En el mundo del "y tú más" en el que la realidad política está sumergida, la operación de Estado que ha denunciado hoy Isabel Díaz Ayuso contra ella tiene la misma dimensión y estructura que la que el Partido Popular inició contra el independentismo catalán y que tiene imputados a varios altos cargos del gobierno de Mariano Rajoy.
Ayuso, como no podía ser de otro modo, no podía dejar pasar la oportunidad de atacar al gobierno de Pedro Sánchez tras la declaración y las pruebas presentadas por Juan Lobato ante el Tribunal Supremo, en las que se demuestra que el documento que el exlíder socialista presentó ante la Asamblea de Madrid le llegó desde Moncloa, en concreto, a través de la jefa de Gabinete de Óscar López quien, a su vez, era entonces el jefe de Gabinete de Pedro Sánchez.
Por esa razón, Ayuso lo ha tenido muy fácil para lanzar su discurso trumpista con acusaciones que, de momento, no están sustentadas por la acción judicial.
"Lo que está ocurriendo en España es gravísimo. Lo que hemos conocido en estos días es que ha habido una operación de Estado contra un adversario político, que es algo impropio de un país miembro de la Unión Europea. No se concibe que haya habido tal corrupción de Estado, de manera que todos los poderes se han organizado desde el Presidente, pasando por el fiscal general del Estado, la abogada del Estado, fiscales y funcionarios que nos querían mandar gotitas de cianuro. A eso hay que añadirle casi todos los ministerios que han estado también pasándose papeles, la Agencia Tributaria y también una serie de medios de comunicación que, saltándose todas las normas, han llegado a filtrar datos personales que ni siquiera estaban dentro de una inspección fiscal. Y esto es intolerable. En cualquier país de la Unión Europea este gobierno entero estaría en la mismísima calle. Ya no sé qué va a ser lo siguiente, que nos espíen los teléfonos, que nos sigan por la calle o que se empiecen a inflar censos. Todo vale con tal de no perder el poder y eso que dicen de que no gobierna la derecha. Eso sí, si tú gobiernas con la derecha vasca, catalana, con la extrema derecha europea, te vale. Esto es lo que tenemos. Un gobierno que ha decidido situarse por encima de la ley, que se va a mantener por encima de la misma. Eso se llama democracia popular, el dos contra uno, aunque para ello no haya Estado de Derecho. Aquí ha habido organización de un Estado contra un adversario, una causa política contra el adversario para destruirlo. Y eso es intolerable en una democracia", ha dicho Ayuso.
En apenas un párrafo ha mezclado muchas cosas, ha hecho interpretaciones, ha lanzado acusaciones y, sobre todo, ha señalado teorías más propias del trumpismo que de lo que se espera del centro derecha como, por ejemplo, la alusión al fraude electoral.
Lo que sí es un hecho, que Ayuso pretende ocultar, es que su pareja reconoció un delito de fraude fiscal para evitar la cárcel y eso es incuestionable. Otra cosa son las responsabilidades políticas que, en España, nadie asume hasta que no le abren la puerta de la celda.