03 de Agosto de 2020
Actualizado el 02 de julio de 2024
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manos ancianas

Cuando se ha tenido mucho, en el ámbito quesea,  es doloroso y requiere un esfuerzode adaptación, sumirse en una realidad más precaria, sea ésta económica,emocional y afectiva, o intelectual.

Vivimos unos tiempos en que muchas personas ycolectivos van a tener, por lo menos durante un tiempo, que ceñirse a unasituación más austera, con menos recursos, y esto  requiere aprender a vivir con menos y sabernutrirse de otras substancias y fuentes.

Si la precariedad es económica, tenemos noobstante la oportunidad de disfrutar de la cultura y las artes via Internet, yes un buen momento para intentar crear nuevos lazos afectivos aunque cueste,porque muchas veces ocurre que al que ha alcanzado el rayo de la mala fortuna,lo abandonan muchos que antes decían ser sus amigos, sin embargo, en ocasionesen esas circunstancias aparece el amor verdadero, el que no tiene en cuenta loque se tiene a nivel material, sino que aprecia sobre todo las cualidades humanas.Para esto hay que ser humilde, tanto el que acepta su adversidad, como el que leaprecia.

La creatividad es también muy importante,diríamos que crucial, junto a la sagacidad y la capacidad de coger lasoportunidades al vuelo, para navegar en aguas de poco calado y cuando losmedios son pocos.

Europa y la mayor parte del mundo en generalya han pasado por estas situaciones muchas veces a lo largo de su historia, ytal vez es la incertidumbre y la ansiedad la que hacen más dura la experiencia,pero hay muchos métodos para aliviarla que no sea el consumo de substanciasnocivas, como es el deporte, el contacto con la naturaleza, la meditación y lacontemplación.

Escribir las ideas que vienen a la mente sueleser un buen método para sacar la negatividad y buscar soluciones a losproblemas.

Y hemos de recordar que hay que ser muypositivos y que la unión hace la fuerza. La soledad añade angustia a la ruina,pero siempre hay que ver que somos semillas de Dios, no cucarachas que searrastran por la tierra, y no debemos de dar excesiva importancia a los bienesmateriales. Están ahí para ser disfrutados, pero al igual que el placer y elgoce no pueden ser un fin en si mismos. Los tiempos de carestía son una buenaoportunidad de dar, cualquier cosa que uno tenga, aunque sea solo atención yescucha esto puede ser mucho para cualquier persona, y nos ganaremos laaprobación de la vida dando, colaborando con ella, también en la afectividad yen el apoyo emocional. La vida aunque tenga intervalos de sufrimiento, quieresobre todo que crezcamos y nos desarrollemos plenamente, que lleguemos a ser elárbol frondoso y cobijador que podemos ser, para dar sombra a quien lo necesitey abundantes frutos.

La pobreza intelectual a veces no se tiene en cuenta, ya que estamos acostumbrados a consumir mayoritariamente unos productos audiovisuales de escasa calidad, y nos cuesta pensar que haya otra manera de comunicarse, pero la hay, más veraz, profunda, divertida y creativa, enriquecedora a todos los niveles. Los que se instruyen con libros y buenos contenidos son conscientes de que la simpleza, (no ya la simplicidad, que ésta sí que es positiva) produce un decaimiento personal importante. Hay que buscar lo elevado, aunque pueda ser complejo, hagamos el esfuerzo porque es necesario para que no nos convirtamos en seres sin capacidad para los matices, que solo ven lo primario (es curioso que haya tantos programas y contendidos sobre comida, y pocos sobre psicología, filosofía, y metafísica). Cuanto más aprendemos y nos relacionamos con personas más cultivadas, más capacidad de observar los colores de la existencia, y más valor personal adquirimos, si a esto le agregamos sentido del humor, podremos vivir con poco, pero tan ricamente, con el alma y el corazón llenos, y seguros, asentados en convicciones. La vida buena es una vida que no se deja engañar por los espejismos. Seamos también luchadores, aunque las posibilidades sean mínimas, eso fortalecerá nuestra voluntad, y la voluntad es la herramienta del alma que lo construye todo.

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