![I have a dream](https://diario16.com/wp-content/uploads/2016/03/I-have-a-dream.jpg)
Se impone el tuiterío barato, los focos, el postureo. "Me ha herido recatándose en las sombras / sellando con un beso su traición / los brazos me echó al cuello y por la espalda / partióme a sangre fría el corazón", decía el maestro Gustavo Adolfo. Qué bonito es el amor que todo lo puede, qué bello es que hasta es capaz de lograr lo imposible: endulzar el corazón de Pablo forjado con el hierro bravo de los cañones soviéticos; dulcificar el alma huraña y resentida de Pedro. Pablo y Pedro. Pedro y Pablo. Ya son solo uno, uña y carne, culo y mierda. Ya se quieren, ya se aman, aleluya, aleluya, levantemos el puño y los corazones, cantemos la Internacional. Atrás quedan los desplantes, las injurias, los agravios. Qué importa el orgullo cuando está en juego el trono de España. Juego de tronos, qué gran culebrón venezolano, qué gran metáfora de esta España hundida y sin gobierno. Dicen los analistas de las mañanas que todo es puro teatro, sainete de enredo, comedia sofisticada de altos vuelos en plan Lubitsch, con sus frivolidades y puertas que se abren y se cierran, con sus teatrillos y ataques de cuernos. El torerillo cornudo es Albert Rivera, el español celoso y despechado Mariano. Lo tiene todo para triunfar esta gran historia de amor. Pasión, celos, misterios, traiciones, intrigas. Solo falta el último duelo de caballeros con levitas al amanecer, espalda con espalda, a revólver o a florete, al punto de sangre. Ya se quieren, ya se aman. Hosanna en el celo. Esto puede terminar en bodorrio en las Cortes, con campanas y espadas en todo lo alto, o como el rosario de la aurora. Son las cosas de la vida, son las cosas del querer. Las cosas de la política. Las cosas de España.Pedro y Pablo. Ya son solo uno, uña y carne, culo y mierda. Ya se quieren, ya se aman, aleluya, aleluya, levantemos el puño y los corazones, cantemos la Internacional