aaron

Yo no me doblego

09 de Febrero de 2025
Actualizado a las 19:06h
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Yo no me doblego. Valiente

Yo no me doblego

—no se doblega quien carece de doblez—.

No me doblega la madera que, segundos antes de morir, ha dejado al fuego como único heredero.

No me doblega la leona ecologista que dice ser partidaria de no comerse a los hombres.

No me doblegan los hospitales apocalípticos, el grafeno y la Cuarta Revolución Industrial; su propaganda informativa, sus uñas geriátricas y residuales extendiéndose por la educación de las generaciones venideras.

He tenido la paciencia de aprender a pensar y no soy una monja con claustrofobia uterina que precise de un permiso para sonreír a sus amantes.

El Estado no es mi propietario, no soy su propiedad; y es un peligro permitirle creer que, quitándonos la libertad, es como mejor soluciona los problemas.

Por encima del libre albedrío sólo se sitúan los esclavistas que te garantizan la comida, la protección y el cobijo... pero a cambio de tu servidumbre. Tan grande es mi libertad que esconde sus piernas detrás del horizonte.

Prefiero saberme infeliz siendo esclavo de mi libertad que creerme feliz en un país totalitario.

Prefiero una próspera moneda perdida por la cruz que la moneda de un tirano encontrada por la cara.

Y prefiero defenderme a que me salven pues, cuando los derechos humanos están siendo asesinados, cualquier atisbo de paz se convierte en cómplice.

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