Los eurodiputados del PP andan intrigando y cerrando alianzascon los halcones de la Europa másrica y xenófoba (esa que niega las ayudas a los países del sur) para hacer caerel Gobierno de Pedro Sánchez. Los populares europeos han llegado a un acuerdopara imponer “fuertes controles y condiciones” a la gestión económica de lospaíses mediterráneos, los más devastados por la pandemia de coronavirus. ¿Quéquiere decir eso? Sencillamente que PabloCasado va a hacer todo lo posible para que las medidas sociales impulsadaspor el Gobierno de coalición español sean torpedeadas desde Bruselas. El objetivo del líderconservador es destruir a toda costa el Ejecutivo de coalición, aunque ellosuponga un grave perjuicio para el país. Casado está incluso dispuesto a pasarinformes a los hombres de negro sobre lo que se gasta España en el ingresomínimo vital, una medida que no gusta a los sectores más conservadores de la Unión Europea por lo que tiene deaumento del déficit y del gasto público.
Al presidente del PP le da igual si más de dos millones de españoles se benefician de una renta básica fundamental para su subsistencia. Su propósito es pasar dosieres a los jerarcas de Bruselas sobre cada movimiento de Sánchez, sobre cada partida que se destina a asistencia social y sobre la reforma tributaria que prevé subir los impuestos a las grandes fortunas y empresas. Cabe recordar que España recibirá una parte importante del Fondo de Recuperación de la Unión Europea para hacer frente a la crisis del coronavirus consistente en unos 750.000 millones de euros. En teoría, buena parte de ese dinero, los 140.446 millones que le corresponden a nuestro país, van dirigidos a proyectos de ayuda social, sanitaria y de reactivación de la economía, lo cual, una vez más, no gusta a los europarlamentarios ultras de la Europa opulenta.
De momento, la delegación popularespañola, liderada por Dolors Montserrat,ya ha lanzado una iniciativa en el ParlamentoEuropeo para garantizar que las ayudas de Bruselas se destinan ainversiones con “valor añadido” y no solo a políticas sociales a fondo perdido.El PP cree que sería mejor inyectar las partidas adjudicadas en la economíaproductiva mediante subvenciones a empresas, pymes y autónomos.
A fecha de hoy ya se ha celebrado una reunión entre los principales dirigentes del Partido Popular Europeo (PPE), encabezado por el eurodiputado alemán Manfred Weber, en el que “optaron por crear un equipo de trabajo que vigile la negociación sobre los detalles del fondo y que, además, incluya los criterios exigidos por las delegaciones nacionales del PP”, según fuentes próximas a Bruselas.
De esta manera, el Partido Popular español se pone de lado de países como Holanda, Austria, Suecia y Dinamarca, que no están dispuestos a que el dinero vaya directamente a la gente en forma de ayudas a fondo perdido, sino que vinculan los montantes presupuestarios a reformas para mejorar la competitividad y la capacidad productiva de la economía. En el fondo estamos ante dos formas diferentes de entender la crisis y las medidas a adoptar para superarla. La concepción ultraliberal que ya se puso en juego con la recesión de 2008 (básicamente recortes en Sanidad y Educación y sostenimiento del sistema financiero mediante rescates bancarios a costa del sufrimiento de la población) o la socialdemócrata, que apuesta por transferir ayudas a las familias y a las clases más desfavorecidas.
“Todo el grupo apoya la idea de quela solidaridad va acompañada de responsabilidad. También los colegas españolescomo Dolors [Montserrat], Esteban [González Pons] o Pablo Casado, tienen muyclaro que debemos insistir en que el dinero se invierta en el futuro del paíspara ayudar a crear oportunidades de trabajo y perspectivas para los jóvenes yen que eso debe quedar claro”, aseguran fuentes del Partido Popular Europeocitadas por el diario El País. “Noqueremos desperdiciar el dinero en gastos del pasado, sino invertir en elfuturo (…) El PPE no está dispuesto a que se financien las falsas promesas de Podemos”, añaden.
Básicamente, los populares coinciden en que las condiciones de la Comisión Europea no son suficientes y abogan por una “condicionalidad más fuerte”. “Está claro que los países deberán presentar planes que detallen el destino del dinero y su encaje con los objetivos generales de la Unión y con los planes de reformas ligados al semestre europeo. El dinero debe desembolsarse por tramos, paso a paso. Y deberían pactarse unos baremos, con cifras claras e inteligibles, que permitan verificar en qué se ha gastado el dinero y comprobar que se ha gastado bien”.
En resumen, Pablo Casado prefierealiarse con los halcones europeos que se resisten a que la UE destine ayudas afondo perdido a España antes que colaborar con Pedro Sánchez en la creación deun escudo de ayuda social en España. O lo que es lo mismo: se trata de acabarcon el inquilino de la Moncloa acualquier precio, aunque para ello salga perjudicado el país.