Juan Marín es un superviviente político camaleónico que lo mismo sabe ponerse azul, verde o naranja según sople el viento de poniente o de levante, él que tanto sabe de Eolo, de casta le viene al galgo si ha nacido en la gaditana Sanlúcar de Barrameda. Su currículo de décadas así le avala. Ha sabido nadar en todas las aguas mansas de la política diestra desde que comenzara su andadura gestionando lo público desde el Ayuntamiento de su pueblo natal como concejal raso, previo paso por la joyería familiar montada por su padre en el pueblo.
Después sería teniente de alcalde de Desarrollo Económico y también posteriormente de Comercio, Empresa, Turismo, Deportes y Juventud. Posiblemente, el presidente andaluz en funciones, Juan Manuel Moreno Bonilla, tiene planes concretos para el que hasta hace tres días ha sido indiscutible líder andaluz de Ciudadanos, un partido que ya no oculta que sólo le queda la tecla de la refundación para un último intento de salvación de la extinción.
Ahora, una vez puesto a cero el contador de los representantes de Ciudadanos en el Parlamento andaluz tras el 19-J, Marín cree llegado el momento de volver a casa como Odiseo. Pero probablemente el ‘califa’ Moreno Bonilla también ha creído llegado el momento de poner en marcha la operación Salvar al soldado Juan Marín, con el que ha entablado una profunda amistad mucho más allá de lo profesional y lo personal. Pese a todo, Marín niega la mayor y ha descartado públicamente esta posibilidad: “Estamos bien como estamos”, ha insistido el todavía vicepresidente del ejecutivo andaluz tras el Consejo de Gobierno de este miércoles.
Marín cree llegado el momento de volver a casa como Odiseo. Pero probablemente el ‘califa’ Moreno Bonilla también ha creído llegado el momento de poner en marcha la operación Salvar al soldado Juan Marín
Apenas tres días después de la absoluta debacle andaluza del partido fundado por Albert Rivera, Moreno Bonilla ha destacado por encima de todos la labor del que ha sido su vicepresidente durante los últimos cuatro años: “Un equipo de Gobierno que se ha dejado el alma por los andaluces. Desde el vicepresidente Juan Marín a todos y cada uno de mis consejeros”, ha dicho el absoluto triunfador del pasado 19-J tras la reunión del ejecutivo andaluz saliente. Marín responde: “Creo que me merezco un descanso, fuera de la política hay mucha vida”. Entre estas dos declaraciones estará sin duda alguna la salida política de Marín, que a día de hoy nadie conoce y sobre la que todos especulan.
Marín, tras ejercer como representante de los comerciantes de Sanlúcar de Barrameda, se presentó en 1983 en las listas de la entonces Alianza Popular. También probó suerte en las filas del desaparecido Partido Andalucista. Desde 2007, el hasta ahora vicepresidente de la Junta fue concejal en el ayuntamiento del municipio donde nació dentro de la formación Ciudadanos Independientes de Sanlúcar (CIS), así como teniente de alcalde de Desarrollo Económico, y en una etapa posterior, de Comercio, Empresa, Turismo, Deportes y Juventud. A partir de 2014 hasta ahora mismo, tomó las riendas de Ciudadanos en Andalucía y llegó a gobernar Andalucía, primero con la socialista Susana Díaz y últimamente con Moreno Bonilla. Un superviviente político nato. ¿Quién puede asegurar a estas alturas que no dé un nuevo e inesperado giro a su carrera política tras la debacle total del pasado domingo?