La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado una nueva mediada, este jueves, ya para el año 2024.
En apenas dos días después del comienzo del año, la presidenta de la Comunidad de Madrid ha anunciado que llevará a la justicia el impuesto a las grandes fortunas del Gobierno de Pedro Sánchez.
Ayuso ofrece servicios públicos a los ricos
Se trata de una nueva rebaja fiscal que actuaría de contrapeso al impuesto de solidaridad aprobado por el Gobierno, que busca corregir la bonificación total del tributo de Patrimonio en algunas autonomías.
María Jesús Motero, ministra de Hacienda y Función Pública anunció en septiembre pasado, un impuesto de solidaridad a las grandes fortunas y rebajas fiscales a rentas bajas y medias. Con estas medidas fiscales, ha querido afectar a los ricos protegidos por Ayuso, Moreno Bonilla y el PP, en sus respectivas comunidades autónomas.
La ministra de Hacienda comunicó el conjunto de medidas con el que se grava a las grandes fortunas y que afectarán a aquellas autonomías que hayan bonificado el Impuesto de Patrimonio.
La presidenta madrileña, ha señalado que este incentivo fiscal se aplicará con dos condiciones: que la persona beneficiada venga de vivir al menos cinco años fuera de España y que invierta su patrimonio.
Para Ayuso la burbuja inmobiliaria genera riqueza
La populista ha añadido: “En lo que quiera, pero que genere riqueza”. ¿Y qué quiere decir esta frase? ¿Cómo se valora si se cumplen estos requisitos? ¿Va a convertir a Madrid en un paraíso fiscal?
Parece que hay anuncios que no se sostienen. Sobre todo, porque las grandes fortunas que abandonan nuestro país es por que no quieren pagar nada de impuestos, incluidos los del Estado. Si viene a la Comunidad, tendrán que cumplir con Hacienda, independientemente de los que ofrezca Ayuso para el año 2024.
Ayuso puesta por los fondos buitre
“Con esta nueva deducción, quien venga a vivir a Madrid e invierta su patrimonio, ya sea una vivienda, en una empresa, en productos financieros… en lo que sea, va a obtener una reducción en el tramo autonómico de su impuesto sobre la renta correspondiente al 20% de dicha inversión”, ha señalado durante su intervención en la 13ª edición de Spain Investors Day, el principal foro financiero nacional que reúne durante dos días a las compañías cotizadas del país e inversores internacionales.ç
Entonces, ¿hacerse con una fondo inmobiliario, de por ejemplo 50 viviendas, desahuciando a todos los vecinos, para convertirlos en viviendas de lujo, o en pisos turísticos, es crear riqueza?
Golpe confiscatorio contra el ahorro
La presidenta populista ha calificado al gravamen estatal a las grandes fortunas de “golpe confiscatorio contra el ahorro” y ha anunciado también que lo recurrirá ante los tribunales.
Pero toda su intervención de esta mañana se ha basado en apostar por el ladrillo. Una burbuja que ya nos dio un disgusto, pero que para el PP en general y para el Consejero de Hacienda madrileños en particular, no les importa. Ayuso y Lasquetty, vuelven a apostar por el ladrillo, por sus amigas las grandes constructoras y lo más grave, apuestan por atraer a los fondos de inversión, o fondos buitre que todavía no se hayan instalado en nuestro país.
Las contradicciones
En su intervención en la segunda jornada de Spain Investors Day, la presidenta Ayuso ha criticado duramente la aprobación del tributo promovido por el Gobierno: “Busca en realidad, recuperar a la fuerza en Madrid el impuesto de patrimonio que mi Gobierno no quiere cobrar y que apenas existe en ningún país de la UE, dejándonos en una situación de clara desventaja competitiva y expulsando el capital y las inversiones a países vecinos”.
Lo que dice Ayuso: El tributo estatal a las grandes fortunas supone una reducción de la inversión en Madrid de entre 1.200 y 1.600 millones al año, un 0,6% del PIB regional, 19.500 empleos menos y 200 millones menos en recaudación.
La realidad: Un error técnico del Gobierno reducirá la recaudación en las regiones con el gravamen de patrimonio bonificado. Rebaja sustancialmente la cuota a estas dos comunidades y también a Galicia, que lo bonifica, y a otras autonomías, las del PP que tienen el Impuesto de Patrimonio inferior al de grandes fortunas.
Este error no había pasado desapercibido y de hecho una enmienda de ERC, trataba de corregirlo en el Senado. El error técnico se encuentra en la regulación del escudo fiscal, el tope que busca evitar efectos confiscatorios potencialmente inconstitucionales y que implica que la suma de las cuotas de IRPF y Patrimonio de un contribuyente no podrá superar el 60% de la base imponible del IRPF.
El impuesto de solidaridad a las grandes fortunas surgió para compensar la bajada de impuestos iniciada por las comunidades autónomas respecto del impuesto de Patrimonio, y que encontró su expresión suprema populista en la Comunidad de Madrid.
Medidas populistas para ricos
Con la medida de esta mañana, ha defendido Ayuso, buscan dos objetivos, uno conseguir titulares gratis en la prensa y dos dejar claro que no se arremanga ante nada y ante nadie.
La presidenta quiere: “recibir a los madrileños que vengan a vivir entre nosotros y que su familia sea atendida en la mejor sanidad pública del país, en una educación en libertad y calidad, con un transporte público excepcional”.
También quiere mandar un “mensaje claro” a la comunidad inversora internacional: “Que en España hay contrapesos institucionales y una alternativa a este Gobierno”, sobre todo neoliberales.
¿Por qué un inversor rico, va a venir a Madrid a ser atendido por la sanidad pública, cuando puede pagarse la mejor privada en cualquier parte del mundo? Lo mismo en el caso de la educación pública.
Las contradicciones de Ayuso.