El exdirector del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar, confesó a su relevo al frente de la oficina de inteligencia, Alberto Sáiz, que el Gobierno de Aznar le dio indicaciones precisas para que “culpase” a la banda terrorista ETA del atentado sufrido en Madrid el 11 de marzo de 2004, según ha informado la Cadena Ser.
Operación: mentira
El entonces director del CNI explica en una nota que ahora ha visto la luz como desde Moncloa le ordenaron que dijese que “ETA había sido la autora del atentado” que costó la vida a 193 personas y dejó 2.000 heridos. El exdirector continúa explicando como hicieron todo lo posible desde el Gobierno “para retrasar la llegada de información” referente al atentado al CNI. Según Dezcallar se alargó la mentira “hasta el día de las elecciones cuando ya tenían en su poder la furgoneta, la cinta del Corán y habían detenido a tres árabes”. Los nervios ante unas elecciones que se podían escapar a última hora hicieron que el PP mostrase su peor cara. Pero la población reaccionó y tres días después eligió como presidente del Gobierno español a Jose Luis Rodríguez Zapatero.
Secretos a la luz
La información hasta ahora secreta forma parte de los casi 20.000 archivos documentales que José Bono, expresidente del Congreso de los Diputados, exministro de Defensa y expresidente de Castilla la Mancha ha publicado en la Fundación Pablo Iglesias . A partir de hoy lunes los documentos estarán accesibles al público en un ejercicio de transparencia poco habitual en nuestro país, que sobreprotege la información interna del Gobierno.
Un alto precio
La gestión gubernamental de los atentados del 11-M pasa por ser uno de los episodios de injerencia más lamentables vividos en nuestra democracia. El gobierno del Partido Popular mantuvo todo lo que pudo y más la autoría de un atentado por motivos estrictamente políticos. Para el gobierno liderado por José María Aznar, asumir que el atentado había sido perpetrado por terroristas islámicos suponía que se pagaba un precio por haber formado parte del Trío de las Azores. Es decir, que se pagaba el coste en vidas humanas por haber invadido Irak en 2003. Acusar a ETA suponía un giro muy útil, ya que legitimaba al PP para mantenerse en el poder y aplicar mano dura con los terroristas y no le supondría un precio electoral.