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El uso de los insectos (2 de 2)

17 de Febrero de 2025
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Insectos

Si no se puede vacunar voluntariamente a todo el mundo... que sea, entonces, de forma involuntaria y sin posibilidad de resistencia.

Tras la primera parte ya publicadala pasada semana, hoy vuelvo a referirme al tema de la utilización proactiva de los insectos por el ser humano. Y con, a mi modo de entender, no muy loables fines.

En el caso de esta noticia que me llegó en fechas atrás, vuelve a ser protagonista el inefable e incansable Bill Gates, que siempre anda por ahí, bien en el escenario visible o bien entre bambalinas, cual prototipo de «malote» en los relatos infantiles.

Ya se sabe que bajo sus alas, y nunca mejor dicho, se soltaron una millonada de mosquitos sobre territorios estadounidenses del sur, más propicios de que haya enfermedades vectorizadas por estos insectos.

Ya veremos las consecuencias sobre los ecosistemas al invadir de mosquitos machos modificados genéticamente para generar infertilidad en esa especie. La cosa es que este tipo de mosquitos rivalizaría con los machos autóctonos para aparearse con las hembras del lugar. La primera consecuencia en pura lógica es que disminuirían a corto plazo los miembros de esa especie.

Ya estamos jugando de nuevo a ser dioses creadores de la realidad del planeta Tierra. Creo que en Biología hay un concepto claro: un ecosistema es un conjunto de flora, fauna y demás invitados en el que existe un equilibrio. En el que cada partícipe tiene su función y que la falta de uno repercutirá sobre todo el ecosistema, no sólo en las funciones biológicas de esa especie.

A veces, desde mi desconocimiento, me pregunto sobre cuál es la función «útil» de los mosquitos, además de picarnos y generarnos  incomodidad  a  los  humanos  en  las  temporadas estivales. Y no digamos la de esas moscas cojoneras que invaden las paellas al aire libre. Pero éste es otro tema.

Sin despejar esos interrogantes, ahora tenemos un puntito más en la escalera de decisiones irracionales construida por este personaje público… y no sólo por él. Porque si no fuera por gente de ciencia (con minúscula) que le sigue la corriente, no pasaría nada y la naturaleza seguiría, impertérrita, su curso.

La noticia salió durante el pasado enero. Y es que en Países Bajos se realizó un estudiodoble ciego sobre la efectividad de unos mosquitos de ésos, trompeteros, que les gusta picar «más que a un tonto un caramelo». Por supuesto, también fueron modificados genéticamente, esta vez para transportar al parásito de la malaria…, asimismo, modificado.

La finalidad está clara. Soltar esos bichos voladores para que se inflen de picar a los pobrecillos seres humanos que haya por ahí abajo. ¿Y dónde tienen pensado culminar ese experimento? Pues, como no podía ser menos, en la extensión subsahariana del continente africano, más susceptible a padecer malaria.

La modificación del parásito estaba previsto que impidiera su desarrollo tras 24 horas de ser introducido en un ser humano. No daría tiempo como para que se desarrollara la enfermedad y sí para que el sistema inmune reconociera al parásito y comenzara a activarse en su defensa.

La idea parece interesante, ¿no? La cuestión es que la eficacia de esa versión de parásito fue insuficiente. Y claro, los científicos y demás promotores de esa idea no se quedaron quietecitos alimentando su frustración y siendo castigados sin empleo y sueldo.

Se lanzaron a otra versión más condescendiente con el parásito: que pudiera reproducirse hasta en seis días en el interior de los cuerpos picoteados por los mosquitos protagonistas de esta historia. Estarían en la llamada «fase hepática», antes de que se instalara la «fase sanguínea» y volverse infeccioso.

Pero claro, ¿quién nos asegura que esos parásitos modificados, con su capacidad de desarrollo y reproducción conservada durante seis días no se puedan mezclar con otros, vamos a decir salvajes, sin modificar, como en una especie de mestizaje, dando lugar a nuevas variantes también modificadas genéticamente pero sin el mensaje claro de dejar de reproducirse a los seis días?

Se huele el desastre, al menos desde la teoría.

Los resultados del estudio en el que se comparó el efecto producido por esta modificación de los seis días con la primera de un día y con placebo alegraron la cara de los científicos con cifras de eficacia del 89% en el grupo de seis días. Y también concluyeron que eran seguras.

¿A qué me suena a mí esa cantinela?

Alteraciones de la troponina T (un indicador de alteración de la funcionalidad del miocardio) en algunos de los voluntarios fueron consideradas sin relación directa con la vacuna. Qué listos que son.

Tampoco las alteraciones de la función hepática observadas alarmaron a los sesudos científicos autores del estudio al considerar que era un efecto provocado por los antihistamínicos suministrados a los pobres voluntarios. Qué seguros que están cuando achacan unos efectos a un factor y no a otros posibles, ¿no? Un aplauso para sus «coaches».

Vamos, que no se andan con chiquitas echando balones fuera. ¿Y qué pueden decir de ese 40% de voluntarios del grupo de prueba que señaló dolores abdominales?, ¿y del 45% que tuvo dolor de cabeza?, ¿y del 50% con malestar y fatiga? Por no hablar de ese 60% que se quejaron de náuseas y vómitos.

En fin, todo muy prometedor en la opinión de los autores. Por supuesto, siguen haciendo experimentos con estos mosquitos transportadores de plasmodium modificado para su inactivación a los seis días. Tras ser picoteados por 50 mosquitos en «dosis única» han observado que 9 de los 10 voluntarios no han padecido malaria.

La aplicación de este experimento en el mundo real (como lo llaman) puede generar muchas variables. Por ejemplo, en cuanto a las dosis a recibir por los desdichados seres humanos que se encuentren por ahí, en las cercanías de estos mosquitos picadores.

¿Quién va a controlar el número de picaduras y, por consiguiente, la cantidad de parásitos inoculados?

Pero, además del aspecto puramente técnico del experimento y de sus consecuencias, se abre de lleno un tema ético: ¿y eso del consentimiento a ser inoculado por mosquitos transmisores de plasmodiums modificados? La verdad es que el tema ni se lo plantean. ¿Por qué será?

Salud para ti y los tuyos.

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