Las dos principales «creaciones políticas» de Pablo Casado, Cayetana Álvarez de Toledo e Isabel Díaz Ayuso, parece que se han puesto de acuerdo para destronar de la Presidencia del PP y cambiar el sentido de la candidatura de cara a unas elecciones generales.
La guerra del Partido Popular en Madrid no es más que el primer paso de cara al asalto final al liderazgo absoluto nacional y Casado lo sabe. Por eso es constante a la hora de retrasar el congreso regional que Ayuso pretende adelantar. Sin embargo, el presidente del PP lo único que está provocando es una grave crisis interna porque el congreso de Madrid tiene una clara vencedora: la presidenta de la Comunidad. No en vano, en todos los actos del partido es siempre recibida al grito de «¡Presidenta, Presidenta!».
Cayetana Álvarez de Toledo se ha puesto claramente del lado de Díaz Ayuso y así lo ha demostrado en una entrevista concedida a El Mundo en la que, además, ha aprovechado para cargar duramente contra Teodoro García Egea, a quien ha acusado de practicar el bullying a través de los medios de comunicación afines a Génova.
«Ayuso tiene que ser la presidenta del PP de Madrid, si es presidenta de la Comunidad. Empeñarse en atacar a Ayuso es un boomerang directo contra Génova. Además, que deja en evidencia las inseguridades que pueda tener Génova respecto a ella o con respecto a lo que ella supone», ha afirmado Álvarez de Toledo.
Además, ha vuelto a hacer referencia a los resultados electorales de Díaz Ayuso en las elecciones regionales del pasado mes de mayo y ha señalado que gracias a ella el PP ha recuperado la capacidad de ser una alternativa de gobierno.
En este sentido, Álvarez de Toledo ha afirmado que con Díaz Ayuso se está repitiendo el mismo juego sucio y maniobras «indeseables» que ella vivió como, por ejemplo, la aplicación de etiquetas con las que, a nivel interno, se está calificando a la presidenta de la Comunidad de Madrid: «Esta va por libre, es un verso suelo, no acata la autoridad. Son etiquetas lamentables que se aplican al normal ejercicio de la personalidad dentro un partido político. Es la sumisión a través de una acción ‘testosterónica’, y estéril al final, que va causando devastación interna», ha afirmado Álvarez de Toledo.
La diputada no ha dudado en señalar al responsable y ejecutor de estas maniobras: Teodoro García Egea, cuya manera de entender la política es, según Álvarez de Toledo, «el ordeno y mando más crudo y más brutal».
Por otro lado, ha acusado a García Egea de imponer una vigilancia soviética y de practicar el buylling y el «acoso impúdico a través de sus alfiles y los medios» con la intención de ejercer un control total del grupo parlamentario, de sus finanzas, nombramientos y posicionamientos.
Álvarez de Toledo también ha reconocido que Pablo Casado le reconoció que le había entregado todo el poder a García Egea, algo que le asombró y que, a su vez, le pareció un grave error porque, a su juicio, no es la persona a quien hay que entregarle todo el poder.