El pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado este lunes, con los votos de los grupos municipales de PP y Vox, una proposición para iniciar los trámites para conceder la Medalla de Honor de Madrid al pueblo israelí, así como una condena “incondicional” de los ataques terroristas de Hamás contra población civil del país hebreo y guardar un minuto de silencio por estos actos, informa Efe. Cuando el mundo entero pide que cese ya la ofensiva hebrea contra la Franja de Gaza, que está provocando un exterminio del pueblo palestino, el equipo de Gobierno del alcalde Martínez-Almeida, con la muleta de Vox, ha entendido que era el mejor momento para poner en valor a un estado que ha hecho del genocidio un arma de guerra y de relaciones diplomáticas.
¿Qué es lo que piensa honrar el éticamente minúsculo alcalde de Madrid? ¿Los misiles matando niños indiscriminadamente (ya han sido asesinados más de dos mil), los morteros destruyendo hospitales y panaderías, el cerco y asedio a la ciudad que ha dejado a dos millones de gazatíes sin agua, sin luz, sin combustible y sin comida? Nunca una medalla se antojó tan nauseabunda.
Hasta ahora, las derechas españolas habían mantenido una posición política abiertamente prosionista. Sin embargo, en lugar de esconderse debajo de la cama, por su vergonzante postura, Almeida decide dar un paso más y homenajear la barbarie, el crimen de guerra y la limpieza étnica. Creíamos que después de lo de Almudena Grandes y la negativa del primer edil a nombrarla hija predilecta de Madrid ya lo habíamos visto todo. Pero por lo visto el alcalde tiene más basura ideológica en la mochila para ensuciar la imagen de los madrileños en todo el mundo. Miramos y no hay precedentes de lo que ha hecho estos días el máximo responsable del consistorio de Villa y Corte. Hasta donde sabemos, y corríjanos el lector si nos equivocamos, ninguna otra ciudad del planeta ha apostado por distinguir al Estado de Israel con un título honorífico. En esto, también el PP está solo como un partido marciano.
Pero más allá de la excentricidad de un alcalde que vive de la polémica constante, conviene recordar que la decisión del Gobierno municipal choca de lleno con las resoluciones de la ONU que ordenan parar la guerra y avanzar hacia la Solución de los Dos Estados, con el derecho internacional que prohíbe los ataques contra la población civil y con los más elementales valores en defensa de los derechos humanos.
Lo que ha pasado en Madrid hoy es muy grave, además de triste, bochornoso y vergonzante. No era suficiente con calificar de terrorista de Hamás a todo aquel que alza la voz contra el genocidio del pueblo palestino. Había que condecorar al genocida. Se ha cubierto de gloria el pequeño alcalde, bajo por su escasa talla política, intelectual y moral. ¿Qué espera este hombre colgándole una medalla de latón al criminal de guerra Netanyahu? Cualquier día nombra a Hitler o a Mussolini hijos predilectos de la ciudad a título póstumo. Y hasta renombra la Estación de Atocha con el sobrenombre de Estación Tercer Reich. Si lo que anda buscando es que el Estado hebreo le pague unas vacaciones gratuitas en algún confortable kibutz, hay medios mucho más honrados y decentes para conseguirlo.
Rifirrafe político
Más Madrid y el PSOE-M, por su parte, han expresado su rechazo al entender que la propuesta es “partidista” y “cruel”, en tanto que “omite una parte del conflicto” como son los bombardeos del ejército israelí en la Franja de Gaza como respuesta.
En un tenso intercambio de pareceres con fuego cruzado de izquierda a derecha y viceversa, Más Madrid ha señalado a la “extrema derecha” que, a su juicio, encarna Vox, y que es quien ejerce el “antisemitismo”. Vox, a su vez, ha acusado a los de Rita Maestre de “aplaudir” los ataques terroristas contra civiles.