Para todos los escritores del Grupo de WhatsApp:
Cuentos de invierno para leer en verano.
Con infinito agradecimiento.
La terraza es blanca: las mesas, las sillas, las sombrillas plegadas a pesar del sol, un sol de principios de primavera. La terraza es blanca y todo es blanco. Al lado hay un parque infantil, pero la distancia es suficiente para que no se oiga a los niños. Todas las mesas están ocupadas. Es mediodía y domingo. Nadie parece tener la menor prisa para irse. A la sombra hace frío, pero al sol la temperatura es perfecta. Todas las mesas blancas están al sol. Ninguna conversación es estridente. La gente no es ni guapa ni fea. A nadie le preocupa lo que tarde el camarero en traerle otra cerveza o un vino o un refresco.
Tampoco a León, León Salgado El Cazador de Cuentos: pasaba por delante y ha visto una mesa libre; no suele hacerlo, ir a tomar el aperitivo a un bar antes de comer los domingos, pero hoy no ha dudado: baja y tomamos algo, le ha dicho a su mujer por teléfono. Su mujer ha bajado, una chaqueta elegante, de tweet, y estrenando unas Ray Ban.
Aunque están en el corazón de Madrid no pasa ningún coche, y si pasa sucede demasiado lejos para que nadie se de cuenta. Sólo la acera blanca y muy ancha y muy larga. Blancos son también los edificios de alrededor, ninguno plantado verdaderamente cerca. El mundo está detenido: no gira la tierra. La eternidad es esa terraza al pie de la cristalera poderosa y bellísima. Nada se mueve y nada pasa. Pausa. Perfecta.
(Doy por acabada La Suite del Cazador de Cuentos para Diario16, aún queda mucho trabajo por hacer: versiones, vídeos…. tengo un montón de ideas; pero es sólo trabajo y lo haré o no lo haré, no importa. Lo divertido, lo estimulante, era la obligación cada día, el desafío. Volver a convertirme en León Salgado El Cazador de Cuentos ha sido un regalo, aunque al lado de los 365 cuentos originales estos 33 sean una nadería. Repetiré, pero mañana no tengo intención de empezar nada nuevo y probablemente ni siquiera repasaré ninguno de los muchos borradores que esperan en el ordenador. Lo único que voy a hacer mañana, mi única obligación, es: no escribir ningún cuento).
(Javier Puebla es el primer escritor en la historia de la literatura en haber escrito un cuento al día durante un año: El Año del Cazador, una suerte de novela neurológica que sólo puede conseguirse completa y editada en papel solicitándosela directamente al autor a través de Twitter, Instagram o Facebook, o en el correo [email protected]
Esta Suite que se ha publicado en Diario16 durante 33 días estaba inspirada por el deseo de recuperar el espíritu y la forma de observar la vida con unos ojos distintos, ojos de Cazador de Cuentos, y ha sido también un exponerse ante el mundo, un “aquí estoy, aún estoy aquí y tú puedes verlo y compartir conmigo este imprevisible juego”.) Día 33.
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(Mecanografía: LF)
