Ayuso se saltó sus competencias al reunirse con el embajador de España en Corea y el Gobierno lo destituye

Albares se planta: el Gobierno defiende su derecho a cesar embajadores sin explicaciones

03 de Febrero de 2025
Actualizado el 04 de febrero
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Ayuso se saltó sus competencias al reunirse con el embajador de España en Corea y el Gobierno lo destituye
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares

El ministro de Exteriores subraya que la designación y cese de embajadores es una potestad exclusiva del Ejecutivo, tras la controversia por la reunión del diplomático en Corea del Sur con Isabel Díaz Ayuso.

El Gobierno de Pedro Sánchez no piensa dar marcha atrás en su estrategia diplomática y así lo dejó claro el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, este lunes. Durante un desayuno informativo organizado por Europa Press, el titular de Exteriores defendió la "discrecionalidad absoluta" del Gobierno para nombrar y relevar embajadores, una afirmación que llega en plena polémica por los ceses recientes de los jefes de misiones diplomáticas en Croacia, Bélgica y Corea del Sur.

La destitución de Guillermo Kirkpatrick, embajador en Corea del Sur, ha levantado un polvorín tras conocerse su reciente encuentro con Isabel Díaz Ayuso en Madrid. La reunión, que según el Ministerio de Exteriores no había sido comunicada, se interpretó como una falta de respeto a los protocolos diplomáticos. Sin embargo, Albares ha insistido en que el cese de Kirkpatrick no responde a este hecho en concreto, sino a una "decisión tomada en función de los tiempos y necesidades del Gobierno".

Un relevo diplomático que genera tensión

El embajador Kirkpatrick, quien llevaba dos años y medio en su puesto, se reunió el pasado 10 de enero con la presidenta madrileña. El encuentro no fue comunicado previamente al Ministerio, lo que generó sorpresa y malestar en Exteriores. Días después, se anunció su relevo, una decisión que el Ejecutivo asegura que ya estaba prevista desde antes de la reunión.

No obstante, la versión de Ayuso es muy distinta. La presidenta madrileña ha calificado el cese de Kirkpatrick como una "caza de brujas" y ha asegurado que el embajador actuó con total profesionalidad. "Es paradigmático que a un embajador de Corea del Sur le traten como harían los gobernantes de Corea del Norte", denunció la dirigente del PP, asegurando que el Gobierno está enviando un mensaje de "miedo" a los diplomáticos.

La polémica se extiende: ceses en otras embajadas

El caso de Corea del Sur no es el único. En las últimas semanas, el Gobierno ha procedido al cese de otros embajadores, como el de Croacia, Juan González-Barba, y el de Bélgica, Alberto Antón. Este último protagonizó un momento bochornoso cuando fue captado dormido durante una conferencia de Albares en Madrid, imagen que se volvió viral en redes sociales y que incluso recogió la prensa británica.

La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) ha expresado su preocupación por la forma en que el Gobierno está gestionando estos relevos, exigiendo mayor "transparencia y previsibilidad" en los procesos de selección y cese de embajadores. En una carta dirigida a Albares, los diplomáticos reclaman criterios objetivos y plazos claros que eviten decisiones que puedan percibirse como arbitrarias o políticamente motivadas.

El Ejecutivo se mantiene firme

A pesar de las críticas, Albares ha reafirmado que la selección de embajadores es competencia exclusiva del Gobierno y que no responde a presiones políticas. Según el ministro, los ceses recientes se han realizado dentro de los tiempos habituales de la diplomacia, y se enmarcan en la estrategia del Ejecutivo de reforzar la presencia de mujeres en los puestos de mayor responsabilidad. Ejemplo de ello es el nombramiento de embajadoras en destinos clave como Washington y Pekín.

"Buscamos a los mejores en cada momento para cada misión", aseguró Albares, quien también defendió que el Gobierno no discrimina por ideología a la hora de elegir a los representantes diplomáticos. Como prueba, citó la continuidad de figuras vinculadas al PP, como el exministro Alfonso Dastis y el exjefe de gabinete de Rajoy, Jorge Moragas, en cargos diplomáticos de relevancia.

Ayuso y su agenda internacional

La presidenta madrileña ha intensificado en los últimos años su agenda internacional, con viajes a países como Estados Unidos, Israel, Francia, Italia, Portugal y Corea del Sur. Su intención, según defiende, es atraer inversión extranjera a Madrid y posicionar a la capital como un referente en el ámbito económico y cultural.

Sin embargo, estas iniciativas han generado fricciones con el Gobierno central, que considera que Ayuso está traspasando líneas en política exterior, un ámbito que corresponde exclusivamente al Ejecutivo. El encuentro con el embajador Kirkpatrick es solo el último episodio de esta pugna entre la Comunidad de Madrid y Moncloa.

Un pulso político con consecuencias diplomáticas

La gestión de la diplomacia española vuelve a estar en el centro del debate, con el Gobierno defendiendo su autoridad y la oposición denunciando presuntas purgas políticas. Mientras tanto, la carrera diplomática sigue reclamando estabilidad y criterios claros para evitar que estos cambios se interpreten como maniobras partidistas.

Con o sin polémica, el Ejecutivo de Sánchez ha dejado claro que los embajadores están sujetos a su dirección y estrategia, y que seguirá tomando decisiones sin atender a presiones externas. La pregunta es si esta postura reforzará la política exterior española o si, por el contrario, aumentará las tensiones dentro y fuera de nuestras fronteras.

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