El Instituto de las Mujeres ha presentado hoy un estudio con la finalidad de conocer cuáles son las situaciones a las que se enfrentan las jóvenes en redes sociales y profundizar en las consecuencias que conlleva el acoso a través de las mismas, como paso previo al establecimiento de medidas para evitar el acoso cibernético.
Acoso en las redes sociales
La directora del Instituto de las Mujeres, Antonia Morillas, ha sido la encargada de abrir esta Jornada junto con la Secretaria de Estado de Igualdad y Contra la Violencia de Género, Ángela Rodríguez.
Morillas ha destacado algunos de los datos del estudio como el de la falta de confianza. También un desconocimiento de las instituciones por parte de las jóvenes que se encuentran frente a una situación de acoso a través de las redes. Desde “el Instituto de las Mujeres y el Ministerio de Igualdad se ofrecen respuestas que respaldan a las jóvenes y que las pueden proteger”.
Acabar con la normalización del acoso en redes
Morillas reconoce que hay que seguir trabajando en “el fortalecimiento de instrumentos que tienen que ver con la educación sexual y poner en marcha protocolos que acerquen las políticas a las jóvenes, políticas concretas para acabar con la normalización del acoso en redes”.
Por su parte Ángela Rodríguez ha recalcado que “la violencia en redes no es trata del mismo tipo de dominación”.
Rodríguez entiende que la nueva ley de libertad sexual, la del “sí es sí” a punto de aprobarse en el Parlamento. No es suficiente y reconoce que “existe un vacío legal muy grande que no se va a resolver con una sola ley, un vacío por falta de estándares internacionales que indiquen el camino a seguir, y una respuesta institucional que es un abismo”.
La secretaria de Estado invita a la reflexión “no tanto sobre cómo sancionar esas violencias, sino en cómo en prevenirlas, detectarlas y proteger a las mujeres que las sufren”
Datos del estudio
El estudio, realizado en febrero, sobre grupos de chicas de entre 16 y 24 años, rebela que casi la mitad de las mujeres se han sentido alguna vez ofendidas, humilladas, intimidadas, acosadas y/o agredidas en las redes sociales.
La mayoría de los mensajes de los agresores, un 56,2 %, son de carácter sexual e intimidatorio. Se refieren, en un 53 %, a la divulgación de fotografías, sexualmente explícitas, sin el consentimiento de la víctima.
El 44% de las agresiones se producen por medio de insultos, amenazas, burlas o mensajes hirientes tras la negativa de una mujer a los deseos del hombre.
Otra clase de acoso, el cyberbulling, que se produce normalmente en el entorno escolar y no tiene carácter afectivo sexual, ocupa el 33,7% de las agresiones a través de las redes.
Instagram es, con una diferencia de más de 30 puntos (79,9 %), seguida de WhatsApp (48,3 %) la red social en la que más se dan este tipo de situaciones.
Nueve de cada diez mujeres jóvenes utiliza las RRSS para comunicarse, mayoritariamente WhatsApp e Instagram con más del 90 % de usuarias en cada plataforma. YouTube es la primera red social que empiezan a usar las jóvenes, dos de cada tres lo hacen antes de los 12 años.
Consecuencias del acoso
Frente a una situación de acoso casi un 60% de las encuestadas se han sentido enfadadas, impotentes, asqueadas e inseguras. De ellas un 37,7% se ha sentido deprimida, paranoica, ansiosa o ha tenido trastornos alimenticios. Un porcentaje del 24 % ha faltado a su puesto de trabajo y un 12,3 % ha tenido además pensamientos suicidas.
Conclusiones del estudio
El tipo de acoso más común es el afectivo-sexual, que se produce en dos de cada tres casos. Las experiencias de acoso fueron originadas principalmente por uno o varios hombres y los insultos y amenazas se reciben, principalmente, de un grupo de personas que se conocen entre sí. Por el contrario el envío de fotos y comentarios sexuales son realizados por parte de desconocidos.
La mitad de las situaciones de acoso en redes están motivadas por la búsqueda de una relación íntima y en la mayoría de los casos, son personas desconocidas las que originan el acoso.
Las situaciones que hacen más probable el acoso son las de disponer de un perfil público y ser activa en las redes sociales.
Casi la mitad de las jóvenes no denunciaron ni compartieron la situación de acoso al solucionar la situación ellas solas bloqueando el perfil del acosador o privatizando su cuenta. En la mayoría de casos las jóvenes encuentran su principal apoyo en las amigas.
2 de cada 3 no han acudido a denunciar
Siete de cada diez cambian sus hábitos fuera de las redes como consecuencia del acoso, puesto que las chicas que lo sufren trasladan el problema fuera de las redes tomando medidas, como volver a casa acompañadas. De hecho, una de cada tres mujeres procura evitar caminar o volver sola de noche a casa.
Existe una conciencia clara y generalizada de que las mujeres, por el hecho de serlo, se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad.