Parecería imposible, pero Pablo Casado es un hombre capaz de superarse a sí mismo en lo que a deslealtad con la patria se refiere. Hoy, un día histórico para España tras el inicio del proceso de vacunación contra el Covid19, el presidente del Partido Popular ha activado el modo "deslealtad máxima" para, en primer lugar, utilizar las vacunas como elemento para hacer oposición y, en segundo término, ningunear o puentear al Gobierno para intentar hacer ver a la ciudadanía que el Ejecutivo nada tiene que ver con este éxito.
Es indudable que si el Partido Popular estuviera gobernando, su aparato de propaganda, tanto interno como mediático, habrían convertido el día histórico de hoy en un fenómeno que no hubiera sido posible sin que España estuviera gobernada por la derecha. Sin embargo, no ha sido así y, después de que el actual Ejecutivo haya tenido que sufrir la gestión de la pandemia, ha llegado el día en que se empieza a vislumbrar esperanza.
No obstante, Pablo Casado no puede aguantar y en un mensaje en Twitter ha demostrado que la lealtad con España y su pueblo no es lo suyo, porque es de los que defienden el patrimonialismo del poder. Sólo Pablo Casado es capaz de dar un recital de infamias en tan pocas palabras. ¡Qué crack! Sólo si la derecha gobierna las cosas se hacen bien. Tal vez habría que recordarle todo el daño que Aznar y Rajoy hicieron a los hombres y mujeres de este país, algo que resumió a la perfección Alberto Ruiz Gallardón cuando afirmó que "gobernar es repartir dolor".
El mensaje de Casado se inicia con un reconocimiento de que el inicio de la vacunación contra el Covid19 es una gran noticia. Sin embargo, a continuación el líder del PP comienza con su panegírico de la infamia. En primer lugar, puentea al Gobierno y da todo el mérito de esta vacunación a la Unión Europea y a las Comunidades Autónomas. En segundo término, da por hecho que la distribución no va a ser equitativa, algo que es falso, puesto que los criterios establecidos y consensuados con las Comunidades Autónomas se basan, precisamente, en criterios basados en la equidad, como no podía ser de otro modo. Finalmente, Casado le niega el éxito al Gobierno que, en realidad, es el éxito para toda la ciudadanía.
¿A quién hay que atribuirle entonces el éxito de que la vacunación? ¿A Isabel Díaz Ayuso? ¿A Santiago Abascal? ¿A Donald Trump? ¿O es que lo que ha sucedido hoy mucho tiene que ver con el éxito de la investigación a la que los gobiernos del Partido Popular dejaron sin financiación? Claro, de eso, señor Casado, mejor no hablamos, ¿verdad?