Un gemido por Valencia brota del alma de todos los seres de bien. Las manos se apresuran auxiliando, paliando en lo posible. Es lo que ahora importa. Como en caso del petrolero Prestige, aquellos "hilillos de plastilina" que movilizaron la solidaridad de los españoles y mostró ciertas desvergüenzas, aquí parecen darse dos caras de un mismo suceso. Hoy la sociedad española se moviliza, todavía con un grito atrapado en la garganta, como aquel de Edward Munch. Primero ha de ser la solidaridad, el hermanamiento, el consuelo. 202 muertos llevamos cuando esto escribo. La tragedia nos sacude las entrañas, pero no merma las voluntades de ayuda que se están volcando y se derramarán sobre el querido suelo valenciano.
Les confieso que no me coge por sorpresa lo sucedido. Ando a vueltas por otros motivos con el estudio del Antropoceno, la era donde el hombre presume del dominio absoluto sobre la Naturaleza, hasta que la Naturaleza le grita que ande con cuidado.
Dos libros entre muchos: el del Dr. José Manuel de Cózar Escalante; <El Antropoceno tecnología, naturaleza y condición humana>; ed. Catarata 2019; y el del Dr. Andreas Weber; <Vivificar. Una poética para el antropoceno>; ed. Kairós. El primero nos pone los pies en la tierra, el segundo nos recuerda que tenemos vida para vivificar.
Visto lo visto parece que eso de vivificar y no destruir no va con algunos que no dudan en dar mazazos al planeta que nos acoge a todos, en tanto que otros, escultores de la plastilina, alumnos de la post-verdad y danzantes de las mil caras, sestean en el negacionismo inane, y ahí llega el grito, que está por estallar:
No se puede admitir que el día 25 de octubre, a las 11,17 h., el meteorólogo y Dr. Juan José González Alemán advierta que en los próximos cinco días una DANA de inusitado potencial afectará a Valencia, y en las redes a los negacionistas les entre la risa.
No se puede tolerar que el domingo 27, a las 13,50 h., la Agencia Estatal de Meteorología avise de la llegada de esa DANA que descargará con mayor probabilidad e intensidad en la vertiente mediterránea; que a partir del lunes 28 empezará la parte más dura, y que el martes 29 habrá de ser el más conflictivo, con 150 mm. en 24 h. Erró el aviso, no en el fenómeno ni en las fechas, sino en la intensidad. Hemos sabido que más de 700 l. por m2 han caído en algún punto geográfico específico. El mismo martes 29, la Confederación Hidrográfica del Júcar, avisaba a las 17,30 de "un peligro extremo" en buena parte de la provincia de Valencia, y a esa reiteración se le hicieran oídos sordos avisando a la ciudadanía.
Resulta intolerable que a la sociedad valenciana le llegue a los móviles la señal de alerta a las 20,12 h., y que antes, a las 13 h., su Presidente anunciara la disminución de la intensidad en la comunidad valenciana; ni que Feijoo, que aspira a un día presidir el Gobierno de España, se deje caer por Valencia, después de haberse abrazado con García-Page, aprovechando la ocasión para atacar al Presidente del Gobierno. Si, como dijo, nadie gestiona sino en función de las informaciones que recibe de organismo de competencia exclusiva del Gobierno, esa información se produjo en tiempo y forma, sin producir la gestión que reclamaba, y si <nadie puede tomar decisiones en función de una información que puede ser exacta, inexacta o mejorable>, y con ello hace referencia a la recibida mostrando su desconfianza, los hechos demuestran su doble error: Se ha equivocado al utilizar el dolor para atacar al gobierno, cuando además ese dolor, presuntamente, puede haber sido producido por la inacción de gentes de su propio partido. ¡Primero las víctimas! antes de pretender arrancar votos con el olor ajeno, un dolor que se ha dado cuenta del engaño. Uno más del que le pedirán cuentas cuando hayamos terminado lo que ahora importa.