El giro, o traición, de Pedro Sánchez respecto a la posición de España respecto al Sáhara Occidental va a tener graves consecuencias para España, sobre todo en las relaciones con Argelia.
El país norteafricano ha valorado la visita «exprés» de Pedro Sánchez a Rabat como un fracaso puesto que el presidente español «no ha conseguido nada» de lo que buscaba en materia de integridad territorial. Además, Argelia considera, con acierto, que Marruecos volverá a la carga con sus reivindicaciones sobre Ceuta, Melilla y las aguas territoriales de Canarias.
Así lo ha afirmado un alto cargo del gobierno argelino a Tout sur l’Argelie, quien ha ratificado lo que todo el mundo sospechaba: Marruecos no admitió ninguna alusión a la integridad territorial española, lo que demuestra que «Sánchez vendió el alma por un plato de lentejas» para dejar la puerta abierta a una nueva ofensiva marroquí por los territorios que considera «causa nacional». Ya ha conseguido que Sánchez ceda con el Sáhara. Lo próximo será Ceuta y Melilla.
Además, este alto cargo ya ha anticipado que Marruecos seguirá utilizando su estrategia de intimidación y chantaje a través de la inmigración, el narcotráfico, la seguridad y asfixiar la economía de las ciudades autónomas españolas.
Argelia seguirá tomando medidas contra España
El alto cargo argelino ha calificado como precipitada la visita a Rabat de Pedro Sánchez, a quien considera un presidente aislado en el ámbito político interno tras una decisión de política exterior que Argel atribuye a un puñado de personas: José Luis Rodríguez Zapatero y Miguel Ángel Moratinos. ¿No habrá estado recientemente el exministro de Exteriores español a Latinoamérica a vender gas argelino?
Mohamed VI, por su parte, habría querido lanzar una especie de salvavidas a un Sánchez que teme ahora las decisiones dolorosas que tomará Argelia. Para el país norteafricano, la decisión de España de reconocer el plan de autonomía marroquí sobre el Sáhara Occidental fue una traición y este malestar ya se tradujo en la llamada a consultas del embajador.
El alto cargo argelino ha asegurado que la llamada a consultas del embajador es solo el primer paso de otras consecuencias que «serán perceptibles a distintos niveles, a corto y medio plazo». La empresa argelina Sonatrach ya advirtió recientemente de que iba a recalcular el precio del gas enviado a España. Y habrá más.