadido la vida social y política con locas teorías acientíficas que visten viejos prejuicios y privilegios de modernidad.

En estas estábamos cuando mi compañera de la UPADD (Unidad Progresista de Apoyo a la Discapacidad y la Dependencia),  Yolanda Gómez-Recuero, tímidamente, me propuso crear un sindicato de la discapacidad, creyendo que era una idea loca. Yo no lo pensé ni un momento, pues pensé: “Vamos a ver. Aquí unos tíos desde sus despachos de Universidad pueden jugar a ser imitaciones contrahechas de puteros y proxenetas, mientras otras pueden reclamar su “derecho” a ser madres aunque hundan sus vidas públicas y profesionales y las de sus madres, etc, etc…. Con este plantel ¿Por qué va a ser una locura montar un sindicato sectorial para reivindicar los derechos laborales de las personas con discapacidad? Más bien, me parece la idea más racional y lógica del siglo XXI en materia de discapacidad. Me explico.

En primer lugar, esta idea cubre una necesidad básica real, el derecho al trabajo de las personas con discapacidad. Por este derecho, el derecho al trabajo digno, han luchado desde ludistas (maza en mano), hasta socialdemócratas reformistas (con negociaciones y convenios), pasando por cartistas, orwenistas, anarquistas y toda la familia ideológica del marxismo. El empleo es una necesidad, tanto económica, como psicológica.

Para probar esta afirmación escogeré dos de los últimos casos de abusos laborales que hemos recibido en la UPADD.

El primero de es el de la actual compañera de la UPADD, Yolanda Gómez—Recuero. La compañera Yolanda ha sufrido una serie de humillaciones.

A Yolanda se la contrató en un CEE de COCEMFE, (Confederación Estatal de Personas con Discapacidad  Física), llamado CTS. Su paso por allí la costó un agravamiento de su discapacidad. Con su permiso, paso a reproducir la narración que ella misma hace de su paso por CTS:

“Denuncio que los discapacitados cobramos un 17% menos que la población general por el mero hecho de ser discapacitados, por disfrutar de tres descansos durante la jornada laborar de 5 minutos cada uno además de otro de 20 minutos, pero se nos exige el mismo rendimiento que a la población general.

Denuncio que según marca la Ley, en el CEE debe de existir un USAP y que realice un PILL, poniéndose en contacto con el trabajador para realizar un PIIL (Programa Individual de Integración Laboral) un programa individual de cada trabajador con unos objetivos, en el área personal, laboral y de relaciones interpersonales, este programa debe de realizarse conjuntamente con el trabajador social y tras una entrevista exhaustiva de seguimiento con el trabajador. A mi no me han hecho ningún seguimiento ni entrevista alguna, en CTS informa el mando intermedio de cómo ha trabajado esa persona, ofreciendo una opinión totalmente particular.

Denuncio el trato recibido en esa CEE por parte de los responsables de la empresa, a los cuales realicé una llamada de teléfono, envié varios correos electrónicos haciendo referencia al hostigamiento y acoso por parte de mi jefa de equipo y que cuando me quejé al mando intermedio me pusieron a realizar trabajos básicos, los cuales perjudicaron mi salud física.

Denuncio que en ningún momento que ofrecieron un EPI adecuado para realizar ese tipo de trabajo, el cual, por mi discapacidad, no estaba adecuado para que lo llevara a cabo, ni el lugar donde se realizaba ese trabajo tenía ni una ventilación adecuada ni una luz suficiente.

Denuncio que la Mutua, cuando fui a visitarles por el daño que sufría en mi ojo izquierdo, el primer día me atendieron, pero al día siguiente que fui para realizar un seguimiento, rechazaron mi caso aduciendo que no era una enfermedad laboral, es cierto, no había sido producida por el trabajo desempeñado, ya tenía un problema físico en dicho ojo, pero el estar realizando esa labor me lo daño mucho más.

Denuncio que en estos 6 meses de contrato en CTS tan sólo me facilitaron una mascarilla en el primer día de trabajo.

Otro caso es el de el compañero Iván, del mismo centro que Yolanda. Ivan me habló de una historia de intentos de suicidio por la humillación padecida: Insultos, vejaciones….. Chantajes en el precio de la comida para que se trabaje más y explotación laboral hasta la extenuación.

También han surgido casos en ciudades como Madrid y Burgos. Uno de esos casos, es el de una trabajadora de un CEE que presta sus servicios para el Museo de la Marina. Según esta trabajadora, este caso no es único en los Museos del Ministerio de Defensa. Pronto ampliaré el tema en una columna propia.

Estos casos se suman al caso de ASPANIAS, en Burgos, sobre el cual ya informé en el área social de Diario16: https://diario16.com/primera-huelga-de-la-discapacidad/

. Y el caso de la plantilla del Centro Especial de Empleo Integra y Eulen, que trabajan para Mercamadrid, sobre los que ya escribí en mi columna “Yo acuso. Carta abierta a la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz”, también para Diario16:  https://diario16.com/yo-acuso/ .

En segundo lugar,  la discapacidad necesita un tratamiento diferenciado dentro del sindicalismo. Las personas con discapacidad tenemos unas características biopsicosociales que un movimiento de masas como el. Movimiento Obrero no se puede detener a contemplar, este movimiento se basa en conquistas comunes a toda la clase obrera. Por otro lado, las asociaciones de personas con discapacidad, desde el punto de vista de la izquierda y del Movimiento Obrero, en el mejor de los casos, no son más que externalizaciones de los servicios sociales, pequeñas oficinas subcontratadas por los Ayuntamientos; en el peor de los casos, estas asociaciones no son más que empresas que se dedican a repartir y reinvertir beneficios en sus propias infraestructuras, con lo cual estas ONG`s representa más bien a la patronal, con lo que difícilmente podrán defender los derechos laborales de esas personas.

Por ese último motivo, creo que es necesario un sindicato sectorial de personas con discapacidad. Esto no rompe la unidad de la lucha de clase, muy al contrario, la complementa. Este proyecto no nace del reproche al Movimiento Obrero, sino que viene a complementar a este, siendo heredero de los siglos de lucha del este Movimiento. No pretendemos inventar nada, ni cabalgamos en unicornios postmodernos, ni tampoco estamos para satisfacer deseos, seremos un sindicato de clase más especializado en la discapacidad, sin más. Creemos que la deriva empresarial de las ONG`s de la discapacidad hace necesaria y urgente esta respuesta.

En este enlace (https://www.fsdnuestrosindicato.eu/ ) se pueden ver nuestros objetivos y unirse al proceso de creación de este sindicato.

El día 17 de diciembre de este año, la Comisión de la UPADD encargada de este proyecto, presentaremos en un Zoom el mismo con estos datos:

Presentación del proyecto de la Federación Sindical de la Discapacidad 

Hora: 17 dic 2020 08:00 PM Madrid 

Unirse a la reunión Zoom:

ID de reunión: 892 4625 3886

Código de acceso: 034274

La mayoría de nuestro colectivo somos parados/as de larga duración o trabajadores y trabajadoras en precario. Ya va siendo hora de dar voz a esa mayoría y quitar la máscara social y filántropa a nuestras organizaciones empresariales.

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