El belicismo de Ayuso para incendiar Oriente Medio

16 de Abril de 2024
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Ayuso

Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha lanzado una advertencia sonora sobre lo que ella describe como "tambores de guerra contra la prosperidad" en España. En sus declaraciones durante el IV Foro Económico Wake up! Spain, organizado por el diario digital 'El Español', Ayuso expresó una crítica contundente hacia las políticas del Gobierno central, liderado por Pedro Sánchez, acusándolas de socavar la competitividad empresarial y amenazar la estabilidad económica del país.

La semana pasada la presidenta madrileña afirmó que "Sánchez ha decidido que la segunda masacre más importante cometida contra los judíos después del Holocausto se solucione premiando a los terroristas de Hamás", ignorando los miles de niños asesinados en Gaza, unas declaraciones profundamente desafortunadas que contradicen la línea del Partido Popular sobre el reconocimiento del Estado palestino. Ha acusado: «Sánchez ha decidido premiar a los terroristas de Hamás». Estas palabras fueron pronunciadas por la presidenta de la Comunidad de Madrid durante la presentación de un portal económico. Unas frases que demuestran su interés belicista frente a la paz y el sentir humano de la cultura cristiana, desviándose claramente de la postura de su propio partido liderado por Alberto Núñez Feijóo.

La presidenta de la Comunidad de Madrid acusa a Sánchez de hacer sonar los tambores de guerra contra la prosperidad, olvidándose que la economía española, gracias al Gobierno de coalición crece por encima de la media de Europa

Argumenta que el Gobierno está promoviendo "constantes mensajes contra el trabajo, los horarios" y realiza "intromisión en las decisiones empresariales y los consejos de administración de las compañías". Además, denuncia la existencia de "leyes sectarias" que, según ella, rigidizan innecesariamente la vida empresarial y distancian a España de la competitividad observada en otras naciones. Todo muy Trumpista y neoliberal, que se ha demostrado ineficaces para hacer frente al cambio climático a la inteligencia artificial.

Este enfrentamiento no solo se sitúa en el ámbito de la retórica política, sino que se extiende a medidas concretas que Ayuso considera contraproducentes. Destacó la polémica en torno a la eliminación propuesta de la 'Golden Visa', un programa que permite a inversores extranjeros obtener residencia en España a cambio de significativas inversiones inmobiliarias, y criticó la posible eliminación de las bonificaciones en donaciones y sucesiones. Según Ayuso, estas medidas son un claro ejemplo de una "doctrina intervencionista machacona" que busca desincentivar la inversión y aumentar la dependencia de las subvenciones estatales.

Ayuso sostiene que estas políticas no solo desmotivan a los empresarios, sino que también tienen un impacto directo y negativo en la creación de empleo, el desarrollo del talento, especialmente el joven, y en la prosperidad general de la nación. La presidenta de Madrid describe un escenario en el que las empresas son castigadas por su éxito y marcadas como sospechosas, una situación que, a su juicio, podría disuadir la inversión y la innovación.

En contraste con la visión del gobierno central, Ayuso presenta a la Comunidad de Madrid como un bastión de libertad económica y prosperidad. Pero se olvida que esa prosperidad es gracias a la política economía del gobierno de España.

Describe a Madrid como una región "al servicio de España, de vocación internacional, pero con una fuerte pasión por sus ciudades y pueblos". Según Ayuso, Madrid se erige como un ejemplo de cómo las políticas económicas pueden fomentar un entorno próspero y dinámico, capaz de atraer y retener tanto a empresas como a talento.

El discurso de Ayuso no solo destaca las diferencias en política económica entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno central, sino que también resalta una división más profunda sobre la dirección futura de España. La presidenta madrileña critica lo que percibe como una obsesión del gobierno por revisitar y litigar los conflictos pasados del país, en lugar de enfocarse en las políticas progresistas que podrían adelantar la economía nacional.

Este embate llega en un momento crucial para España, donde el manejo de los fondos europeos y la recuperación económica post-pandemia están en el centro de la agenda política. Las declaraciones de Ayuso resuenan en un contexto de inquietud empresarial y social sobre la dirección económica del país. Al describir las medidas gubernamentales como impulsadas más por consideraciones electorales que por un análisis riguroso, Ayuso refuerza la narrativa de que las actuales políticas económicas podrían estar desalineadas con las necesidades reales del entorno empresarial y la economía más amplia de España.

En resumen, Isabel Díaz Ayuso no solo critica las políticas específicas del Gobierno de Sánchez, sino que también cuestiona la filosofía económica subyacente que guía estas decisiones. Con Madrid como contrapunto, Ayuso defiende una visión de España donde la libertad empresarial y la competitividad internacional son claves para el futuro económico del país.

 La confrontación ideológica entre estas dos visiones será decisiva en la configuración del panorama político y económico de España en los próximos años.

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