En los últimos meses Isabel Díaz Ayuso se ha mostrado como una defensora radical del Estado de Israel, haciendo un proselitismo sionista absoluto y confundiendo la crítica a las políticas de apartheid aplicadas por los diferentes gobiernos israelíes con el antisemitismo.
Los primeros días de esta semana, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha estado en Jerusalén, empapándose de las «maravillas de Israel» y apoyando al gobierno de un país condenado por Naciones Unidas por vulneración sistemática de los derechos humanos, por violación del derecho internacional y por las masacres que día a día ejecutan contra el pueblo palestino, el verdadero dueño de la tierra donde se asienta el Estado de Israel.
Isabel Díaz Ayuso afirmó, sin que le temblaran las palabras que «Madrid es un lugar cada vez más reconocido en el mundo, Madrid es apertura y acogida. Es un lugar abierto, es un lugar plural, es un lugar de respeto, es algo que nos reconocen aquí, especialmente en Israel agradecen cómo afrontamos la vida, cómo trabajamos y cómo una democracia liberal como la nuestra se puede cuidar haciendo política en positivo».
Sorprendentes palabras, sin duda, si tenemos en cuenta que Isabel Díaz Ayuso se presenta como una defensora absoluta de la libertad y, sin embargo, no realizó condena alguna sobre el estado de apartheid que aplica Israel y que tanto se asemeja a las políticas aplicadas en la Alemania de los años 30 del siglo XX.
Ayuso ha demostrada ya en múltiples ocasiones la absoluta ignorancia respecto a lo que representa Israel. Como no puede ser de otra manera, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha venido afirmando cosas que las que mete en el mismo saco del antisemitismo, sin nombrarlos, evidentemente, a organizaciones de extrema derecha y neonazis, que realmente odian a los judíos, y a los legítimos movimientos que piden el boicot a los productos y las empresas israelíes no por odio al pueblo judío, sino en protesta por las políticas de exterminio y de apartheid aplicadas por Israel contra los palestinos, los verdaderos dueños de esa tierra.
Sin embargo, ni una sola condena a los actos asesinos de Israel contra los palestinos. Uno de los últimos ejemplos lo podemos ver en el siguiente vídeo en el que se puede comprobar cómo soldados israelíes ejecutan a un joven palestino por la espalda sin que haya existido provocación o amenaza de ningún tipo.
Amenazas a punta de pistola en la Complutense
El pasado 8 de febrero se produjo en la Universidad Complutense de Madrid una protesta en contra de Israel. En el Paraninfo de la Facultad de Filología se celebraban una serie de conferencias sobre los Acuerdos de Oslo y en una de ellas participaba la embajadora de Israel en España, Rodica Radian-Gordon.
La protesta terminó con enfrentamientos entre los manifestantes y la policía. También participaron miembros del servicio de seguridad de la embajada israelí que no dudaron en sacar sus armas y apuntar con ellas a los manifestantes. Una de las personas que sacó su pistola ha sido identificado como miembro de la seguridad de la embajadora, tal y como adelantó elDiario.es.
Tal y como se ha podido comprobar en el vídeo anterior, esta es la forma que tienen en Israel de sofocar las protestas y no han dudado en utilizar los mismos métodos en España.
Sin embargo, a Isabel Díaz Ayuso esto le da exactamente igual. Ella apoyará a cualquier país o partido ultra que haya en el mundo, por más que ejecuten la represión, por más que derriben las casas de los palestinos en Jerusalén Este, por más que asesinen a sangre fría a jóvenes sin provocación previa, por más que ejecuten a familias enteras o que las cárceles se conviertan en cámaras de tortura.