Ayuso eleva la tensión con el Gobierno y amenaza con romper relaciones institucionales

La Comunidad de Madrid exige la "rectificación inmediata" del delegado del Gobierno tras sus críticas a la presidenta regional

31 de Enero de 2025
Actualizado el 01 de febrero
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La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso, recibe en Sol al delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz Ayuso, recibe en Sol al delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín

El enfrentamiento entre Isabel Díaz Ayuso y el Ejecutivo central ha alcanzado un nuevo nivel de tensión. La Comunidad de Madrid ha enviado sendas cartas al delegado del Gobierno en la región, Francisco Martín, y al ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, exigiendo una "rectificación inmediata" de las recientes declaraciones del representante gubernamental. En caso contrario, el Ejecutivo madrileño amenaza con romper cualquier relación institucional con la Delegación del Gobierno.  

Este ultimátum responde a unas declaraciones de Martín en la Cadena SER, donde se refirió a la pareja de Ayuso, Alberto González Amador, como "presunto defraudador fiscal", en el marco de la investigación por fraude que pesa sobre él. Además, en el pasado, Martín calificó a la presidenta madrileña de "gran mentira" y la señaló como la "alumna más brillante de la irresponsabilidad pública".  

El consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García Martín, ha asegurado en la misiva que desde la toma de posesión del delegado del Gobierno, su actitud ha sido "una constante descalificación e insulto" hacia la presidenta y su equipo. "Desde su llegada al cargo, hemos visto con tristeza e indignación cómo ha utilizado su posición para atacar a Ayuso y al Gobierno autonómico", ha señalado el consejero.  

Un conflicto que escala con el tiempo  

Lejos de ser un episodio aislado, este choque institucional es solo el último capítulo de una guerra política que lleva años fraguándose entre Ayuso y el Gobierno de Pedro Sánchez. La presidenta madrileña no ha dudado en utilizar términos despectivos para referirse al jefe del Ejecutivo, a quien ha llamado "autoritario", "violento" o "meme de presidente de una república bananera". En noviembre de 2023, durante la sesión de investidura de Sánchez, Ayuso fue captada por las cámaras murmurando "hijo de puta", aunque posteriormente su equipo intentó justificarlo asegurando que había dicho "me gusta la fruta".  

Más recientemente, la líder del PP en Madrid ha acusado a Sánchez de estar "comprando voluntades con dinero público" para mantenerse en el poder. También ha afirmado que el presidente del Gobierno está construyendo "una dictadura ante nuestros ojos" y que su gestión económica está llevando a España a la ruina.  

Ruptura de relaciones institucionales  

La Comunidad de Madrid ha advertido de que si el delegado del Gobierno continúa con sus críticas a la presidenta, dejarán de mantener cualquier tipo de relación con él. "Nos limitaremos a la interlocución estrictamente necesaria con otros representantes de la Delegación que tengan claros los principios de lealtad y respeto institucional", se lee en la carta enviada por el Ejecutivo madrileño.  

Este distanciamiento ya es evidente en los hechos. Desde principios de 2024, Ayuso y Martín no han mantenido ninguna reunión. Además, en diciembre, la Comunidad de Madrid impidió que el delegado del Gobierno tomara la palabra en el acto conmemorativo del aniversario de la Constitución.  

La postura de Ayuso también ha sido respaldada por su entorno más cercano, que insiste en que la Delegación del Gobierno ha actuado como un "brazo político del sanchismo" en Madrid. "No podemos seguir tolerando que se insulte a nuestra presidenta y a la Comunidad con total impunidad", señalan fuentes del Ejecutivo autonómico.  

Una estrategia de confrontación permanente  

El choque con el Gobierno central se ha convertido en una de las principales estrategias políticas de Ayuso. En cada comparecencia pública, la presidenta madrileña intensifica sus ataques contra Sánchez y su equipo. Asegura que el presidente busca "destruirla emocionalmente" y que ha utilizado todos los medios a su alcance para desprestigiarla.  

"Me han llamado asesina, genocida, loca, ida, corrupta... y no lo hace uno cualquiera, lo hacen el presidente del Gobierno, sus 22 ministros y todos los cargos socialistas, da igual en qué rincón de España estén", denunció recientemente en la Asamblea de Madrid.  

El conflicto se ha extendido incluso al ámbito internacional. Ayuso ha respaldado sin matices a líderes como el argentino Javier Milei, quien ha insultado directamente a Pedro Sánchez y su esposa. Además, ha acusado al Gobierno español de "normalizar el crimen" y de "aliarse con terroristas".  

Un PP dividido ante la escalada de tensión  

Mientras Ayuso radicaliza su discurso contra Sánchez, dentro del PP existen ciertas dudas sobre la conveniencia de su estrategia. Algunos dirigentes populares han mostrado su preocupación por la deriva de la presidenta madrileña y su constante enfrentamiento con Moncloa.  

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha optado por un tono más institucional en sus críticas a Sánchez, sin llegar al nivel de confrontación de Ayuso. Sin embargo, la presidenta madrileña ha logrado imponer su estilo combativo dentro del partido, forzando incluso a sus compañeros a alinearse con su discurso más agresivo.  

En la cuestión de la financiación autonómica, por ejemplo, Ayuso ha instado a los barones del PP a boicotear las reuniones con el presidente del Gobierno, asegurando que Sánchez solo busca "sobornarlos uno a uno". Esta postura ha generado incomodidad en otras comunidades gobernadas por el PP, cuyos dirigentes prefieren mantener una relación institucional con Moncloa.  

¿Hasta dónde llegará el enfrentamiento?  

El pulso entre Ayuso y Sánchez parece no tener fin. Cada nuevo episodio eleva la tensión entre ambas administraciones y aleja cualquier posibilidad de entendimiento.  

Mientras el Gobierno central busca avanzar en sus políticas, la Comunidad de Madrid se centra en desafiar abiertamente la autoridad de Sánchez. La amenaza de romper relaciones con la Delegación del Gobierno es solo un paso más en esta escalada de confrontación que, por ahora, no tiene visos de detenerse.  

Lo que está claro es que Ayuso ha convertido el choque con Sánchez en su principal bandera política. La pregunta es si esta estrategia le servirá para consolidar su liderazgo en Madrid o si, por el contrario, terminará aislándola incluso dentro de su propio partido.

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